Una casa donde antes se vendían drogas en la Villa 21-24, de la Ciudad de Buenos Aires, hoy cumple una función muy distinta: es un Centro de Atención Comunitaria a cargo de la Familia Grande Hogar de Cristo.
Un chalet que era un centro explotación sexual se convertirá en el Centro Marplatense de Memoria y Lucha contra la Trata.
Una cooperativa que emplea a personas que estuvieron privadas de su libertad elabora productos textiles y panificados y los distribuye gracias a un vehículo recuperado por la Justicia que había sido empleado por bandas criminales.
Los casos ilustran cómo funciona Bien Restituido, una iniciativa que busca que activos —autos, barcos, casas, campos, aviones— que han sido instrumento, producto y provecho de actividades delictivas complejas puedan ser reutilizados con fines sociales. El programa está financiado por la delegación de la Unión Europea en Argentina e implementado por Libera (Italia), el Círculo Giuridico di Argentina, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y la Fundación Multipolar.
Por ahora se desarrolla de manera informal, en casos como los ejemplos citados al principio de esta nota. Pero la idea de las organizaciones impulsoras es que tenga un marco legal: para eso, presentaron un proyecto de ley al Congreso.
Modelo italiano
La iniciativa se basa en un modelo que ya lleva varios años de funcionamiento en Italia. “A mediados de la década de 1990, en medio de la crisis política y de seguridad que vivía Italia por su la lucha contra el crimen organizado, desde la sociedad civil impulsaron una ley para reutilizar los bienes, ya que el Estado había comenzado muy tibiamente a decomisarlos pero luego no llegaba a venderlos ni a reutilizarlos”, recapitula en diálogo con este medio Lucas Manjon, representante de Libera en la Argentina y coordinador del proyecto.
Algo similar a aquello ocurre hoy en nuestro país. Se estima que los activos que tiene hoy la justicia argentina en sus manos están valuados en más de 100.000 millones de pesos. Y en su mayoría se están deteriorando y perdiendo no sólo valor económico sino también simbólico.
Ante una convocatoria de la Unión Europea para financiar y apoyar proyectos de fortalecimiento de la sociedad civil, las organizaciones se juntaron para proponer la creación de una ley que permita al Estado argentino y a las organizaciones de la sociedad civil poder reutilizar todos los bienes que la Justicia Federal decomisa o cautela.
“Argentina tiene una ley que determina cómo se manejan los bienes secuestrados, pero es de 1974, cuando claramente el crimen organizado no era lo que es hoy”, añade Manjon. E ilustra: “En ese momento se podían llegar a decomisar productos como una máquina de escribir, sillas, muebles… como muy muy chicas. No tenía ningún sentido pensar en su administración”.
“La justicia fue evolucionando —sigue Manjon—. Se empezó a hacer énfasis en el recupero de los bienes para hacer quebrar a la empresa criminal. Y si bien esto fue efectivo por un lado, también generó un nuevo problema, porque vos todo eso que recuperás lo tenés que administrar”.
Proyecto de ley
El proyecto Ley de Administración y Reutilización Social de Bienes Cautelados y Decomisados fue presentado el 9 de abril en la Cámara de Diputados y contó con un amplio apoyo de todos los bloques.
Propone:
- Aprovechar los recursos materiales recuperados al crimen organizado.
- Transparentar la cantidad y la gestión de los activos recuperados al crimen organizado.
- Desarrollar programas estatales o gestionados por organizaciones sociales con los recursos recuperados.
- Garantizar el cuidado de los bienes para preservar su valor, tanto para el Estado como para las personas involucradas en los procesos judiciales.
- Poner a cargo de una agencia autosustentada y especializada la gestión y administración de estos activos.
En la elaboración de la propuesta de ley trabajaron, además de las referidas organizaciones, jueces, juezas, fiscales y fsicalas, y acompañaron su presentación más de 60 organizaciones sociales.
Manjon cuenta que la iniciativa comenzó a gestarse durante la pandemia. “Incorporamos un montón de devoluciones de los fiscales y jueces. Luego salimos a hablar con la sociedad civil, hicimos un mapeo de organizaciones, las cuales a su vez también nos dieron su parecer”. Luego, se presentó por primera vez en Diputados en 2022, pero tras un 2023 electoral no llegó a tratarse y perdió estado parlamentario.
