¿Te imaginás entrar a un restaurante y no entender bien el menú? ¿O no poder ir al cine o al teatro porque te resulta imposible soportar los ruidos o los efectos de las producciones? Este tipo de barreras enfrentan personas neurodivergentes (por ejemplo, aquellas que tienen algún grado de autismo o dislexia).
En el 2018, cuatro amigas comenzaron un proyecto con el objetivo de ayudar a lograr más espacios inclusivos en la sociedad. Ese fue el inicio de la Asociación Civil Salidas Inclusivas, que busca animar a personas dentro del espectro del autismo, a sus familiares y/o apoyos a salir y sentirse incluidos en la sociedad.
“Tenemos como misión derribar las barreras que impiden a personas neurodivergentes vivir las experiencias de la vida diaria de la misma forma que el resto de la sociedad”, introduce Sandra Fariña, abogada con especialización en Derecho del Trabajo y Discapacidad y una de las fundadoras de la asociación. Las otras fundadoras son Gabriela Leoni Olivera, Agustina Girard (ambas psicólogas especializadas en autismo) y Mariana A. Aleñá (fonoaudióloga). Para lograr este objetivo, explica Fariña, acompañan a nivel nacional “a distintas empresas, agrupaciones y organizaciones públicas y privadas en la búsqueda de entornos más accesibles y amigables para todas las personas”.
Desde la organización destacan la utilización de pictogramas como herramienta de comunicación aumentativa y alternativa. “Los pictogramas son imágenes visuales que representan conceptos y acciones, y son especialmente útiles”, explican.
Además, realizan adecuaciones sensoriales para crear experiencias más amigables y accesibles. “Esto implica adaptar el entorno y los estímulos sensoriales para que sean más tolerables y agradables para personas con sensibilidades sensoriales. Por ejemplo, podemos ajustar la iluminación, reducir el ruido o proporcionar materiales táctiles para que las personas se sientan más cómodas y puedan disfrutar plenamente de las actividades”, ilustra Fariña
Por otra parte, Salidas Inclusivas se dedica a promover el modelo social de la discapacidad, con énfasis en las necesidades y derechos de las personas neurodivergentes. Fariña señala: “A través de nuestros trabajos, buscamos fomentar una sociedad más inclusiva y respetuosa, donde todas las personas tengan igualdad de oportunidades y puedan participar plenamente en la sociedad”.
—¿Cuál es el diagnóstico que hacen hoy de la oferta recreativa/gastronómica para personas neurodivergentes?
—Gracias a la implementación de accesibilidad cognitiva, adaptaciones sensoriales y la capacitación e información, la oferta recreativa y gastronómica ha mejorado considerablemente. Ahora, las personas neurodivergentes pueden disfrutar de una experiencia inclusiva y accesible en diferentes establecimientos y eventos. Esto ha permitido que más personas puedan participar y disfrutar de actividades recreativas y gastronómicas sin barreras, promoviendo la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos.
—¿Qué aprendieron en estos años?
—En el camino, aprendimos que es fundamental unirnos y trabajar juntos hacia un objetivo común. Nos dimos cuenta de que cuando nos unimos y tiramos todos para el mismo lado somos mucho más fuertes y podemos lograr resultados significativos. Aprendimos que la colaboración y la cooperación son clave para superar obstáculos y enfrentar desafíos de manera más efectiva. Al unirnos, podemos combinar nuestras fortalezas, conocimientos y recursos para generar un impacto positivo y alcanzar metas que de manera individual serían difíciles de lograr. En definitiva, comprendimos que la unión y el trabajo en equipo son fundamentales para alcanzar el éxito y hacer una diferencia en el mundo.
—¿Cuáles son los desafíos que enfrentan?
—Es cierto que uno de los desafíos que enfrentamos es llegar a sitios que no estaban preparados para brindar una experiencia inclusiva para personas neurodivergentes. Muchas veces, esto no se debe a una falta de voluntad, sino a que simplemente no se había pensado en ello antes. Es realmente hermoso cuando nos brindan la oportunidad de mejorar y ser más inclusivos. Cuando alguien nos señala cómo podemos mejorar para ser más inclusivos, nos brinda la oportunidad de aprender y crecer. Nos permite reflexionar sobre nuestras prácticas y tomar medidas para adaptarnos.
—La inclusión, entonces, pasa por la actitud…
—Es importante recordar que la inclusión no se trata solo de cumplir con requisitos o normativas, sino de crear un entorno en el que todas las personas se sientan bienvenidas y valoradas. Al recibir sugerencias y consejos sobre cómo mejorar, podemos trabajar juntos para crear un entorno más inclusivo y brindar una experiencia en la que todas las personas se sientan cómodas y puedan participar plenamente.