Los faros poseen un magnetismo particular para los viajeros de mundo que los ven como sinónimo de luz, de guía y lealtad. Miles de turistas viajan buscando estas construcciones y en Viedma, el Faro Río Negro tiene 135 años al servicio de los navegantes. Además está en un gran lugar ideal para una escapada playera. A 20 minutos de Viedma, no solo es elegido por su tranquilidad, también es un escenario favorecido para la practica de deportes vinculados al viento.
Custodia las costas del balneario El Cóndor, en la puerta del hermoso Camino de la Costa y es patrimonio histórico ya que mantiene su luz encendida desde 1887, lo que lo hace el más antiguo de los faros en servicio de la Argentina y el más longevo de la Patagonia.
Desde allí, se puede observar el paisaje terrestre y marítimo, además de la confluencia del río Negro y el océano Atlántico.
En 2017 se convirtió en Patrimonio Cultural de la Humanidad. En un nuevo aniversario de su fundación, en consonancia con los festejos por la Revolución de Mayo de 1810, fue descubierta sobre su fachada el escudo Azul de Naciones Unidas, con el que se pretende preservar bienes arquitectónicos mundiales.
Construcción del Faro Río Negro
Su construcción se inició el 8 de octubre de 1886 y fue tan rápida su edificación con las características que aún mantiene, que se inauguró el 25 de mayo de 1887.
Algunas versiones alegan que uno de los motivos fue el encallamiento sobre la restinga ubicada al pie de los acantilados del motovelero danés “El Cóndor” que luego dio lugar a que esa playa se bautizara con ese nombre.
Posee una estructura cilíndrica blanca con garita superior y una casa habitación hexagonal, con 64 escalones hasta su torre. Está ubicado a 43,5 metros sobre el nivel del mar, y el edificio soporte tiene 16,5 m de alto, que depende de la autoridad portuaria del Servicio de Hidrografía Naval.
Apenas fue inaugurado la iluminación se hacía mediante una lámpara de aceite, que luego fue reemplazada por un equipo a gas, después a kerosene y por último a gas acetileno. Ahora cuenta con una lámpara de 1000 watts, cuya iluminación alcanza cerca de 16 millas náuticas, es decir, unos 32 kilómetros, con una intermitencia de 10 segundos.
Desde el año 2000 en varios países los faros se convirtieron imanes turísticos, por su historia o su ubicación geográfica. Algunos se reciclaron como hoteles pequeños. Incluso hay instituciones dedicadas a preservarlos, como Trinity House en Inglaterra, U.S. Lighthouse Society en Estados Unidos, Phares de France en Francia, entre otras.
El Cóndor y Camino de la Costa
Podés recorrer aproximadamente 5000 metros para descubrir los puntos más importantes del Balneario El Cóndor, que marcaron la historia del lugar dándoles identidad a los habitantes. La duración del recorrido es de aproximadamente 2 horas a pie.
Los puntos para recorrer son: La ermita y Mirador de Ceferino Namuncurá, Faro Río Negro: es considerado el primer faro continental y más antiguo en servicio en la República Argentina. Memorial de Malvinas: fue inaugurado el 25 de Mayo de 2016 y se constituye como un museo a cielo abierto con elementos exhibidos en homenaje a los combatientes y caídos.
Bajada El Faro «Diversidad de Aves», bajada El Faro «Loros Barranqueros»: más de 35 mil nidos activos de loros barranqueros a lo largo de 14 kilómetros de costa constituyen la colonia de aves más grande del planeta. Naufragio del Clipper “El Cóndor”.
Por otra parte, el balneario es el primero de una sucesión de playas de más de 150 km, que están sobre la ruta 1, conocida como el Camino de la Costa. Allí, se puede visitar las otras playas como El Espigón, Playa Bonita. Por ahora, la Lobería al igual que el Centro de Interpretación de Punta Bermeja, siguen cerrados por la situación que platea la gripe aviar que afecta a los lobos marinos.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.