El síndrome del nido vacío se refiere a la angustia que sienten muchos padres cuando sus hijos se van de casa. Este trastorno suele ser más frecuente en las mujeres (quienes tienden a haber desempeñado el papel de cuidadoras principales), aunque ambas figuras de apego pueden experimentarlo.
A diferencia del duelo que se atraviesa cuando fallece un ser querido, el del síndrome del nido vacío tiende a pasar desapercibido, porque el hecho de que un hijo adulto se mude de casa se considera un acontecimiento normal y saludable. Por ello, puede que los padres afectados no encuentren muchas fuentes de apoyo. Además, esta angustia muchas veces se combina con otros momentos desafiantes, como la menopausia o jubilación.
"En cada caso es distinto, ya sea que se trate de hijos que migran, de hogares monoparentales o de parejas. Incluso conocí el caso de una persona que pensaba que estaba tan enfocada con su vida profesional que no iba a transitar esta angustia del nido vacío, aunque luego apareció y la tomó por sorpresa", introduce en diálogo con RED/ACCIÓN la psicóloga Josefina Smart (licenciada por la Universidad de Belgrano).
"Es importante prepararse antes de que llegue el momento en que los hijos se van de sus casas. Tiene que ver con cultivar los aspectos de la identidad para que, cuando ya no esté esa zona tan importante como es la maternidad o paternidad, no haya una crisis. Lo mismo sucede con las parejas: algunas funcionan muy bien como parte de una familia, pero es importante preparar la relación por fuera de ese marco", agrega la Smart.
Además, esta puede ser una oportunidad para desarrollar relaciones adultas con los hijos. "Aunque la esencia de la relación siempre sea padre o madre/hijo, y puede que ellos todavía recurran a nosotros como una figura de apoyo en muchas ocasiones, la relación va adquiriendo distintas cualidades. Así, podemos desarrollar una relación que no se basa tanto en la dependencia, sino en disfrutar quiénes llegaron a ser nuestros hijos y en lo que se están convirtiendo", agrega Smart. "Son centrales las capacidades de habitar y reconocer estas emociones, la posibilidad de resignificar la propia vida y encontrar un nuevo nido, ya sea de pareja o personal, de estudio, actividad física, o vida social".
Finalmente, para pensar en un ejemplo concreto, aunque también algo metafórico, la psicóloga lo relaciona con un video que se viralizó en redes y el debate que suscitó. "Era una mujer que había corrido una maratón y estaba llegando primera al final, pero unos minutos antes de la línea de llegada su marido la esperaba con sus dos hijas, ubicándolas de manera tal para que ella las agarre y corra de la mano con ellas hacia la línea de llegada. Pero eso la hubiera hecho perder tiempo, afectando la medida de su desempeño en la maratón. Me hizo pensar en cómo uno tiene que pensar en las propias metas. No poner absolutamente todo lo que uno tiene en la maternidad porque, si bien los hijos son una prioridad, hay que tener espacios de donde sostenerse cuando ellos se van de la casa" concluye.
@lifecoachshawn 🎥: @Sinomar_Reporter A husband encourages his kids to interrupt their mommy’s marathon run right before the finish line. Was this an honest oversight or does it seem like he was intentionally jeopardizing her chance to win first place? #weaponizedincompentence #dating #datingtips #datingadvice ♬ original sound - Shawnda