“Todas las personas podemos lograr nuestros sueños, solo que a nuestra propia manera”. Tais Soifer está segura de esta idea y sobre esa piedra construye el día a día. Tiene 22 años y, desde muy chica, su sueño fue estudiar comedia musical y protagonizar su propia obra de teatro. Muchas personas le dijeron que por su parálisis cerebral, esto nunca sería posible. Pero ella, lejos de abandonar su deseo, continuó en el mismo camino buscando su propia manera de lograrlo.
Hoy ese sueño existe. La Única Manera es un musical que escribe y protagoniza Tais junto a un gran equipo de personas, y también es un movimiento inclusivo. La obra está los sábados a las 21 hs en Area 623 (Pasco 623, Capital Federal), y el proyecto funciona a diario como una plataforma que trabaja por la inclusión laboral de personas con discapacidad.
La primera idea nació con la necesidad de transmitir un mensaje de inclusión. “Mi objetivo desde el momento cero fue comunicarlo de una forma en la que cualquier espectador se sienta interpelado”, cuenta la artista. El camino fue largo, y estuvo repleto de alegrías y también de desafíos, pero Tais resalta que lo más increíble fue encontrarse con tantas personas que quisieran hablar de lo mismo. Escribió la obra, hizo castings, consiguió actores, músicos y productores, y armó un equipo que hoy lo hace posible.
“Los no más duros que tuve que sortear fueron en las escuelas de teatro, ahí fue donde más veces me dijeron que no en mi vida. Pero también fue lo que me dio el pie para hacer esta obra. En una discusión, me dijeron que no estaban preparados para trabajar con alguien como yo. Fue un discurso muy difícil de escuchar. Ahí sentí que tenía que hacer algo”, cuenta Tais sobre su recorrido.
La inspiración apareció en unas vacaciones de invierno en Córdoba. Rodeada del paisaje, la joven se puso a pensar que en la naturaleza, cada elemento es distinto: no hay dos árboles ni dos montañas iguales y, sin embargo, a todo el mundo le encanta. “Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto tener esa mirada con nosotros, los humanos? Si todos, con nuestras carencias, somos los que hacemos que este mundo sea este mundo”.
Para escribir la obra, y en otro gran acierto, Tais supo rodearse de las personas adecuadas. En un proceso único, tomó clases particulares con el reconocido dramaturgo Diego Oria, quien la orientó y supervisó durante un largo tiempo. “El aceptó darme clases particulares y eso fue como un antes y un después. Lo que aprendí fue enorme pero fue más allá de lo técnico. Él fue quien nunca dejó de insistir en que esta obra se tenía que montar en un escenario”, cuenta Tais. Poco a poco, se fue armando el proyecto, y la ahora autora fue sumando al elenco distintos amigos y colegas que podían ir bien con sus personajes.
La historia de La Única Manera gira alrededor de un grupo de amigas que viven en un pueblo donde la intendenta tiene ideas muy rígidas sobre cómo hay que vivir y qué lugar tiene que ocupar cada persona. Ellas tienen sueños que no coinciden con la norma, porque sus deseos parecen ir en contra de sus posibilidades. Una quiere ser abogada, aunque le teme mucho a las disusiones; otra quiere escribir, pero no se considera creativa; otra quiere ser periodista, pero se distrae fácil; y otra tiene una discapacidad motriz, pero su sueño es ser bailarina.
La producción general de la obra está a cargo de Felicitas Ledesma Briozzo, quien también se desempeña en el equipo como coach actoral. Hoy, La Única Manera no es solamente un musical, sino que se transformó en un proyecto que, involucrando a personas con distintas habilidades, busca visibilizar la inclusión y hacerla posible. “Creemos que cada persona tiene habilidades y talentos únicos que aportar, y por eso todas las acciones que pensamos se orientan hacia la implementación de políticas y buenas prácticas que fomenten la equidad y la inclusión en el espacio de trabajo”, cuenta la productora.
Además de Tais, en el equipo trabajan una decena de personas con distintos roles y dos chicos que también tienen parálisis cerebral: Yael Mercado, compositora de canciones para la obra, y Santi Liniado, que se encarga de la operación de sonido. Para esto, el proyecto adaptó sus instalaciones y herramientas de trabajo y se enfocó en brindar el apoyo necesario para que cada uno desempeñe con éxito su rol.
Hoy, la plataforma brinda diversos servicios para empresas, colegios y fundaciones. Además de la obra de teatro, presentan experiencias lúdicas, charlas didácticas, capacitaciones para la inserción laboral en espacios artísticos y capacitaciones para trabajar con alumnos con diversidad funcional. Cada actividad se ajusta a la necesidad de cada institución donde se presentan. En sus próximos pasos está, por ejemplo, participar del evento inclusivo Expo Ortopédica, con un stand y una performance.
La obra estará en Área 623 hasta el 27 de julio y las entradas se consiguen en Alternativa Teatral. El equipo sostiene que todas las personas que asisten se vuelven a sus casas cambiadas, con una perspectiva diferente. Tais y su equipo funcionan, tanto arriba de las tablas como en el detrás de escena, y su sueño se va volviendo realidad: “Mi día a día cada vez se está transformando más en la vida que siempre quise tener, que es estar comunicando mensajes poderosos a través del arte”.