¿Teléfono? Listo. ¿Batería de repuesto? Lista. ¿Cargadores? Listos. Después de decidir cuáles son los dispositivos que tenés que empacar para tus vacaciones, podés pasar a la parte más difícil, y la más divertida: planear lo que vas a hacer.
Revisar guías de viajes impresas y mapas de papel está pasado de moda. Las herramientas tecnológicas son mucho más eficaces para tener acceso fácil a tus planes y mantenerlos organizados. Como viajo con frecuencia, siempre recurro a mecanismos para ahorrarme tiempo: crear mapas propios en Google, utilizar una aplicación para gestionar el itinerario y mantener las notas importantes del viaje en una hoja de cálculo digital.
No todo el mundo quiere ser tan organizado en sus viajes como yo, por supuesto; algunas personas tal vez quieran sorprenderse con lo que sea que se topen en el camino. A fin de cuentas, tu meta es divertirte en las vacaciones. Planear un viaje de forma meticulosa con herramientas tecnológicas podría sonar como una renuncia a la espontaneidad.
No obstante, en realidad, ahorras tiempo que de otra manera perderías siempre que te preguntaras: “¿qué voy a hacer hoy?”. Puede reducir discusiones familiares sobre el siguiente paso en el viaje. Además, de todas formas te permite realizar descubrimientos a lo largo del camino.
Así que a continuación te presento una guía para utilizar la tecnología en la planeación de tu viaje, con el fin de que puedas disfrutarlo al máximo.
Crear un mapa personalizado de Google
¿Por qué dar vueltas con un mapa impreso si podés diseñar uno digital tan solo para tu viaje? (Incluso en áreas donde el servicio de telefonía celular es irregular, podés utilizar mapas digitales siempre y cuando descargues con anticipación mapas que no requieran una conexión a internet). Durante años, la aplicación web My Maps de Google ha sido mi herramienta más poderosa de planeación de viajes.
Al usar el creador de mapas de Google, podés buscar puntos de interés como museos, restaurantes y hoteles para marcarlos en el mapa. Para que los marcadores sean fáciles de leer, podés codificarlos por colores o marcarlos con símbolos, como un icono de cuchara y cuchillo para restaurantes, o uno de una cama para los hoteles. Podés añadir notas a cada punto de interés, como algunas palabras sobre el tipo de comida que sirven en un restaurante. También podés crear “capas” para organizar tu viaje: por ejemplo, es posible crear una nueva capa para cada día del viaje. Después de hacer tu mapa personalizado, podés buscarlo por medio de la aplicación de Google Maps en un teléfono inteligente, en un menú llamado “Tus lugares”.
La principal ganancia de este ejercicio es que el contexto visual de un mapa te puede ayudar a planear cada día por las inmediaciones de los puntos de interés. Por ejemplo: este año, cuando estaba planeando un viaje a Taiwán, creé una capa para el Día 1 y marqué un museo ubicado al norte de Taipéi además de algunos restaurantes y un mercado en la zona. Después de visitar el museo, pulsé sobre el marcador más cercano y cargué direcciones para ir caminando. Con esta rutina, visité casi todo lo que quería ver en el viaje de diez días.
En los viejos (y malos) tiempos, cuando salía de viaje sin mapas personalizados, hacía una lista de lugares que quería visitar. Todos los días desperdiciaba mucho tiempo, batería del teléfono y datos del celular para averiguar cuáles eran los sitios que quería visitar, cómo podía llegar ahí y qué haría después.
Los mapas personalizados tienen otra ventaja para ahorrar tiempo. Cuando tus amigos visitan un país al que has viajado y te piden que les compartas las recomendaciones “que no te podés perder”, simplemente podés enviarles una invitación de Google a tus amigos para que vean tu mapa. Esto es mucho más útil que compartir una lista de lugares a dónde ir.
Gestionar itinerarios
Armar itinerarios puede ser un problema porque, en el transcurso de unas vacaciones más largas, hay muchos asuntos con los cuales se deben hacer malabares: conseguir vuelos, rentar autos y hacer reservaciones de hoteles para cada ciudad que visites.
Hay bastantes herramientas tecnológicas que organizan los itinerarios de forma automática. Mis favoritas son las aplicaciones móviles gratuitas TripIt y Google Trips. Pueden escanear tu bandeja de entrada en busca de itinerarios, reservaciones de hotel y reservaciones para rentar autos, y después recabar esa información en un solo itinerario.
De las dos aplicaciones, prefiero TripIt. Tiene una interfaz más sencilla que me muestra la información de mi viaje en una cronología cohesiva; Google amontona funciones adicionales en su aplicación como cupones y recomendaciones de cosas que se pueden hacer.
TripIt se integra de esta manera a mi planeación. Creo una cuenta nueva de correo electrónico solo para los itinerarios de mis viajes. Después de reservar un vuelo, un auto rentado o un hotel, envío los correos de confirmación a esa cuenta de correo. Cuando reservo hoteles o busco qué hacer el día siguiente, mi cronología de TripIt sirve de referencia de dónde voy a estar.
Las hojas de cálculo son tus amigas
Si querés planear tu viaje con una meticulosidad adicional, una hoja de cálculo puede ayudar mucho. Mi pareja, quien se autoproclama una “viajera poderosa”, disfruta recopilar hojas de cálculo de viajes con información sobre el país, hacer una lista de cosas necesarias previa al viaje, un resumen del itinerario general y un listado de alojamientos.
Así sería una hoja de cálculo para viajes: una hoja etiquetada como “Sobre” tiene información sobre el país, como el tipo de cambio o la etiqueta cultural (¿dar propina o no?). Otra hoja, llamada “Lista previa al viaje”, incluye una lista de lo que se lleva empacado y de las tareas, como informar a la empresa de tu tarjeta de crédito que estás a punto de viajar. En una hoja de itinerario se resume el plan general del viaje, incluidas las ciudades en las que estarás cada día. Finalmente, la hoja de “Alojamiento” tiene una lista breve de hoteles con sus direcciones al lado y las fechas de ingreso y salida.
© 2019 The New York Times