El informe anual de calidad del aire de la empresa suiza IQAir revela que la mayoría de los países del mundo aún no cumplen con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la concentración de partículas finas —llamadas PM2,5— en el aire. Estas partículas provienen de diversas fuentes, como la quema de combustibles fósiles, incendios forestales y tormentas de polvo.
Según el documento, solo siete países cumplen: Australia, Estonia, Finlandia, Granada, Islandia, Mauricio y Nueva Zelanda. En contraste, el 92 % de los lugares analizados en 134 países superaron los estándares de seguridad, destacando especialmente la situación en Asia, donde se encuentran la mayoría de las ciudades más contaminadas del mundo (principalmente India, Pakistán y Bangladesh).
Este tipo de contaminación representa un riesgo significativo para la salud, pudiendo causar enfermedades respiratorias, cardíacas y cáncer. Frank Hammes, director general de IQAir Global, afirmó a CNN: "Normalmente, en algunos de los países más contaminados, es probable que esté recortando la vida de las personas entre tres y seis años. Antes de eso provocará muchos años de sufrimiento que son totalmente evitables si hubiera una mejor calidad del aire".
La crisis climática, alimentada por la quema de combustibles fósiles, juega un papel crucial en el aumento de la contaminación atmosférica a nivel mundial, afectando los patrones meteorológicos y exacerbando la contaminación del aire. Por ejemplo, Canadá superó a Estados Unidos en términos de contaminación del aire debido a los enormes incendios forestales que tuvieron lugar de mayo a octubre del año pasado, de acuerdo con al revista Time.
Por otro lado, en África la falta de datos confiables sobre la calidad del aire representa un desafío para abordar el tema, con solo 24 de los 54 países del continente incluidos en el informe de IQAir por la escasez de estaciones de monitoreo.
"La ciencia es bastante clara acerca de los impactos de la contaminación del aire y, sin embargo, estamos muy acostumbrados a tener un nivel de contaminación de fondo que es demasiado alto para ser saludable. No estamos haciendo ajustes lo suficientemente rápido”, dijo Glory Dolphin Hammes, directora ejecutiva de IQAir en Norteamérica a The Guardian.
Finalmente, se registró una disminución en los niveles de PM2,5 en regiones de Europa. Y en América Latina y el Caribe se expandió la red de monitoreo en países que antes no figuraban, tales como Ecuador y Bahamas.