Buenos Aires es una ciudad mayormente plana, de clima templado y con calles en grilla. Estas características permiten suponer que recorrerla en bicicleta es una buena alternativa.
El analista espacial —con una maestría en Urbanismo informático de la NYU— , Felipe González, usó Google Maps para comparar un viaje en bici con un viaje en auto. La intención de la investigación era verificar cuándo es más rápido pedalear.
Tomó como punto de referencia un viaje desde el Parque Centenario (cercano al centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires) hasta lo que se podría considerar el centro administrativo. Y observó que, en ese caso, se tardaría menos en bicicleta que en automóvil particular (28 minutos contra 20 minutos con el mejor pronóstico y 55 minutos con el peor).
Google no agrega el tiempo de espera para estacionar, lo que sumaría más minutos al viaje en auto: estacionar en zonas céntricas es mucho más difícil que encontrar un lugar para la bicicleta.
Se suele asumir que los autos son más veloces que las bicicletas. Esto puede ser cierto para una autopista sin congestión y para la velocidad máxima que puede alcanzar un auto. Pero si se considera la velocidad promedio en una zona urbana densa, no es así.
En este sentido, la red de ciclovías es muy importante para favorecer el flujo del tránsito ya que permite que los ciclistas se desplacen de manera mucho más eficiente que los automovilistas en las calles. Este indicador se llama capacidad de corredor. Es lo que causa que el impacto del tránsito y la congestión sea mucho menor.
En Buenos Aires las ciclovías tienen doble sentido de circulación, por lo cual los obstáculos vinculados a las direcciones de un recorrido son menores que para los autos que se encuentran con restricciones para acceder a ciertas áreas y deben recorren mucho más que la distancia lineal entre un punto y otro.
En bicicleta se recorre, en promedio, un 29% más de distancia en metros que la lineal desde un lugar a otro, mientras que los recorridos en automóviles se alargan un 43% más. A su vez, podemos ver que la dispersión es menor en los trayectos en bicicleta que son más directos que los que se hacen en auto.
Según González, si el viaje es corto, la bicicleta parecería ser un modo más directo y veloz. Sin embargo, para distancias y recorridos largos no es conveniente. Además, mientras más largo sea el recorrido más cansancio se acumulará en el ciclista, lo que hará que disminuya la velocidad promedio de circulación. Para la Ciudad de Buenos Aires una distancia cercana equivale a unos 6.8 km; es decir que, en viajes menores a eso, lo más probable es que se tarde menos en bicicleta.
Un mapa define cuándo la bicicleta es más rápida que el auto
En este mapa que hizo González se puede ver la comparación de los tiempos de viaje en bicicleta comparados con uno en auto, según desde donde se inicie el viaje pero siempre con el mismo destino: el Parque Centenario.
1 significa que se tarda lo mismo en bicicleta que en auto. 0.88 que en bicicleta se tarda 88% de lo que se tarda en auto, por ejemplo si en auto se tarda 100 minutos en bicicleta 88 minutos.
Esto varía en las diferentes ciudades del mundo. En Amsterdam, por ejemplo, la ciudad paradigma de la movilidad en bicicleta, (sin contemplar la zona de Noord) cerca equivale a 5.6 km. Nueva York, en cambio, es una ciudad donde la bicicleta no parecería ser la mejor opción: si se analiza la isla de Manhattan, cerca son 2.5 km. Sin embargo, la zona Este de la ciudad parece ofrecer mejores tiempos en dos ruedas que en auto, en comparación con la zona Oeste por el efecto de la autopista Franklin D. Roosevelt (FDR). Si lo comparamos con las grandes ciudades latinoamericanas, en Ciudad de México cerca significa 1.8 km y en San Pablo 5.6 km.
