Creo que hay tres momentos en el año en los que hago un balance: al principio para definir los objetivos, al final para reconocer los logros y también a mitad de año en esa búsqueda de balance intermedio entre lo hecho y lo que queda por hacer. En materia de cambio climático, diría que la balanza no viene bien. La primera mitad del 2019 nos dio cifras y datos alarmantes sobre los impactos ya generados. La realidad es obvia: estamos ante una crisis climática. La segunda mitad nos convoca a la acción con términos que leerás mucho aquí en los próximos meses: ambición y urgencia.
1. Crisis climática: la urgencia de actuar… a contrarreloj
La última portada de la revista TIME dio que hablar en los últimos días. Allí se lo ve firme al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, con el agua hasta las rodillas. En la versión digital, el agua se mueve y sube hasta llegar a cubrirlo. ¿Un futuro apocalíptico? ¿Una realidad que ya viven muchos países? ¿O un mero efecto tecnológico? Iba a dedicar unas líneas a responder estas preguntas, pero otra imagen me da las respuestas. Y se dio a conocer en estos días. La fotografía nos remite a Groenlandia, donde el investigador Steffen Olsen captura lo que ni él mismo puede creer que está viendo con sus propios ojos. Los perros de trineo circulan sobre agua, allí donde debiera haber hielo. Aquí no hay efectos especiales ni trucos de tecnología. Esta fotografía refleja los efectos del cambio climático no en un futuro imaginado… sino hoy.
“Lo que necesitamos ahora es movilizar a la opinión pública, a los gobiernos y a las partes interesadas clave, para alcanzar un entendimiento común de que debemos hacerlo. Es un reto. Pero una cosa está clara: no podemos perder esta batalla ante el cambio climático”, asegura Guterres en el artículo. Sus palabras tienen un horizonte de acción con fecha en el calendario. Septiembre de 2019. El lugar: la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos. Allí él convocó a los distintos representantes de los países con un objetivo claro: aumentar la ambición y urgencia en la acción climática. ¿Cómo? Debo hacer un breve repaso en la línea de tiempo de negociaciones climáticas para responder. Seguime!
En 2015 los países consensuaron el Acuerdo de París, el principal documento con el que hoy contamos para hacer frente al cambio climático. Con él, cada país presentó un plan con sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), es decir, cuáles son sus metas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para adaptarse a los efectos del cambio climático y cómo lo alcanzarán. Conforme el Acuerdo, en 2020 los países deberán presentar NDCs más ambiciosas con vistas a incrementar la acción climática. Aquí es donde Guterres no quiere errores. Su convocatoria para septiembre de este año busca trabajar y avanzar en esta cuestión con los países para que no lleguen con las manos vacías el próximo año.
“El objetivo es tener NDCs en 2020, porque ahí es cuando se supone que se renovarán las NDCs, que sean totalmente compatibles con un calentamiento global que no supere los 1.5 grados a finales de siglo. Septiembre es un impulso en esa dirección y una movilización de más y más países para hacerles entender... Es crear un movimiento e involucrar a la opinión pública, involucrar a la comunidad empresarial, involucrar a las ciudades”, expresa en la entrevista en TIME.
La reunión clave de septiembre llegará unos meses antes de la 25ª edición de la Conferencia de las Partes (COP25), principal reunión de negociaciones climática que este año se celebrará sobre suelo latinoamericano, en Chile. Allí el principal desafío será avanzar en la implementación del Acuerdo de París porque, claro, a las bellas palabras hay que sumarle acciones concretas.
Mientras tanto, esta semana comenzó una reunión preliminar a ese encuentro en Bonn, Alemania. Resolver el futuro de los mercados de carbono para compensar emisiones contaminantes, alcanzar el compromiso de los países desarrollados para movilizar US$100 mil millones anuales a partir del 2020 para apoyar la acción climática en países en desarrollo, y cómo responder de manera eficiente a las pérdidas y daños generados por los efectos del cambio climático ayudando a los países más vulnerables, son los principales temas que se esperan resolver durante estas dos semanas de reuniones, según lo que mi querida colega Andrea García Salinas destaca desde el continente europeo en este artículo para el medio peruano La Mula.
Si te mareé de eventos, fechas y conceptos técnicos… ¡bienvenido al mundo de las negociaciones! Hay dos cosas importantes a entender en todo esto. Una: cada evento suma para avanzar en la acción ante el cambio climático. El desafío hoy es que esa acción responda a dos necesidades: que sea más ambiciosa y que sea más urgente. Dos: ni vos ni yo estamos ajenos a todo esto. Lo que los países definen, aquellos compromisos de reducción de emisiones que asumen o cómo decidan adaptarse ante efectos cada vez más notorios incidirá en nuestra vida cotidiana y requerirá también de nuestra participación activa.
2. Una buena noticia: aumentan los empleos “verdes”
Y eso no está desconectado de lo anterior. Ésta es la transición energética que necesitamos y ¡qué bueno ver que ya está en marcha! La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) dio a conocer que a fines de 2018 hubo 11 millones de personas trabajando en energías renovables en todo el mundo. La cifra evidencia un incremento en comparación con los 10.3 millones de empleos registrados en el sector en 2017.
