Ayer por la noche, después de una intensa jornada de votación con una alta participación democrática, el Consejo Nacional Electoral declaró que, luego de haber escrutado el 80 % de las mesas, Maduro había ganado la presidencia con un 51,20 % sellando un nuevo mandato de seis años. La credibilidad de estos resultados fueron altamente cuestionados por líderes y organismos alrededor del mundo: desde Gabriel Boric en Chile hasta Josep Borrell, jefe de diplomacia de la Unión Europea. Muchos exigieron transparencia en los resultados.
Los últimos años en Venezuela no estuvieron caracterizados solamente por un deterioro económico, sino también por las olas migratorias a la región latinoamericana y al mundo. La última, que inició en 2017 durante el madurismo, registró la movilización de 5.4 millones de venezolanos. De acuerdo con datos oficiales, más de 200.000 residen en la Argentina y muchos de ellos son jóvenes que vinieron con sus padres y familias o incluso solos a buscar aprovechar las oportunidades educativas.
Con la sensación compartida de esperanza (por un cambio que todavía buscan) y desilusión (por los resultados oficiales), los hermanos Parés Dorta sueñan en volver a hacer sus vidas en Venezuela. Manuel, de 20 años, llegó en 2023 para estudiar Diseño Industrial en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en su tiempo libre entrega pedidos a domicilio con la aplicación de Rappi. Claudia, de 23 años, obtuvo una beca para estudiar Comunicación en la Universidad Austral. Hoy ya es licenciada y trabaja para una agencia de marketing. Su hermana, Paola, sigue sus pasos.
“Tenía una verdadera ilusión pero también era muy consciente de que el régimen se iba a proclamar como ganador. Los resultados no sorprenden a ningún venezolano”, confesó en diálogo con RED/ACCIÓN Manuel Parés. “Siento una impotencia tremenda, pero esto todavía no termina. Seguimos con María Corina y Edumundo”.
Claudia considera que, a pesar de que se esperaba una transición pacífica, no hay mucha diferencia de lo que pasó en 2018, 2015, 2013, 2012 y 2006. “Siempre son jornadas de votación donde la gente está animada y los números que se van diciendo en boca de urna son favorables. Después a la noche, cuando nadie puede hacer nada, se dicen los resultados sin ningún tipo de explicación”, opina.
Sobre esta línea, Edward Sojo, quién se recibió de Comercio Internacional en la Universidad de Palermo y hoy trabaja en Argentina, expresa que más que una ilusión tenía una certeza de que la oposición iba a ganar. Casi 8 millones de venezolanos han emigrado en estos últimos 25 años, "lo que demuestra el tipo de país y Gobierno que tiene Venezuela. Se esperaba que gane la oposición pero también que se adjudiquen la victoria”. Y confiesa: “Cada vez que gana Maduro, la posibilidad de que vuelva es más escasa pero al mismo tiempo frustrante. En el exterior estás lejos de tu familia y sin arraigo”.
Esta misma situación se replica en Claudia Arraiz, estudiante de Nutrición en la UBA, quien después de los resultados cuenta: “Me siento incomprendida y sola estando en el exterior. Nos han quitado todo”. “Llevo seis años sin ver a mi familia y es algo que en mi día a día no puedo dejar de pensar. Podré tener todo, pero no los tengo a ellos”, profundiza en diálogo con RED/ACCIÓN. El dolor más grande, además de ver las injusticias de su país, es la distancia. “El peor mal que ha hecho el chavismo es separar a las familias venezolanas, nos duele mucho a todos”, agrega Manuel Parés.
La única certeza, por ahora, parece ser que los migrantes jóvenes no volverán a su casa. Maria Alejandra Betancourt llegó a la Argentina junto con su madre y su hermana en 2019 y se licenció en Comunicación. La proyección de su retorno es casi inexistente a este punto. “Cada vez es más difícil considerando lo que va a tardar la recuperación. Los nacidos entre 1999 y 2000 solo conocemos el chavismo y el madurismo”, explica.
Sin embargo, también ratifica la posibilidad que hoy tiene de alzar su voz para poder representar a aquellos venezolanos que no pueden debido a las represalias impuestas por el régimen y los que fallecieron en las protestas pacíficas. También, aunque su esperanza de salir por la vía democrática se derrumbó ve luz al final del camino, a diferencia de otros años: “Hoy tenemos mucho apoyo internacional de algunas figuras inesperadas como el presidente de Chile Gabriel Boric”, finaliza en diálogo con RED/ACCIÓN.