Durante el 2023, Europa enfrentó niveles de calor extremo jamás vistos. En el pico de la ola de calor en julio, el 41 % del sur del continente se vio afectado por al menos un "fuerte estrés por calor", de acuerdo con el informe lanzado por el servicio de observación terrestre de la Unión Europea, Copernicus, y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
"Este tipo de mediciones permiten corroborar en forma númerica en qué escenario nos encontramos", comenta a RED/ACCIÓN Adriana Basualdo, licenciada en Ciencias de la Atmósfera por la UBA. De acuerdo con la experta, existen especialistas más optimistas que esperan que las emisiones de dióxido de carbono o de gas de efecto invernadero disminuyan; mientras tanto, están los pesimistas que sugieren que vamos a seguir emitiendo con la misma tasa de crecimiento; y los que opinan que la tasa se mantendrá igual.
Los datos recopilados muestran que las temperaturas estuvieron por encima del promedio durante 11 meses de 2023, incluyendo el septiembre más cálido registrado. La cantidad de personas cuya salud fue afectada por las condiciones climáticas va en aumento. La tasa de mortalidad debido a las altas temperaturas incrementó en un 30% en las últimas dos décadas.
"Aparte de que la temperatura en sí misma causa efectos directos sobre la población humana y sobre el ambiente en general, como las olas de calor, hay una infinidad de impactos indirectos. Por ejemplo, enfermedades que en determinados lugares no se daban o se daban con poca frecuencia y se empiezan a dar más seguido, como es el caso del dengue en nuestro país", afirma Basualdo.
Según The Guardian, el clima seco provocó grandes incendios que afectaron a aldeas y ciudades. Debido a la sequía, en países del sur como España, Portugal e Italia, los fenómenos fueron más feroces. Grecia sufrió el mayor incendio forestal jamás registrado por la Unión Europea, de 960 kilómetros, de acuerdo con Reuters. Otro evento que se registró en el informe fueron las inundaciones. Se registró un 7 % más de precipitaciones que la media. En Europa, afectaron a aproximadamente 1,6 millones de personas y causaron al rededor del 81 % de las pérdidas económicas del año por sus impactos en el continente.
"La atmósfera no tiene fronteras entre países ni entre continentes, y por ejemplo, que un país tenga muy buenas estrategias para limitar la emisión de gases de efecto invernadero, no quiere decir que no va a tener impacto, porque si hay otro que no toma ninguna medida, también se va a ver perjudicado el país que sí las toma. Esto es algo que la humanidad tiene que hacer en conjunto, como si fuera algo que tenemos que aprender", comenta a propósito Basualdo.
No obstante, hay algunos datos esperanzadores. Se registró un récord del 43 % de la generación de electricidad real a través de energías renovables. Asimismo, el aumento de las tormentas entre octubre y diciembre dio como resultado un aumento en el potencial para generar energía eólica.
En el caso de América, existe información específica sobre los fenómenos climáticos y los resultaos no difieren tanto de los que se encuentran en Europa de acuerdo con la experta. "La atmósfera es algo que compartimos todos pero la diferencia en la vulnerabilidad de la gente que no es la misma en todos lados", destaca Basualdo.
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