¿Sabemos lo que respiramos al entrar a un garaje? - RED/ACCIÓN

¿Sabemos lo que respiramos al entrar a un garaje?

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El aire en garajes subterráneos puede ser altamente contaminado debido a la emisión de gases peligrosos como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas finas, especialmente cuando la ventilación es insuficiente. Estudios indican niveles peligrosos de estos contaminantes, superando frecuentemente los límites recomendados por la OMS.

¿Sabemos lo que respiramos al entrar a un garaje?

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“El aire puro y limpio es un derecho humano, igual que el agua limpia. El aire contaminado es mortal”.

Carl Sagan

El aire que respiramos en los garajes subterráneos puede ser más peligroso de lo que imaginamos. Dado que los vehículos emiten gases como monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas finas (PM), que permanecen en el aire, los garajes pueden acumular altos niveles de contaminación.

Cuando la ventilación es insuficiente, la situación empeora, haciendo que los contaminantes superen los niveles óptimos para la salud.

Gases peligrosos en garajes

En concreto, el monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro e inodoro que puede causar síntomas como dolores de cabeza, mareos y envenenamiento grave en concentraciones altas.

Por su parte, los óxidos de nitrógeno incluyen el dióxido de nitrógeno (NO₂) y el óxido nítrico (NO). Estos gases son subproductos de la quema de combustibles fósiles y están asociados con problemas respiratorios y cardiovasculares.

En cuanto a las partículas finas (PM), se trata de pequeñas partículas suspendidas en el aire que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar también problemas respiratorios y cardiovasculares.

Estudios y regulaciones

La mayoría de los estudios que han investigado la calidad del aire en garajes subterráneos concluyen que los niveles de contaminantes son más altos que en espacios abiertos. Aunque existen regulaciones para estos contaminantes, muchos aparcamientos no cumplen con ellas debido a la falta de ventilación y la ausencia de controles regulares.

Una investigación publicada recientemente en American Journal of Engineering and Applied Sciences (2020) evaluó los niveles de CO en un garaje subterráneo, encontrando que las concentraciones alcanzaban niveles peligrosos durante las horas pico de uso. ¿Muy diferente de lo que ocurre en garajes al aire libre? Sí Según otro estudio realizado en Turquía, no hay duda de que los garajes subterráneos presentan niveles más altos de contaminantes debido a la limitada circulación de aire.

A esto se suma una investigación más reciente en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, en la que registramos una acumulación de niveles altos de óxidos de nitrógeno (NOx) en el garaje que podría afectar a la salud de pacientes y empleados.

Demasiado óxido de nitrógeno en el aire

Aunque las concentraciones de NO y NO₂ estaban generalmente dentro de los límites legales para los empleados del hospital, aproximadamente el 75 % de los días medidos superaron el 70 % de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para NO₂.

Los niveles más altos de NO₂ se registraron alrededor de las 11:00 AM, con un pico máximo de 0.165 ppm, superando los límites de la OMS. Esto es preocupante porque hablamos de un gas puede agravar problemas respiratorios como el asma.

Además, la exposición al NO₂ se ha vinculado con una disminución de la función pulmonar, un hecho especialmente preocupante en hospitales, donde hay pacientes y trabajadores con problemas respiratorios. La exposición continua a estos niveles de NO₂ podría empeorar su situación y hacer que los tratamientos pierdan efectividad.

Evitemos descansar o esperar aparcados en un garaje subterráneos

Para mitigar los riesgos de la exposición al NOx en el aparcamiento subterráneo del hospital, el estudio recomienda que tanto pacientes como empleados adopten medidas concretas como usar el aparcamiento exterior, sobre todo si en el vehículo viajan pacientes vulnerables, especialmente aquellos con asma u otros problemas respiratorios.

Además, los empleados del hospital deben limitar el tiempo que pasan en el garaje. Si es necesario estacionar en el aparcamiento subterráneo, deben entrar y salir rápidamente y optar por áreas cerradas con aire fresco para esperar o descansar.

En este sentido, es fundamental colocar señales claras y llevar a cabo campañas de concienciación para informar a los usuarios sobre los riesgos de salud asociados con el NOx. Desacosejar el uso del aparcamiento como área de espera puede ayudar a reducir la exposición innecesaria a los contaminantes.

Control de acceso basado en emisiones

El estudio sugiere también implementar sistemas de ventilación mejorados, especialmente durante las horas pico de tráfico. Aumentar la ventilación puede ayudar a reducir rápidamente las concentraciones de contaminantes en el aire del garaje.

Para reducir aún más los niveles de NOx, se recomienda restringir el acceso al aparcamiento subterráneo según los niveles de emisión de los vehículos. Utilizar sistemas de control de acceso basados en etiquetas ecológicas puede limitar la entrada de vehículos que emiten altas cantidades de contaminantes.

Establecer un sistema de control continuo de los niveles de NOx y publicar periódicamente los hallazgos puede asegurar que un hospital –o cualquier otra instalación pública– cumple con los estándares de salud y seguridad. O en caso contrario, tomar medidas.

La calidad del aire bajo tierra

En conclusión, es importante cuidar la calidad del aire no solo en exteriores, sino también en los aparcamientos subterráneos. Aunque los niveles de NOx están generalmente dentro de los límites ocupacionales, las concentraciones durante las horas pico pueden representar riesgos significativos para las personas vulnerables. Tomar medidas como las recomendadas resulta esencial para proteger la salud pública.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.