Corea del Norte envió más globos cargados de basura y al menos uno aterrizó cerca del complejo presidencial en Yongsan, en el centro de Seúl (la capital de Corea del Sur) ayer martes. Las autoridades confirmaron que no contenía materiales peligrosos ni causó heridos.
Pero no es la primera vez que ocurre. A partir de mayo de este año, desde en Pyongyang (Corea del Norte) se lanzaron más de 3.500 globos con desechos, como colillas de cigarrillos, papeles, baterías usadas y compost.
Aunque es el décimo episodio de este estilo, esta es la primera vez que los globos apuntan directamente a la oficina presidencial surcoreana. Seúl movilizó equipos de respuesta para recoger e investigar los elementos de manera segura debido a la posibilidad de que contengan materiales peligrosos, como agentes químicos y biológicos, según Al Jazeera.
Durante años, la acción de enviar globos fue utilizada por grupos activistas de Corea del Sur para introducir artículos prohibidos en el régimen totalitario del norte, incluyendo comida, medicinas y propaganda, explica CNN. Entre ellos, en junio, el grupo Fighters for a Free North Korea (FFNK) lanzó los globos con paquetes que contenían 200.000 panfletos condenando al líder norcoreano Kim Jong Un, 5.000 USB con videos de música y programas de televisión surcoreanos, y 2.000 billetes de un dólar.
En respuesta, Corea del Norte replicó la acción y ya afirmó haber enviado más de 15 toneladas de basura. Entre otros efectos, los globos lograron interrumpir temporalmente algunos vuelos y las autoridades pidieron a los residentes que se quedaran en sus casas.
Expertos dijeron a The Guardian que Corea del Norte considera las actividades de lanzamiento de panfletos por parte de civiles surcoreanos una amenaza a sus esfuerzos por detener la entrada de noticias extranjeras y mantener su régimen autoritario. En el pasado, como respuesta al envío panfletos, Corea del Norte destruyó una oficina de enlace construida por Corea del Sur en su territorio en 2020 y disparó contra globos entrantes en 2014.