Se estima que la industria de medicamentos para bajar de peso va a tener un valor de 100 mil millones de dólares para 2030. Uno de los medicamentos que protagoniza el fenómeno es Ozempic, nombre comercial del fármaco semaglutida, que fue aprobado en el país por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en agosto de 2023. Celebridades e influencers lo utilizan para bajar de peso, incluso sin tener la enfermedad para la cual está indicado, a saber: diabetes tipo 2.
El problema es global. De hecho, investigadores en Estados Unidos examinaron 1 millón de recetas de semaglutida entre 2011 y 2023. Luego separaron a aquellos que lo consumieron para diabetes tipo 2 y aquellos que lo tomaron para la obesidad o condiciones de salud relacionadas, como presión arterial alta y enfermedades cardíacas. Mientras las órdenes médicas del producto para personas con diabetes disminuyeron casi un 10 %, las del segundo grupo aumentaron más del doble durante el mismo período de tiempo, según el estudio publicado en Annals of Internal Medicine.
“La semaglutida está revolucionando el tratamiento de la diabetes tipo 2 y de la obesidad en todo el mundo. Su fama creo que se debe a múltiples factores pero, sin dudas, la característica que más impacto tiene es su efecto sobre el peso corporal. Esto se debe a que, por muchos años, no contamos con fármacos efectivos y seguros para lograr el descenso de peso”, explica Carolina Gómez Martin, médica especializada en diabetes, codirectora del centro médico Cendia y directora del Curso Diabetes en la Mujer de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).
No obstante, advierte que, como todo medicamento, tiene sus indicaciones: “En Argentina, Ozempic se comercializa con indicación para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Las dosis indicadas para el tratamiento de la obesidad aún no están disponibles en nuestro país. Puede tener efectos adversos gastrointestinales, por los cual es muy importante iniciar con dosis bajas e ir evaluando la respuesta para ajustar las dosis de forma personalizada. Si bien es un fármaco efectivo, no es la solución mágica para el tratamiento de la diabetes ni la obesidad, que requieren un abordaje integral, con planes de alimentación y actividad física adecuados a cada caso y un seguimiento profesional para lograr los mejores resultados metabólicos, sin exponerse a riesgos”.
Qué es y cómo funciona
Las indicaciones de Ozempic, según el prospecto, son como complemento de la dieta y el ejercicio para mejorar el control glucémico en adultos con diabetes mellitus tipo 2 y para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares adversos importantes en adultos con esta enfermedad o enfermedad cardiovascular, aclara Romina Takesya (@farmaceutica_ro en Instagram), farmacéutica y divulgadora en redes sociales.
Y luego explica: “El GLP-1 es una hormona fisiológica que desempeña diversas funciones en la regulación del apetito y la glucosa, así como en el sistema cardiovascular. La semaglutida actúa como un agonista (compuesto que incrementa la actividad de otro) del receptor de GLP-1”. En efecto, “la semaglutida reduce la glucosa en sangre mediante la estimulación de la secreción de insulina y la disminución de la secreción de glucagón cuando la glucosa en sangre es elevada. Este mecanismo de disminución de la glucosa en sangre también implica un ligero retraso en el vaciamiento gástrico en la fase posprandial temprana”. En Argentina, Ozempic es el único, aunque hay otros medicamentos que se utilizan para bajar de peso.
La página oficial de Ozempic explica que se suministra con un instrumento tipo pluma que contiene una aguja "tan fina como dos cabellos humanos" que se inyecta bajo la piel del abdomen, el muslo o la parte superior del brazo. Respecto al precio: O,5mg/dosis vale $302.725.30 y el de 1mg/dosis, $514.633.88.
Por su parte, Gómez Martin suma que la semaglutida actúa reajustando las sensaciones de apetito/saciedad “que están alteradas en las personas con obesidad, facilitando la adopción de planes de alimentación más saludables, en calidad y porciones. Pero cada fármaco tiene sus indicaciones según el perfil y los objetivos del paciente, por lo que es fundamental la evaluación médica especializada que personalice el tratamiento”.
Finalmente, Takesya coincide con la médica y advierte que aunque celebridades e influencers han promocionado en redes sociales su uso para perder peso rápidamente, muchas de ellas no deberían consumirlo por no tener las patolodías indicadas. Como todo medicamento tiene efectos secundarios y lo más importante: no hace magia, ni es milagroso”.
