¿Por qué el clima tormentoso se relaciona con el dolor articular y las migrañas?

¿Por qué el clima tormentoso se relaciona con el dolor articular y las migrañas?

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Para muchas personas, la humedad, el descenso de temperatura y presión implican dolores de cabeza o en las articulaciones. Aunque las investigaciones científicas no arrojan resultados 100% claros, existen algunas teorías y algunos métodos para prevenir estos síntomas ante el mal tiempo.

¿Por qué el clima tormentoso se relaciona con el dolor articular y las migrañas?

Imagen de vecstock en Freepik.

Werner Becker es profesor emérito del Departamento de Neurociencias Clínicas en la Universidad Calgary Cumming (Canadá), y comenta a NatGeo que sus pacientes suelen mencionar un desencadenante común de sus migrañas: el clima. "Incluso escuché a algunos pacientes referirse a sí mismos como barómetros humanos", dice Becker.

Pero la llegada de las tormentas y la presión atmosférica baja no son un desencadenante del dolor solo para quienes pacecen migrañas; aproximadamente dos tercios de las personas con artritis y fibromialgia reportan un mayor dolor articular y muscular durante el clima tormentoso. La revista PlosOne encontró que los cambios climáticos locales a menudo se asocian con un aumento en el número de búsquedas de síntomas de dolor, y el 70 % de los pacientes con dolor crónico afirman que modificarían sus planes debido al clima.

A pesar de décadas de investigación sobre el tema, todavía no comprendemos mucho sobre el  impacto del clima en el cuerpo. Aunque muchos estudios han investigado la relación entre el dolor y la presión barométrica, sus resultados fueron resultados mixtos. "Es algo bastante frustrante para los pacientes cuyos síntomas empeoran con los cambios del clima", menciona Becker. Sin embargo, existen algunos hábitos y cambios en la rutina que pueden ayudar. Estas son algunas de las cosas que sabemos en cuanto al clima y la salud.

Migrañas

Los científicos todavía no conocen la causa principal de las migrañas, definidas como dolores de cabeza debilitantes que suelen venir acompañados de náuseas y sensibilidad a la luz. Por el momento, se cree que la actividad cerebral anormal conduce al dolor y que algunos genes nos hacen más propenso a los ataques.

En cuanto al clima, Becker las estudió en relación con los vientos chinook, una corriente específica del noroeste de Estados Unidos y Canadá que se correlaciona con una caída repentina de la presión atmosférica. El estudio encontró que entre el 30 y 40 % de los pacientes tenían más probabilidades de reportar episodios el día anterior o durante los vientos chinook.

Jan Hoffmann, neurólogo, especialista en migraña y lector clínico en King's College London, especula que podría deberse a que los desencadenantes de la migraña no necesariamente causan la migraña. “Hay docenas de desencadenantes conocidos de la migraña, desde la falta de sueño hasta la abstinencia de cafeína, la mayoría de los cuales están asociados con cambios repentinos en las rutinas diarias. Pero los desencadenantes solo aumentan la posibilidad de una migraña, por lo que no está garantizado que una tormenta próxima la cause en realidad”, explica Hoffmann.

A su vez, basándose en estudios en roedores, los expertos creen que los cambios de presión podrían aumentar la actividad en ciertas áreas del cerebro. De manera similar, los estudios informan que los cambios en la presión del oído medio podrían aumentar la actividad cerebral en las áreas que controlan la coordinación y el equilibrio. Otras teorías postulan que los cambios en la presión barométrica también podrían constreñir los vasos sanguíneos y causar cambios en el flujo sanguíneo al cerebro, lo que se sabe que agrava los síntomas del dolor de cabeza.

Hoffmann dice que los cambios de presión son probablemente la razón por la cual los pacientes con migraña experimentan peores dolores de cabeza durante los días de mal tiempo. Añade, sin embargo, que es difícil desenredar el impacto de la presión barométrica, la temperatura y la humedad, ya que las caídas de presión suelen venir acompañadas de las tres.

En cuanto a la prevención, el neurólogo recomienda que los pacientes hagan todo lo posible por mantener horarios consistentes de sueño y alimentación, dormir lo suficiente y practicar el manejo del estrés. “Es más fácil decirlo que hacerlo, y es poco probable que detenga las migrañas por completo, pero podría marcar la diferencia", explica.

Dolor articular

En cuanto al dolor articular, la situación es muy similar. Heather Bukiri es reumatóloga y profesora asistente en la UCLA (Estados Unidos), y comenta que aproximadamente dos tercios de sus pacientes con enfermedades inflamatorias articulares, como la artritis y el lupus, experimentan dolor articular relacionado con el clima”.

También hay estudios para respaldar su testimonio;  alrededor del 65 % de los pacientes experimentan dolor articular durante los cambios en las condiciones climáticas, específicamente ante las disminuciones en la presión barométrica, los aumentos en la humedad y las disminuciones en la temperatura. Aunque los últimos dos (aumentos de humedad y disminución de temperatura) se relacionan de manera bastante consistente, la relación entre presión barométrica y dolor es un poco más misteriosa, ya que arroja resultados mixtos.

Bukiri atribuye estas complicaciones a problemas metodológicos; "Podría deberse a que muchos de los estudios sobre el tema se realizan en un período corto de tiempo y se basan en los autoinformes de los pacientes. Esto trae problemas a la hora de generar resultados validados. No es lo mismo que poner a los pacientes en un entorno controlado y diciéndoles que hagan lo mismo todos los días" comenta.

En cuanto a las teorías vigentes, la reumatóloga comenta que una hipótesis es que los espacios entre nuestras articulaciones son espacios confinados con una presión ligeramente negativa, y cualquier cambio de presión fuera del cuerpo puede hacer que este espacio se expanda o contraiga, causando dolor.

Para prevenir estos dolores relacionados al clima, Bukiri recomienda a sus pacientes hacer todo lo posible por mantener sus ambientes hogareños cálidos y secos, e intentar estirarse y moverse durante los días tormentosos y húmedos. "Es una de las mejores cosas que puedes hacer para mantener tus articulaciones", dice.