Qué pasó. El lunes varios medios de prensa publicaron la solicitada "La transparencia del financiamiento político y electoral es un compromiso colectivo", emitida por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), junto con Poder Ciudadano y la Red de Acción Política.
El objetivo fue presionar a la dirigencia para crear consensos que permitan aprobar urgentemente una nueva ley de financiamiento de la política para "financiar eficientemente, con equidad y transparencia, las campañas". Pide a los aportantes del sector privado y a las empresas que financian partidos políticos que lo hagan únicamente con dinero bancarizado y en forma transparente.
Ayer se sumaron a la propuesta los principales grupos empresariales de la Argentina. El Foro de Convergencia Empresarial sacó un comunicado donde dice que es urgente mejorar la transparencia en los procesos electorales, incluyendo la financiación de la política, los sistemas de votación y el conteo de votos. El Foro reúne una veintena de entidades empresarias y fundaciones, incluyendo IDEA, el Instituto para el desarrollo Empresarial de la Argentina.
El contexto. La iniciativa ocurre en un año electoral, mientras el Gobierno evalúa convocar a sesiones extraordinarias en febrero y poner el tema del finaciamiento político como eje principal. Esta semana la Cámara Federal apartó al juez federal Sebastián Casanello de la investigación sobre los “aportes truchos” a la campaña presidencial de Mauricio Macri en 2015 y a las elecciones legislativas de 2017 en la Ciudad de Buenos Aires. Este fallo es considerado favorable al Gobierno.
Ranking de transparencia. La semana pasada se publicó el ranking anual que elabora Transparencia Internacional y que mide la corrupción y la transparencia en el sector público. Reveló que la Argentina sigue mejorando en sus índices de corrupción, pero se mantiene en la parte inferior del ranking mundial.
La democracia argentina alcanzó 40 puntos (sobre 100 posibles) en el Índice de Percepción de Corrupción de 2018. El resultado es una mejora modesta (de 1 punto) en comparación con el año pasado, pero confirma la tendencia de los últimos 3 años en los que el país aumentó 8 puntos, “mostrando una mejora significativa”, según el informe.
El puntaje obtenido mantiene al país en el puesto 85 del ranking y por debajo de la media global (43 puntos). Esto ubica a la Argentina entre los dos tercios de países que no alcanzan los 50 puntos de acuerdo al estudio.
