"Los pacientes, los trabajadores de la salud y la sociedad podría beneficiarse de la inclusión de médicos con discapacidades”. Esta es una de las conclusiones de un estudio publicado recientemente en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ), la revista de la Asociacién Médica Canadiense, y que destaca la importancia de establecer requisitos y planes de estudio flexibles. Pero no solo porque es justo para el colectivo de personas con discapacidad, sino porque, de no hacerlo, quedan en el camino estudiantes que podrían ser profesionales destacados.
Los investigadores revisaron las políticas de admisión en materia de accesibilidad durante el último año en todas las facultades de medicina canadienses de habla inglesa. Concluyeron que estas casas de estudio “excluyen sistemáticamente” mediante “una cultura de estereotipos y capacitismo, criterios de admisión inflexibles y una falta de información sobre adaptaciones como algunos de los factores que contribuyen al problema”. Por ejemplo, se les exige una cantidad alta de asistencia que no contempla ausentarse por una discapacidad.
Pero, además, se encontraron barreras que impiden continuar con sus estudios a quienes no pueden realizar prácticas específicas. Por ejemplo, se exige poder escuchar los latidos del corazón con un estetoscopio sin contemplar la posibilidad de que un intérprete de lengua de señas asista a personas sordas. O, por otro lado, considera que un médico debe ser capaz de realizar reanimación cardiopulmonar, lo que excluye a quienes tienen una discapacidad motriz y no pueden ejecutar esta práctica, pero que al tener el conocimiento podrían transmitirlo a un asistente.
De esta manera, los estándares técnicos genéricos niegan a los estudiantes la entrada a campos en los que puedan sobresalir, destaca el estudio.
"No estamos diciendo simplemente que debemos admitir a estudiantes con enfermedades y discapacidades porque es justo para ellos, sino que estos estudiantes realmente tienen fortalezas trasladables a la atención de pacientes. Tenerlos en posiciones de liderazgo en hospitales generaría beneficios para toda la sociedad", dijo Shira Gertsman al sitio CBC Hamilton.
Ella es una de las autoras del estudio y cursa el último año de medicina en la Universidad McMaster en Hamilton. Sin embargo, hace un tiempo recibió la sugerencia de optar por otro camino profesional cuando vieron que solo cursaba algunas de las materias. ¿El motivo? Tiene enfermedad de Crohn, que causa inflamación del revestimiento del tracto gastrointestinal.
Recomendaciones
En el estudio se detalla una serie de sugerencias para que las facultades de medicina sean más inclusivas.
- Crear directrices para la accesibilidad e inclusión de estudiantes con discapacidad.
- Revisar algunos de los requisitos, como tener una carga académica completa, para no poner en desventaja a los estudiantes con discapacidades y revisar la redacción de los estándares técnicos para aclarar las alternativas.
- Publicar las opciones de accesibilidad para los solicitantes y hacer que profesionales capacitados que no formen parte del proceso de solicitud gestionen las preguntas sobre adaptaciones.
- Mejorar la representación de las personas con discapacidad en la medicina.
- Disponer de datos sobre la prevalencia y las experiencias de los estudiantes de medicina con discapacidad.
Sobre todo, los autores sugieren "abordar la accesibilidad con creatividad, apertura y voluntad de cambiar". “Los procesos de admisión son un paso importante para aumentar la representación de las personas con discapacidad y erradicar el capacitismo en la cultura médica”, concluye el informe.
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