Cuando Scarlett Johansson le dio voz a Samantha, el robot de la película Her, nunca imaginamos que la ciencia ficción se volvería realidad. Pero con la llegada de ChatGPT-4o, la versión más sofisticada del bot que ya conocemos, OpenAI sacó una interfaz de comunicación con diferentes voces sintéticas. Una de ellas, Sky, presentó un parecido casi indistinguible con la de la actriz.
Sin embargo, este lunes la empresa tuvo que desactivarlo debido al inicio de acciones legales por parte de la actriz, quien junto a sus abogados exigió que se aclare cómo se había creado esta nueva voz.
De acuerdo con un comunicado de Johansson, en septiembre del año pasado Sam Altman, CEO de OpenAI, quiso contratarla para que su voz encarne proyecto. El empresario intentó de persuadirla con la excusa de que ella podía tender un puente entre las empresas tecnológicas y los creativos, así como también hacer que los consumidores se sientan más “cómodos” con el cambio. Luego de una extensa consideración, ella decidió rechazar la oferta.
La decisión parece que no fue respetada, ya que nueve meses después OpenAI anunció la llegada de ChatGPT-4o. La plataforma permite a los usuarios elegir la voz con la que quieren interactuar y Sky, una de ellas, sonaba casi igual que la actriz.
“Cuando escuché el demo, me sorprendió, me enfureció y me pareció increíble que el Altman utilizara una voz que sonaba tan parecida a la mía que mis amigos más cercanos y los medios de comunicación no podían notar la diferencia”, escribió la actriz en redes. La intención del CEO se evidenció cuando él mismo escribió en X “HER” el día del lanzamiento, haciendo referencia al papel que interpretó la actriz.
her
— Sam Altman (@sama) May 13, 2024
Además, confesó que dos días antes del lanzamiento Altman había contactado al agente de la actriz para que reconsiderara la propuesta.
“En una época en la que todos nos enfrentamos a los deepfakes y a la protección de nuestra propia imagen, nuestro propio trabajo, nuestra propia identidad, creo que son cuestiones que merecen absoluta claridad. Espero una resolución en forma de transparencia y la aprobación de una legislación adecuada que ayude a garantizar la protección de los derechos individuales”, reflexionó Johanson.
En respuesta a esta denuncia pública, la empresa sacó el domingo un comunicado oficial afirmando que Sky no era efectivamente la imitación de Scarlett Johansson, sino que pertenece a otra actriz profesional, de quien no dieron el nombre para proteger su privacidad.
De acuerdo con Wired, Niko Felix, portavoz de la empresa, anunció que está pausado el uso de la voz de Sky mientras se “resuelven algunas dudas”.
La ética de OpenAI está en agenda también por la renuncia del responsable de seguridad, Jan Leike. El exmiembro de la tecnológica anunció por redes sociales que dejaba su cargo y su razón fue clara: en el último tiempo los procesos de seguridad pasaron a un segundo plano frente a la necesidad de innovar en los productos.