“Energías renovables y empleo – Balance Anual” es el informe que revela que los empleos en renovables crecieron a su nivel más alto y que cada vez son más los países que aprovechan de los beneficios socioeconómicos de la transición energética. ¿La estrella en todo asunto? La energía solar fotovoltaica lidera el ranking con 1/3 del trabajo total en renovables, con especial expansión en India, el sudeste asiático y Brasil.
El dato que más me gustó del reporte: el 32% de esos 11 millones de empleos son realizados por mujeres. Ello evidencia un crecimiento de las mujeres en el sector. Pero hay otro dato por el cual ese porcentaje me parece aún más interesante: las mujeres representan el 22% de empleos en la industria del petróleo y del gas. Es decir, la transición energética es (y debe ser) una oportunidad para promover y garantizar la igualdad de género en el sector energético.
¿Cómo estamos en Argentina? Según IRENA, a fines de 2018 hubo 9.614 personas trabajando en energías renovables en el país, principalmente en el sector de construcción de proyectos afines. La energía eólica supera a la energía solar en las oportunidades de empleo a nivel local.
3. EAT Forum: entre la necesidad de reducir el consumo de carne y el desafío de las dietas vegetarianas
La semana pasada se celebró en Estocolmo, Suecia, la sexta edición de Eat Forum, un foro anual donde expertos y referentes debaten sobre los desafíos presentes de la alimentación y los caminos a seguir a futuro. El evento es organizado por EAT, una start-up sin fines de lucro dedicada a transformar nuestro sistema alimentario global basándose en la ciencia y -como mencionan en su presentación- “una disrupción impaciente”. Este año las reflexiones incluyeron temas como volver a las dietas con productos locales como una herramienta para luchar contra el cambio climático, reducir el consumo de carne y priorizar una dieta basada en vegetales, combatir la comida chatarra, promover una agricultura sustentable, entre otros.
El colega y amigo Martín De Ambrosio estuvo presente en la capital sueca cubriendo las dos jornadas del foro. Le pregunté cuál fue la principal reflexión que le dejó el evento de regreso a la Argentina y esto me dijo: “Hay dos caras de un mismo tema. Por un lado la carne, vista como ‘la madre de todos los problemas´ desde el punto de vista de su impacto negativo en el ambiente y en la salud humana. Por otro lado, ante ello, la dificultad para que las dietas vegetarianas no sólo sean saludables y sustentables, sino que también generen satisfacción en el consumidor. El gran desafío es que todo ese significado que tiene la comida desde el punto de vista antropológico vaya de la mano con las demás necesidades ambientales y de salud”. Podés seguir sus notas sobre el evento en la cobertura que realizó para el diario La Nación.
4. Hablando de comer: ¡estoy comiendo plástico y equivale a una tarjeta de crédito a la semana!
Y eso créanme ha estado en mi cabeza dando vueltas con mucha preocupación. Vayamos al origen de esta sorpresiva realidad. La semana pasada te contaba sobre un estudio publicado en la revista científica Environmental Science and Technology que confirmó lo que sospechábamos: estamos consumiendo microplásticos sin darnos cuenta. El mismo miércoles que vos leías esa noticia en SUSTENTABLES, el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en Inglés) lanzó una creativa plataforma digital para que puedas conocer cuánto plástico estás consumiendo a través de lo que comés y el aire que respiras. De allí vienen esos 5,49 gramos de plástico que yo estoy consumiendo por semana y que equivalen a una tarjeta de crédito.
El test está basado en los datos científicos de un informe realizado por la Universidad de Newcastle, Australia, que evidencia que los humanos consumimos más de 100.000 micropartículas de plástico al año. Para ponerlo en números: 5 gramos de plástico por semana, 21 gramos por mes, 250 gramos por año. Para ponerlo en objetos: una tarjeta de crédito o una lapicera entera. ¿Estás preparado para conocer cuál es tu dieta plástica? Podés hacer el test aquí en español y conocer más sobre cómo actuar para vivir en un mundo (y con un organismo) sin plásticos.
5. Obsolescencia programada y su protagonista estrella: el celular
Obsolescencia programada. Dos palabras que también aparecieron en la edición anterior cuando hablamos de iluminación LED y el tiempo de vida de una bombilla. Dos palabras que creo quedaron dando vueltas en el equipo de RED/ACCIÓN a partir de uno de los dispositivos tecnológicos que más forma parte de nuestra vida cotidiana y que, en este mismo momento, tengo al lado mío: el celular.
