¡Buenos días! Hace poco nos enteramos de una hermosa noticia: una joven encontró a su hermano luego de 14 años de búsqueda. Un hecho que nos vuelve a llamar a la reflexión sobre nuestro papel para difundir los rostros de niños y niñas que están perdidos.
Compartí esta newsletter o suscribite
1
Hace casi 30 años, en 1995, empezó a funcionar la Red Solidaria, fundada especialmente pensando en la comunidad y temas como comedores comunitarios, merenderos, situación de calle, donación de sangre. Conforme el voluntariado empezó a crecer —y sigue creciendo— nos enteramos de distintas necesidades, desde la comida al abrigo o los medicamentos. En un momento empezaron a llamar distintas personas. Una dijo: “Mi hija fue a la escuela y no llegó”. Otro dijo: “Mi hijo fue a una fiesta y no volvió”. Así descubrimos situaciones que desconocíamos: que los chicos y chicas pueden perderse por un montón de razones.
Para tranquilidad de todas las familias, es algo poco común. Pero cuando ocurre hace falta moverse y organizarse. Hubo momentos en los cuales la Red Solidaria tenía 33 chicas y chicos. Nos dimos cuenta de que era necesario tener otra mirada, que esta temática necesitaba una verdadera especialización.
Buscando respuestas fundamos Missing Children Argentina en 1998, tres años después de la Red Solidaria.
Hay infinitas historias y la mayoría terminaron bien. Un gran porcentaje de los chicos que se pierden aparecen, y lo hacen enseguida. Pero también es cierto que, en este momento, 95 menores en nuestro país y 5.990 chicas y chicos en todo occidente están perdidos aún. Y hay que buscarlos. Que un menor se pierda nos tiene que llamar a organizarnos mejor, a pensar cómo responder.
2
Tuvimos muchas historias, algunas muy esperanzadoras. Una joven de 15 años se perdió en la Ciudad de Buenos Aires y no apareció más. Y cuatro años después llamó por teléfono desde Brasil a su mamá diciéndole que tenía dos hijos y un marido.
Otra joven se perdió en Mendoza. Tres años más tarde se vio ella misma en un paquete de yerba donde se había impreso la imagen de su búsqueda y llamó a una tía para contarle que estaba muy bien en otra provincia, que tenía un marido y tres hijos.
Estas dos historias nos marcaron y dieron mucha esperanza.
Antes de la pandemia, una joven mamá de 24 años se pierde. Empieza una búsqueda intensísima que queda en nada. A través del compromiso, de mover y buscar, se la encuentra en buen estado seis años después. Y se reencuentra a los 30 años con su familia.
Cada vez que pasa el tiempo y alguien aparece esperanza a todas las demás familias del país.
Por supuesto, este espacio quiere celebrar que aparezca después de tantos años un encuentro de hermanos único, que bate todos los récords: después de 14 años de búsqueda, una joven encontró a su hermano, que había desaparecido con solo 13 años.
“Llegaron a decirme que había muerto. Pero en mi corazón yo sabía que no era así. Cada vez que preguntaba, nadie sabía de él. Era muy frustrante, no sabía qué otras puertas golpear”, contó a La Nación Yamila, quien dio con su hermano gracias a una publicación de Missing Children Argentina. Un encuentro emotivo que, sin dudas, nos llena de alegría.
Pan American Energy busca ser un promotor activo en el desarrollo de las comunidades en las que opera. Por ello, lleva a cabo acciones de triple impacto para crear valor económico, social y ambiental a través de la articulación público-privada. Su trabajo en Sustentabilidad se basa en cuatro ejes estratégicos: educación y cultura, salud y deporte, desarrollo local y ambiente. En el último año, con sus más de 100 programas, la compañía alcanzó a más de 300.000 personas.
Conocé más en pan-energy.com/sustentabilidad
3
Una pregunta que siempre aparece. ¿Qué hacer cuando se pierde una persona?
No hay ningún manual. Lo que es recomendable hacer cuando pasaron 10 o 30 segundos de que un ser querido no está y creés que se perdió es hacer un verdadero escándalo. No hay ninguna razón para detenerse cuando uno supone que un ser querido se perdió. Si uno se equivoca por exceso, si es que apenas se había apartado un rato de nosotros, bienvenida sea la equivocación. Pero conociendo tantas historias, uno propone el escándalo.
Y si buscamos formas más “prolijas”, se puede hacer una denuncia a una fiscalía, que es el lugar más recomendable. En algunos lugares se puede sumar la denuncia policial.
Y luego dividir la búsqueda en tres vías. Por un lado, informar y hacer partícipes a amigos, familiares y afectos. Por otro lado, difundir la búsqueda en medios masivos de comunicación tradicionales. Y por último, claro, hacerlo por las redes.
Lo que sentimos siempre es que una imagen que compartimos, cuando un chiquito se pierde en un lugar público como una playa, se suele empezar a aplaudir. Y cuanta más gente aplaude más rápido se lo encuentra. Entonces, cuando alguien se pierde hay que intentar que más gente se entere, que más gente difunda. Que más gente aplauda hasta que se produzca el encuentro tan esperado.
4
Una breve charla con Ana Rosa Llobet, presidenta de Missing Children Argentina.
—Una hermana acaba de encontrarse con su hermano luego de 14 años de no saber dónde estaba. ¿Creés que puede ser de ayuda para generar esperanza e impulsar búsquedas?