De Italia al mundo
El modelo surgido en Italia ha logrado destinar más de 40.000 millones de euros recuperados del crimen organizado a la prevención y reparación del daño ocasionado. Los bienes recuperados se han empleado de distintas maneras por organizaciones comunitarias. Por ejemplo, para la producción de vinos, aceita de oliva o agroturismo.
“El impacto es muy grande. Y esto hace que muchos países intenten seguirlo. Además de Argentina, hay intenciones de replicarlo en Francia, España, Holanda, Rumania, Albania, Colombia, todos países con problemas de criminalidad organizada”, cuenta Manjon. También destaca que en Italia se recuperaron 60.000 inmuebles y se crearon numerosos puestos de trabajo.
“Pero fundamentalmente lo que se genera es haber hecho partícipe a las organizaciones de la sociedad civil. Esto ha permitido mantener la política a lo largo del tiempo pese a los cambios de Gobierno, lo que ha ayudado a generar nuevos mecanismos para detener el avance del crimen organizado”.
De todas maneras, el proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados argentina surgiere adaptaciones al modelo italiano. Por ejemplo, cuenta Manjon, en Italia, durante el proceso judicial, el bien no se puede reutilizar. “Nosotros planteamos que sí se use durante el proceso, porque esto de hecho también es un beneficio para la persona judicializada. La mejor manera de mantener un bien, como un auto o una casa, es usándolo”.
Un valor simbólico y una ayuda económica
Desde Bien Restituido destacan que los beneficios de la iniciativa no pueden medirse únicamente por el valor monetario de los bienes que se recuperan, sino que también hay un valor simbólico en reutilizar estos bienes. “Más allá de la ley, el proyecto trata de fijar un nuevo paradigma en la lucha contra las organizaciones criminales complejas. Se busca resignificar el rol de la de la sociedad. Porque el crimen organizado deja víctimas directas, pero también hay una víctima indirecta que es la sociedad en su conjunto”, explica Manjon. Aunque aclara que, “en la Argentina se debe lograr consenso para desarrollar programas como el de Bien Restituido, que son muy abarcativos”.
Para destacar el valor simbólico de la iniciativa, el proyecto de ley, en sus artículos 19 y 20, señala que objetos cautelados y decomisados son oportunidades de reparación de las víctimas directas e indirectas del crimen organizado.
“Es cerrar un círculo: en lugares donde se vendía drogas que hoy sea un espacio para prevención para chicos y adolescentes”, cuenta el padre Facundo, quien coordina las actividades del centro comunitario instalado en la villa 21-24. “Es importante lo que significa en tiempos actuales que un espacio así se recupere. Que el Estado decida que el lugar no quede abandonado, sino que se transforme en algo nuevo, distinto”, agrega.
Pero el padre Facundo también admite que para una organización social resulta una ayuda significativa contar con un inmueble para desarrollar sus actividades. Y no es el único que destaca cuán importante es para las organizaciones contar con este tipo de ayudas económicas.
“Recibimos bienes que han sido secuestrados debandas delictivas de la zona. Principalmente son vehículos utilitarios que que usamos para distribuir productos de panificación y textiles que hacen las cooperativas de trabajo, que está formadas casi en su totalidad por personas que han estado privadas de su libertad”, cuenta Fernando Benítez, miembro de la Fundación Tercer Tiempo, que funciona en Rosario. “Esto nos beneficia tremendamente. Antes, sin el vehículo, senos complicaba mucho. Ahora, con distribución propia, abaratamos los costos y aumentamos las ganancias”, agrega. Otra de las organizaciones que se beneficia de Bien Restituido es la Cooperativa San Cayetano, que recibe a chicos y chicas en situación de calle, muchos de ellos con consumos problemáticos. Uno de sus iniciativas es un taller textil. “Desde Bien Restituido nos donaron un montón de telas, lo que nos permitió armar un local en Chascomús y acompañar un proyecto en el norte de Salta”, destaca Rosario Anchorena, presidenta del a cooperativa.