¿Cada cuánto cambio el celular? Por un lado, debo reconocer que por mi profesión el celular no sólo forma parte de la vida privada sino que también es una herramienta de trabajo y necesito estar actualizada. Por otro, y a pesar de esas necesidad, al hacerme esta pregunta estos días me di cuenta que las últimas dos veces lo cambié porque el anterior dispositivo comenzó a fallar y no tenía arreglo, no porque me tiente el marketing de los nuevos modelos. Mi argumento obvio es ambiental: generar la menor cantidad de residuos posible y creeme que de basura electrónica ya tenemos demasiado: sólo en 2018 generamos 4,5 millones de toneladas en todo el mundo. RED/ACCIÓN hizo masiva esa pregunta a toda su comunidad y Joaquín Sánchez Mariño recopiló los resultados en un artículo con un análisis que busca responder a otro interrogante: ¿los celulares se rompen rápido o los programan para que dejen de funcionar?
6. En agenda: a despertar conciencias para cambiarlo todo
Si hay una persona con la que no sólo comparto el placer de hacer periodismo sino también de discutir sobre el tiempo crucial que vivimos ante los efectos del cambio climático y la necesidad de actuar, es Sergio Elguezábal. Desde el año pasado decidió subirse a los escenarios para ofrecer algo distinto: periodismo performático. ¿De qué se trata? Es una forma innovadora de narrar, sirviéndose de herramientas del arte en todas sus expresiones, para generar nuevas sensaciones en la audiencia. En este caso ello se presenta como “un ejercicio de activación emocional sobre los grandes desafíos de la humanidad”.
“Experiencia Despierta” tendrá hoy su primera edición de 2019 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA). El interés por este tipo de eventos es tal que las entradas -gratuitas- ya se agotaron. ¡Pero a no ponerse tristes! La experiencia estará despertando espectadores durante los próximos meses en distintos puntos del territorio argentino, así que recomiendo que lo sigas en Instagram. ¿Por qué? Sergio comparte su reflexión con la comunidad de SUSTENTABLES: “Creo que estamos en un momento clave para entender que necesitamos activar en todos los ámbitos. La gravedad de las circunstancias ligadas a la desaparición de especies, el cambio climático, y el modo de producción y consumo que llevamos nos interpela como nunca antes. No podremos cambiar nada si las personas no encaramos cambios verdaderos, aunque esos cambios signifiquen empezar a hacer cosas que nunca pensamos. ¿Seguiremos comiendo carne como lo hacemos? ¿Consumiendo combustibles fósiles? ¿Alimentándonos con comida que contiene veneno? Hay mil preguntas que queremos poner en común en cada Experiencia Despierta. Para empezar a encontrar respuestas lo más rápido posible”.
7. Ser sustentables: e involucrarse en la acción climática
El cambio climático aparece como un tema transversal en cada SUSTENTABLES y, en más de una ocasión, te compartí tips para cambiar hábitos en pos de reducir tu huella de carbono, como en aquella segunda edición de noviembre de 2018. Hoy quiero invitarte a que seas un promotor de acción para concientizar a más personas, más allá de las acciones individuales. ¿Asumís el desafío?
- Compartí en tus redes sociales noticias sobre cambio climático y acciones que lleves adelante ante el problema.
- Pedile a los candidatos políticos que manifiesten sus propuestas de acción ante el cambio climático. ¿Estarás votando a alguien que implementará el Acuerdo de París con ambición o a alguien que no le dará urgencia en su agenda de gobierno? ¿El candidato tiene acaso idea de los compromisos actuales de Argentina en materia climática internacional? ¿Sabe qué tiene que comunicar nuevos compromisos en 2020?
- Participá de actividades en tu ciudad sobre la temática: foros y congresos, charlas, talleres o exposiciones. Proponé realizar algunas en tu trabajo, universidad, escuela o comunidad.
- Invitá a un amigo, un familiar, un compañero de trabajo o de estudio a seguir esta newsletter. Explicale por qué es importante para vos y por qué crees que le puede servir.
- Recordá: cuanto antes actives estas acciones, mejor. El reloj sigue girando.
Esos son mis pies sobre carbón. La imagen la tomé en una exposición durante la última COP24 en Katowice, Polonia. Si hay algo que aprendí en estos años cubriendo cambio climático es que el tiempo es una variable fundamental. Nuestras acciones ya han generado un impacto tal durante los últimos años, que hoy estamos sintiendo sus efectos, cada vez más acelerados. Las acciones en pos de un desarrollo sustentable requieren inversiones mayores hoy cuyos beneficios se sienten a largo plazo, y ello no suele ir de la mano con los tiempos electorales de la política.
Si hay algo de lo que hay certeza es que el tiempo para actuar es hoy. No podemos seguir postergando la posibilidad y responsabilidad que (TODOS) tenemos en nuestras manos ante el principal problema de este siglo. La era de piedra no se terminó porque desapareció la piedra. La era de los combustibles fósiles no se debe terminar porque ellos desaparezcan, sino porque logramos desarrollar una transición justa y eficiente hacia las energías renovables. Ojalá en un futuro, no muy lejano, mis pies disfruten sobre un pasto verde, limpio, saludable, rodeado de especies animales y vegetales. Ojalá en un futuro, no muy lejano, ese carbón exista sólo así… en una exposición… como parte de un pasado en el que nos equivocamos, pero en el que logramos actuar con ambición y urgencia.
Un saludo y hasta el próximo miércoles,
Tais