Poco a poco la inteligencia artificial se está incorporando en el campo de la medicina. Sus primeros usos reportados con éxito fueron en el ámbito del diagnóstico, donde la nueva tecnología puede llegar a aportar un mayor nivel de exactitud. Por ejemplo, una investigación sueca demostró que la IA en las lecturas de las mamografías detecta un 20 % más de tumores que los que siguen la metodología tradicional.
Ahora, además, parece estar migrando hacia otras dimensiones de la práctica. Según informó The Associated Press, los médicos están usando esta nueva tecnología para asistirlos en varias tareas, como responder mensajes a sus pacientes con el mismo estilo lingüístico del profesional (aunque antes son aprobados para prevenir errores) o para grabar las citas médicas.
Se trata de Abridge, una aplicación para smartphones que escucha, documenta y organiza instantáneamente todo en una nota que el profesional puede ver más tarde. Esto ayuda a que no se le olviden detalles del cuadro del paciente y sus necesidades. Antes, por supuesto, se debe pedir el consentimiento del paciente.
De acuerdo con Reuters, la empresa fundada en 2018 en la ciudad de Pittsburgh anunció en febrero haber cerrado una ronda de financiamiento en 150 millones de dólares, aunque ya está valuada por 850 millones de dólares en el mercado.
"Abridge ya está aumentando el tiempo de ocio", dijo a Business Wire Scott Joslyn, director de Innovación del sistema de Salud de la Universidad de California, quien recientemente incorporó esta tecnología. "Se adapta perfectamente a nuestros flujos de trabajo existentes y es el comienzo de lo que creo que será una amplia transformación utilizando IA generativa para simplificar la experiencia y elevar la calidad de la atención sanitaria".
Sin embargo, una de las principales preocupaciones son los errores. ChatGPT, por ejemplo, a veces responde algo que nada tiene que ver con la pregunta o el contexto de la conversación, poniendo grandes dudas sobre su credibilidad. Ahora, bien, ante la pregunta sobre qué pasaría si estas "alucinaciones" —como se llama a estos errores— migran hacia la dimensión médica ya no está en juego un dato histórico, por ejemplo, sino la salud de la persona.
"No queremos que datos falsos entren en las notas clínicas", afirmó a The Associated Press el médico Alistair Erskine, responsable de innovaciones digitales de Emory Healthcare (Georgia, Estados Unidos), donde cientos de médicos utilizan Abridge.
Mientras los países centrales están incorporando estas herramientas, ¿qué pasa en los periféricos? En Argentina, de acuerdo con Clarín, en el Hospital Central de San Isidro está en marcha un plan para implementar la IA en el área de diagnóstico con imágenes. Sin embargo, esto sucede en una de las zonas más privilegiadas de Buenos Aires.
En paralelo, todavía no se ha implementado el Sistema Único de Registro de Historias Clínicas Electrónicas, promulgado por ley el pasado marzo de 2023, que tiene como objetivo que las y los pacientes tengan acceso libre a su historia clínica mediante un sistema digitalizado en todo el país.