Las personas que duermen siete horas por noche son más sanas y viven más tiempo. Dormir menos de siete horas se asocia con una variedad de problemas de salud que incluyen obesidad, enfermedad cardíaca, depresión y función inmunológica dañada. Pero las necesidades de sueño varían mucho según el individuo. La edad, la genética, el estilo de vida y el medio ambiente juegan un papel. La National Sleep Foundation actualizó recientemente sus recomendaciones de sueño basadas en la edad:
- Recién nacidos (0-3 meses): 14-17 horas por día
- Infantes (4-11 meses): 12-15 horas
- Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas
- Niños en edad preescolar (3-5 años): 10-13 horas
- Niños en edad escolar (6-13 años): 9-11 horas
- Adolescentes (14-17 años): 8-10 horas
- Adultos (18-64 años): 7-9 horas
- Adultos mayores (65+ años): 7-8 horas
Si bien estos números son pautas útiles, realmente no le dicen nada acerca de sus necesidades individuales de sueño, que están determinadas en gran medida por la genética, y están muy influenciadas por sus hábitos.
Entonces, pregúntese: “¿Tengo sueño?” Esta simple pregunta es la mejor manera de determinar si está durmiendo lo suficiente. Si a menudo se siente cansado en el trabajo, anhela una siesta o se queda dormido en su viaje por la mañana o por la noche, su cuerpo le está diciendo que no está durmiendo lo suficiente. Si duermes siete u ocho horas por noche pero sigues sintiéndote cansado y con falta de sueño, es posible que tengas un sueño interrumpido o un trastorno del sueño y debas hablar con un médico y someterte a un estudio del sueño.
© 2019 The New York Times