A pesar de que Furiosa, el último estreno de George Miller, fue un éxito en el Festival de Cannes (con 7 minutos de ovación), ya sabíamos que se trataba de una apuesta arriesgada. Mad Max (1979), el primer largometraje que narrra la historia de un grupo delincuente de motociclistas en un futuro apocalíptico, fue heróico en términos de lo que logró con bajo presupuesto: convertirse en un clásico del cine y referente para las películas de acción.
Siguieron Mad Max 2 (1981), Mad Max Beyond Thunderstome (1985), Mad Max: Fury Road (2015) y Furiosa (2024). Esta última, estrenada el 23 de mayo y protagonizada por Anya Talyor-Joy, contaba con un presupuesto de 168 millones de dólares. Para recuperar este monto, Warner Bros necesitaba un gran éxito de taquilla, que no fue el caso. Su cuenta de recaudación total a nivel mundial en sus primeros 20 días fue de 114,4 millones, bastante por debajo de lo esperado.
"Miller tenía un presupuesto mucho mayor esta vez. Creo que la película original de Mad Max se hizo con las monedas sueltas que encontró entre los almohadones de su sillón. Furiosa, probablemente, costó más que las primeras cuatro películas juntas", comentó George R.R. Martin, el guionista y autor de las novelas en las que se basó la serie Game Of Thrones.
Además, agregó que "dada su estructura, podría tratarse fácilmente de cinco largometrajes o quizás de tres temporadas de una serie de televisión". Este último comentario puso la mira sobre la reciente tensión entre el éxito de las plataformas de streaming y la recaudación en cines.