Sensory-friendly or autism-friendly fueron los primeros términos para denominar a lo que hoy conocemos como funciones distendidas, que son accesibles para personas con discapacidad. La primera de la que se tiene registro fue en el cine L'Entrepôt de París (Francia) en 2005, donde bajo ciertas características se invitó a personas con discapacidad a participar de la función de El castillo ambulante, película dirigida por Hayao Miyazaki.
Desde entonces en otros lugares del mundo se organizaron funciones parecidas y en 2015, llegaron a la Argentina. En el Teatro Maipo (Buenos Aires) se ofreció la primera función de este estilo con Shrek El Musical. A partir de ese momento, fueron apareciendo otras ofertas no solo en el teatro, sino también en el cine y en Planetario de la Ciudad de Buenos Aires. Recientemente se realizó Pixar en concierto en el Teatro Colón, donde asistí por primera vez a este tipo de espectáculos.
"Una función distendida es un espectáculo accesible a personas que, de otro modo, quedarían excluidas de las artes escénicas por el comportamiento supuestamente perturbador que puede causar su discapacidad", explica un estudio comparativo mundial llevado a cabo por Ciné-ma différence . Para que la función se lleve a cabo de manera adecuada es necesario atenerse a tres cuestiones clave:
- Relajar las convenciones que se esperan en los recintos como el cine o el teatro.
- Informar cuidadosamente a todo el mundo de los aspectos de la función
- Formar y aumentar el personal de recepción.
En relación la flexibilización de las convenciones en cines o teatros, por ejemplo, las luces permanecen prendidas o semi apagadas y las puertas abiertas durante toda la función. Cabe destacar que el aforo siempre es reducido. En el caso de Pixar en concierto, de las 2.478 localidades que ofrecía el Teatro Colón, se utilizaron solo 803.
Por otra parte, en estos espectáculos se admite la expresión de cualquier tipo de emociones a través de sonidos, gestos o movimientos. Uno podría pensar que el público va a estar gritando o moviéndose durante los 60 minutos que tienden a durar estas funciones. Pero no.
Las expresiones suelen ser cortas y eufóricas, muchas risas, sobre todo cuando sale a escena un personaje favorito, y no molestan a la persona que se tiene al lado. "Cada vez que oigo un ruido, un grito, alguien expresándose entre el público, pienso: 'Acá hay alguien que quizá nunca hubiera venido si no hubiéramos ofrecido esta función distendida'", contó Chris Hopkins, director de orquesta y pianista English National Opera, tras ser parte de una función distendida en 2019.
El personal capacitado para asistir a niños y niñas y a sus familias no reprime ninguna de estas expresiones, sino que las acompaña y sí evita que los gestos interrumpan el trabajo de los personajes en escena. Se encuentran atrás o a los costados de la audiencia y portan un distintivo (en el caso de Pixar fue una remera con la cara de Mickey). En caso de que alguno de los asistentes transite una desregulación emocional, es decir, que no pueda controlar sus emociones y se exprese de una manera impulsiva o exagerada, suele haber un espacio fuera de la sala para que puedan volver a la calma.
Desde arriba del escenario la visión del público cambia. En vez de ver personas sentadas y quietas, se ven manifestaciones de disfrute e interacción en directo con lo que pasa en la obra, como coreografías y cantos. En la interpretación del corto Lava de Pixar, los bailarines y cantantes finalizaron la coreografía con la expresión en lengua de señas argentina (LSA) diciendo "te quiero", algo que fue imitado por chicos y chicas del público que sabían sobre el lenguaje.
La parte más coordinada del show es la de los aplausos silenciosos. Con el objetivo de evitar estruendos, estos aplausos consisten en agitar las manos en el aire simulando el movimiento y la armonización de aplausos como en cualquier otra función.