Ayer estudiantes, docentes, egresados, organizaciones sindicales, trabajadores y vecinos realizaron una gran marcha masiva en distintos puntos del país, en reclamo por un mayor presupuesto para la educación pública. Según fuentes de Chequeado, el presupuesto bajó un 76% respecto del año pasado. ¿Cómo afecta esta situación a las universidades?
Desde hace ya varias semanas diversas universidades han anunciado la situación crítica en la que se encuentran las instituciones. Si bien el Gobierno anunció un aumento del 70% para las mismas, solo lo destinarán para gastos de funcionamiento, no para los salarios de los trabajadores.
Desde enero que la Universidad Nacional del Comahue (Unco) alertó que el congelamiento del presupuesto 2024 – en 2023 fue de unos $14.366 millones – pondría en jaque el funcionamiento general de la Casa de Estudios a poco de andar. En ese momento la rectora Beatriz Gentile aseguró que Nación envió $120 millones para gastos de funcionamiento cuando las necesidades reales trepaban por encima de los $230 millones.
Lo mismo ocurrió en febrero y marzo. El Consejo Superior de la Unco había presupuestado para este año unos $43.359 millones, en sintonía con el planteo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que había proyectado una recomposición del 300%, que surgió de contemplar la inflación del año pasado y la que, en enero, se preveía para este año.
En este mes la Unco pagó $40 millones solo por el consumo de luz y se estima que en mayo, la factura será de $60 millones. Hace dos semanas el vicerrector, Paul Osovnikar, aclaró que si bien aún no entraron en cesación de pagos, el funcionamiento, que incluye servicios, limpieza y gastos de administración, se encuentra al límite. Hoy estamos funcionando con un tercio de lo que necesitamos”, dijo en declaraciones radiales.
Por su parte la Universidad Nacional de Río Negro el gobierno de Milei le transfirió 3.994 millones de enero a marzo. Esta cifra representó una baja del 26,7% respecto de lo que había recibido el año pasado en términos reales.
En marzo, se declaró la Emergencia Económica Financiera en la institución, que no puede afrontar los gastos de funcionamiento (aumentos tarifarios, alquileres de instalaciones, compra de insumos para desarrollo de laboratorios, becas propias, programas de conectividad). Además, obra del Edificio Académico del Campus de la sede Andina en Bariloche, que tiene una ejecución del 98% y no podrá terminarse.
La situación se repite en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde según un estudio realizado por el equipo de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la institución tendría recursos para funcionar solo hasta el 31 de mayo.
Cuál es la situación de las universidades ante la falta de presupuesto
Según los datos recabados por Chequeado, si el índice de precios evoluciona de acuerdo a las proyecciones del REM, el presupuesto destinado a Educación Superior debería ser de $ 5,8 billones para no caer en términos reales. Es decir, que si durante 2024 se utiliza el presupuesto actual, el área tendría una caída real del 76,3% con respecto a 2023.
Los resultados mostraron además que los gastos ejecutados en enero y febrero de 2024 representan una caída real del 27,6% con respecto a igual período de 2023.
El informe destacó que las actividades que más perdieron fueron: Acciones Universitarias para el Desarrollo Nacional y Regional (Fondo Universitario para el Desarrollo Regional-FUNDAR), a la que no se le asignó ningún crédito (en 2023 se habían gastado $ 32 millones), y luego la Asistencia Financiera para el Funcionamiento Universitario (-72,63%), para el cual Milei anunció el aumento del 70%.
¿Alcanza un aumento del 70% para gastos de funcionamiento?
El presupuesto en 2023 fue de $69.188 millones y sobre éste valor el Ministerio de Capital Humano indicó el aumento del 70%. Según un especialista en Políticas Educativas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Agustín Claus, que fue entrevistado por Chequeado, la cifra «no llega a representar el 6% del total de los recursos que las 55 universidades nacionales«.
“Este anuncio, aunque parezca importante, no resulta suficiente, ya que considerando la inflación interanual a febrero de 2024, y considerando el 70% de aumento, el ajuste interanual de los gastos de funcionamiento sería del 55%, considerando los recursos utilizados en el mes de febrero del año 2023. Esto significa que las universidades aún siguen teniendo un presupuesto 55% menor a lo necesario para estas partidas”, explicó.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.