SIE7E PÁRRAFOS | Cuando los hijos escriben sobre la vida militante de sus padres- RED/ACCIÓN

SIE7E PÁRRAFOS | Cuando los hijos escriben sobre la vida militante de sus padres

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Bienvenidos otras vez a SIE7E PÁRRAFOS, nuestra newsletter semanal de libros, escritores, lectores y curiosos. Esta semana les proponemos dejarse llevar por la literatura de Laurence Debray y Nicolás Gadano, dos autores que nos cuentan la vida militante de sus padres. Además, nuestros lectores invitados siguen comentando No Ficción. Esta semana escribieron: Hernán Vanoli, Karina Galperin, Carlos March, Silvia Itkin y Virginia Cosín.

1. Cuando los hijos escriben sobre la militancia de sus padres...

La lista de libros sobre padres e hijos es tan extensa como universal el tema. Dos libros que acaban de publicarse miran el vínculo desde otra ventana: Hija de revolucionarios de Laurence Debray (Anagrama) y Caja Topper de Nicolás Gadano (Seix Barral). Estos autores impugnan la militancia política de sus padres y llegan a la literatura desde lugares bien distintos. Debray, historiadora y periodista, publicó Juan Carlos de España y Gadano, economista y actual gerente del Banco Central, Historia del petróleo en Argentina.

2. … aparecen resentimientos, reconocimientos, sorpresas y belleza.

El libro de Debray, se mueve entre la historia familiar y el rencor a sus padres. Ellos, el  filósofo francés Régis Debray y la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos, fueron parte de la revolución Cubana, muy cercanos a Castro y al Che. La joven Laurence vivió en Venezuela, Nueva York, Londres, Sevilla y Cuba. Su experiencia la hace cuestionar severamente la participación política de sus padres y los gobiernos de Venezuela y Cuba. Su mayor resentimiento es que le hayan ocultado la historia a la que llega a través de sus investigaciones, como si fuera una desconocida. En esa pelea de poderes, tuvo que eliminar anécdotas por pedido de su padre así como tolerar un ataque de celos por el protagonismo  una vez publicado.

En Caja Topper, Gadano no tiene que pelear por la historia, la encuentra en una caja de zapatillas que recibe después de la muerte de su madre. Allí aparecen cartas, fotos o dibujos. Abre, recuerda y cierra para recuperar fuerza y volver a abrir. Como compartió el exilio con sus padres en México tiene piezas propias de engranaje y no depende únicamente testimonios. Tiene partes hermosas y otras sorprendentes: las falsas idas al colegio para simular una vida normal, las grabaciones caseras de los cassettes junto a su hermano, el acoso del Hulk, el padre robándose documentación mientras él lava los platos. La figura de Alicia, su madre, es conmovedora. “Siempre fue ella la que luchó por impedir que la militancia de mi viejo -y la suya propia- afectara nuestras vidas de manera irreversible.”  Frente a la rigidez infantil de Debray, Gadano se disputa el sentido de la historia sin apropiarselo ni entregarlo.

En la larga saga de libros sobre los padres están Kafka, Philip Roth, Kureishi o Jorge Fernández Díaz. Sin embargo, cuando parece que el género se agota surgen nuevas maneras de mirarlos y la literatura del yo nos da grandes libros de: Richard Ford, Karl Ove Knausgard, Delphine de Vigan, Colm Toibin y localmente Mauro Libertella, Martín Sivak, Mónica Muller, Ana Wajszczuk y Federico Jeanmaire por nombrar solo a unos pocos.

Y aquí, los libros de no ficción de la semana:

3. Capitalismo de plataformas, de Nick Srnicek, comentado por Hernán Vanoli

Desde el famoso libro de Umberto Eco, la pregunta sobre si apocalípticos o integrados recorrió a muchas de las visiones sobre la industria cultural. Sin embargo, en muy poco tiempo, la internet se convirtió en una condición de existencia e inauguró una nueva manera de relacionarnos entre nosotros, con los contenidos culturales y, en un plano más profundo, con la verdad. Capitalismo de Plataformas termina demostrando que la antigua disyuntiva entre un rechazo antitécnico basado en su enorme poder de vigilancia o una aceptación celebratoria centrada en la supuesta horizontalidad de la internet pierden una parte de la “imagen completa”: el hecho de que internet fue brutalmente privatizada y casi monopolizada por unas empresas -las plataformas- que se basan en la extracción permanente de datos de la misma manera que el viejo capitalismo extractivo lo hacía con las materias primas. Aquí el comentario de Hernán Vanoli.

4. Sur y Oeste, de Joan Didion, comentado por Karina Galperin.

Joan Didion pertenece a esa generación norteamericana que, a fines de los 50, principios de los 60, comenzó a descubrir en su propio país una sociedad que desconocía y en su propia época un repositorio de novedades. Viajeros en su vasta tierra y cronistas ávidos de su tiempo, tuvieron plena conciencia de la excepcionalidad americana, que observaron, describieron y analizaron en primera persona con la curiosidad del sociólogo, del dramaturgo, del periodista, del escritor. Aquí el comentario de Karina Galperin.

5. El Anti Líder, de Andrés Hatum, comentado por Carlos March

Lo que queda claro en el material de Hatum es que así como trabajar con un líder significa una iluminadora experiencia de libertad, hacerlo con un antilíder implica un oscuro acto de sometimiento. Mientras que el liderazgo con valores es liderazgo; el liderazgo sin valores es tiranía. Sometimiento y tiranía es lo que envuelve al antilíder en sus diversas variantes pulidamente descriptas por Hatum. Aquí el comentario de Carlos March.

6. Hacia rutas salvajes, de Jon Krakauer, comentado por Silvia Itkin

Into the wild se publicó por primera vez en diciembre de 1996. Krakauer, hoy de casi 65 años, es montañista y escritor y luego de esta joya, publicó otro libro (Mal de altura) y un puñado más sobre el mismo tema: la montaña. Lo extraordinario de esta aventura que protagoniza el malogrado Chris McCandless es que sabemos que todo termina mal en las primeras páginas. Aquí el comentario de Silvia Itkin.

7. Roland Barthes, de Roland Barthes, comentado por Virginia Cosín

¿Cuántos hombres habitan una vida? ¿Cuántos una obra? Quien intenta mirarse a sí mismo  no consigue verse nunca entero, completo, uniforme, liso, parejo. Se ve recortado, ve hacia fuera y hacia dentro, ve el pasado, el presente y el futuro, se escribe, se desarma, se rompe en pedazos, hace de sí mismo una escritura, un imaginario hecho de retazos. Eso es Roland Barthes por Roland Barthes: un libro escrito por un hombre, un lector, EL lector, leyéndose a sí mismo, a sus textos, sus migajas, un hombre sin cabeza, dado vuelta, desclasado, des-acomodado. Aquí el comentario de Virginia Cosín.

Amigos, nos encontramos entre más libros la semana que viene. Leo atentamente sus comentarios y sugerencias.

Saludos,

Flor.

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Sobre libros y escritores. Todos los martes, por Javier Sinay.

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