El arte y la inteligencia artificial son dos disciplinas que ya se han unido. De hecho, las exposiciones de cuadros creados con esta tecnología están siendo tendencia en todo el mundo. La IA se ha metido bajo la piel de algunos creativos y encontraron la manera de transformar el arte.
Tal es el fenómeno que los Brisbane Portrait Prize, unos reconocidos premios de arte australianos que otorga a su ganador 50 mil dólares. En la edición de este año permitieron competir con obras realizadas entera o parcialmente con inteligencia artificial generativa a la par de cuadros generados exclusivamente por humanos.
De acuerdo con The Guardian, las autoridades a cargo explicaron que esta decisión se debe a que los Brisbane son premios “contemporáneos” y ellos siempre están en la búsqueda de aquellos retratos que representan esa esencia. Para ellos, esta incorporación significa entender que el arte no es estático, sino más bien evoluciona y crece de diferentes maneras.
Según la página oficial, todos los artistas que apliquen para el premio deberán declarar si usaron inteligencia artificial o no en sus creaciones. En el caso afirmativo, deberán explicar cómo la han usado. Además, deberán presentar total propiedad de los derechos de autor de la pieza, una cuestión altamente cuestionada en todas las “obras de arte” generadas por IA.
Muchas de las herramientas que conocemos para generar imágenes como DALL E-3 o Mid Journey fueron potenciadas con obras de arte o imágenes que pertenecen a artistas y muchos de ellos no fueron remunerados por esta acción. Entonces, cuando uno inserta un prompt y empieza a “crear”, cualquier resultado que brinda la tecnología será basado en el trabajo de otros.
Para aclarar esta cuestión, el vocero de los Premios Brisbane explicó que un ejemplo de alguien que determina la propiedad total del contenido podría verse en un artista que utiliza una herramienta de IA para producir una obra de arte totalmente nueva utilizando elementos de varias de sus propias obras de arte originales.
¿Un paso adelante o un paso atrás?
Dentro del sector del arte, sin embargo, hay mucha resistencia a estos cambios. En línea con este último punto, Glenn Hunt, quién ganó el Premio Brisbane Digital en 2020, cuestionó la ética y moralidad detrás de estas prácticas. "La gente está haciendo arte de IA utilizando datos de otras fotos que la gente ha tomado u otras obras de arte que la gente ha hecho, por lo que es una especie de robo en cierto modo”, explicó según ABC Net News.
Al mismo tiempo, hay una clara crítica sobre la falta de profundidad en las obras que son productos de las computadoras. “Las imágenes creadas con inteligencia artificial poseen una ausencia que se siente del gesto humano, de la imperfección y de lo orgánico. Por lo tanto, me parece que la obra puede carecer de alma o energía vital”, reflexiona para RED/ACCIÓN Jorge Pomar, artista argentino.
Desde otra perspectiva, el vocero de los Premios Brisbane expresó que a medida que la IA se integra en la sociedad, esta ya abrió la puerta a la inclusión de artistas con discapacidad gracias al uso de tecnología de asistencia. “Vemos el uso de estas herramientas y metodologías como la siguiente etapa en este sentido”, concluyó.
Hay algo que está claro: es imposible resistirse al progreso tecnológico. Por eso, Pomar considera que pronto la sociedad y los artistas en particular se adapatarán a la inteligencia artificial como un proceso más de la evolución humana. “Son todas herramientas técnicas que forman parte de un gran proceso en el que la finalidad es generar una imagen. Lo que me parece importante es que esa imagen final esté viva.