La palabra "hobby" puede sonar a algo que lo abarca todo: están quienes disfrutan de salir a caminar en su tiempo libre, quienes lo destinan a mirar pájaros, quienes escriben o tocan la guitarra. En distintos conextos, el hobby de unos es el trabajo de otros, como para agregar más a la confusión.
Por suerte para nosotros, hay muchos estudios científicos que pudieron lidiar con la polisemia de la palabra y comprobar sus efectos en las personas, sus estilos de vida y estados de ánimo. Tal como explica Anna Borges (autora de The More or Less Definitive Guide to Self-Care) en la revista Self, esto es gracias a que "muchas de las razones por las que los hobbies son tan buenos para nosotros tienen menos que ver con la actividad específica y más con el hecho de tener uno. Tan solo hacer algo por placer suele causar que liberemos las fiables hormonas de la felicidad".
Cuando no tenemos tiempo
Puede que la ciencia nos esté diciendo algo que ya nos habíamos imaginado intuitivamente: que los humanos necesitamos tiempo de ocio y recreación. Sin embargo, en un mundo donde nunca nadie tiene tiempo para nada, a veces necesitamos una excusa.
Un estudio de la Universidad de Shangai, China, sirvió para pensar en los beneficios de los hobbies en estos contextos, cuando estamos estresados después de un largo día de trabajo y sentimos que no tenemos tiempo ni energía para dedicarnos a otra cosa. Lo que analizó fue la relación entre las largas jornadas laborales, la depresión y el bienestar. Encontró que, si bien la sobrecarga de horas semanales de trabajo tienen un impacto negativo considerable en la salud mental, los hobbies ayudan a mitigar esos efectos adversos.
Cuando crecemos
En cuanto al largo plazo, un metaanálisis publicado el año pasado en la revista Nature examinó los datos de más de 93.000 adultos mayores (a partir de 65 años) relacionando la presencia de hobbies con la felicidad, salud y satisfacción vital autopercibidas. Estos indicadores presentaban muchos mejores resultados entre quienes tenían algún pasatiempo. Por otro lado, las personas que presentaban signos de depresión eran menos propensas a tener hobbies.
Un hobby para cada persona y un beneficio para cada hobby
Puede parecer imposible hablar de cada posible beneficio para cada posible pasatiempo. Tenemos los beneficios para el cuerpo de los hobbies físicos, cantidad de investigaciones sobre el impacto positivo del arte para la salud mental, ni hablar de salir a caminar, meditar, y todas las actividades que contribuyan a nuestra claridad mental.
Sin embargo, un estudio publicado en PubMed abordó esta inmensa empresa: analizando investigaciones anteriores sobre diversas actividades de ocio, desde el juego hasta el trabajo voluntario, desglosaron todas las formas en que los hobbies pueden ser buenos para nosotros en cuatro categorías prácticas. Descubrieron que, dependiendo de la actividad de ocio concreta, se pueden obtener efectos psicológicos, biológicos, sociales y/o conductuales.
Los beneficios psicológicos abarcan todo lo relativo a mejoras en el estado de ánimo en el corto plazo, o mejoras en la resilencia y autoestima a largo plazo. Los efectos biológicos pueden traducirse en un mejor rendimiento físico (por ejemplo, a través del deporte y el ejercicio), así como en una mejora de la función inmunitaria y una disminución del dolor. Por último, los beneficios sociales son aquellos que reducen los sentimientos de soledad y mejoran nuestras habilidades interpersonales, mientras que las mejoras conductuales se refieren a la creación de hábitos y rutinas saludables (salir al aire libre, desarrollar habilidades de atención plena o cumplir un horario).
Sin embargo, una advertencia: si pensás que el ocio es una pérdida de tiempo, es probable que no puedas disfrutar de muchos de estos beneficios. Un estudio que comparó cuatro trabajos anteriores encontró que la mala predisposición impide disfrutar de los hobbys y aprovechar todos sus efectos positivos sobre la salud. En definitiva, gran parte de su magia reside en que nos diviertan.