—Sí, por supuesto, conocer estos casos que revisten características extraordinarias es sumamente alentador para las familias y para quienes trabajamos en estas ONG, porque nos hacen pensar en que todo esfuerzo vale la pena, y que no importa cuántos años hayan pasado, siempre se puede llegar concretar ese encuentro tan deseado. Por eso insistimos en la difusión, porque sostienen la esperanza de quienes todavía siguen buscado.
—¿Cuál es el principal mensaje y qué consejos dan a una familia que busca a un niño o niña?
— El principal mensaje es que la denuncia sea inmediata. Revisado el entorno familiar, es imprescindible radicar la denuncia en la comisaría y, en caso de no poder concretarlo, en la fiscalía de turno. Las primeras horas son clave para la búsqueda, significan la posibilidad de encontrar a quien buscamos en el contexto inmediato, cuanto más tiempo pasa, más difícil se hace. Luego, recomendamos comunicarse con Missing Children Argentina, para que la difusión de la imagen sea intensa y se logre información para poder ubicar a ese niño o niña. Esa información es brindada a la brevedad a quienes investigan.
—¿En qué ayudan y cuáles son los riesgos de las redes sociales en estas búsquedas?
—En Missing Children Argentina siempre mencionamos la doble cara de las redes: lo productivas que resultan y los perjuicios que, a su vez, provocan. En nuestra experiencia, el uso de las redes (Facebook, Instagram, X) ha sido altamente positivo en cuanto a la inmediatez y la posibilidad de multiplicar la difusión de las búsquedas. Esto sin duda deviene en una mayor celeridad en las resoluciones. Nos consta que a través de esas difusiones se logra un compromiso del público en general, que comparte las imágenes de inmediato: miles de usuarios de redes las reciben simultáneamente y, a su vez, ayudan a propagarlas a nivel nacional e internacional. Además, la mayoría de nuestras campañas masivas se desarrollan a través de redes y del aporte solidario de agencias e influencers, quienes no dudan en brindar su apoyo desinteresado, motivados porque el tema los conmueve. Esa, en definitiva, es la función de estas campañas: la toma de conciencia de la comunidad acerca de esta problemática y la responsabilidad que nos atañe a todos para poder resolverla. Aquí también el rol de las redes es invalorable.
Durante 2023 hemos logrado, a través de redes sociales, activar el programa de Reconocimiento Facial con Google. Desde mediados de año difundimos un álbum con las fotos de chicos perdidos que los usuarios pueden compartir cliqueando en los links de nuestras bios. Una herramienta más que permite encontrar coincidencias, dentro y fuera del país.
—¿Y cuál es la contracara?
—Por otro lado, somos conscientes de los peligros que conlleva el uso de redes, fundamentalmente para niños y adolescentes. Entre nuestros buscados, muchos son víctimas de grooming y de otros delitos cibernéticos. Los chicos logran contacto con extraños y caen en situaciones no deseadas, y en ocasiones con final trágico.
También preocupa la difusión de casos falsos o de chicos que hace tiempo ya fueron encontrados. Por eso insistimos en que se compartan las fotos desde nuestros links, porque si el niño es encontrado, en nuestra página la foto desaparece y es reemplazada por una bandera verde. Esto tiene que ver con la necesidad de preservar su intimidad: publicamos para encontrarlos, pero eliminamos la imagen de inmediato cuando aparece. Si la publicación no es de Missing Children, nos parece imprescindible verificar que el niño sigue en búsqueda antes de compartirla. Otro aspecto negativo que observamos es la violencia de los comentarios en algunos posteos de quienes, amparados en el anonimato, desacreditan búsquedas, niños, familiares e incluso la tarea de buscarlos. De todos modos, evidentemente, contar con los beneficios de las redes supera ampliamente los riesgos que ellas mismas suponen.
—¿Qué puede hacer una persona que se entera de una búsqueda además de compartir la información?
—Nuestro lema es “gracias por prestarnos tus ojos”, esa es la principal ayuda que se necesita. Una comunidad que “mire”, se comprometa, que no sea indiferente. Reconocer en las fotos que mostramos a alguien de su contexto cotidiano, tomarse el trabajo de brindar la información es ya una enorme colaboración. Ver algún niño en situación de vulnerabilidad, mirar si está en la página y si está, llamarnos, también es una forma de ejercer la solidaridad y la responsabilidad con la comunidad.
5
Acá te dejamos toda la información necesaria para comunicarte con Missing Children Argentina.
- Teléfono: 0800.333 5500
- Mail: [email protected]
- Web: http://www.missingchildren.org.ar
- WhatsApp (solo mensajes): +54 911 41573101
- Facebook: https//wwwfacebook@MissingChildrenArg
- Twitter: https://www.twitter@missingcharg
- Instagram: https://www.instagram@missingchildren
6
Nos despedimos con dos informaciones que pueden resultarte útiles.
El primero es recordarte que hasta el 10 de mayo hay tiempo para participar del Premio Ana Frank de Jóvenes para Jóvenes, que reconoce proyectos liderados por juventudes con impacto en Argentina y Uruguay. Te contamos más en esta nota.
Por otro lado, hasta el 13 de mayo se lleva adelante la campaña Desde el lugar del otro, de TECHO Argentina, que busca recaudar fondos para construir 50 viviendas de emergencia en distintos puntos de la Argentina. Más info, acá.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.
Juan y David