Alaska, Chile, California, Nueva York y México son solo algunos de los lugares donde vivió Lucía Berlín. Tuvo tres maridos y cuatro hijos. Fue costurera, empleada doméstica, recepcionista, telefonista, profesora y (sobre todo) escritora. Y nació y murió un 12 de noviembre.
A pesar de que la literatura fue lo más estable su vida ecléctica, Berlín alcanzó el éxito y reconocimiento internacional después de su muerte (en 2004) gracias a que sus hijos decidieron publicar de manera póstuma una selección de cuentos. Manual para mujeres de la limpieza, editado por Alfaguara, recorre todos estos lugares, trabajos, maridos y problemas, como también su alcoholismo y otras adicciones con un tono sarcástico y atrapante.
La obra le valió comparaciones con grandes escritores norteamericanos como Ernest Hemingway y Raymond Carver (y yo agregaría a la receta a Joan Didion). Esta obra también fue ganadora del Premi Llibreter, un reconocimiento otorgado por unanimidad por los libreros de Cataluña.
En estos relatos, Berlin abordó temas universales como el alcoholismo, los matrimonios fallidos y las luchas económicas con una sinceridad apabullante. Las mujeres de estas historias están "desorientadas, pero al mismo tiempo son fuertes, inteligentes y, sobre todo, extraordinariamente reales. Ríen, lloran, aman, beben: sobreviven", tal como advierte su contratapa.
En la lectura de Bienvenida a casa se vuelve más evidente lo que solo podía intuirse en su ficción: todos sus relatos se originan a partir de fragmentos de su propia vida. Esta nueva recopilación presenta textos autobiográficos que Berlin estaba elaborando antes de su fallecimiento en 2004. También fue publicado de manera póstuma por uno de sus hijos.
El volumen, enriquecido con cartas y fotos inéditas, ofrece una mirada más íntima a la vida de la autora, desde su infancia en poblaciones mineras hasta su adolescencia glamurosa en Santiago de Chile, pasando por sus matrimonios, luchas contra el alcoholismo y diversos trabajos para sostener a sus cuatro hijos.
Durante su vida, Berlin publicó siempre en revistas literarias y en tiradas chicas. Su relato de cinco párrafos "Mi jockey" ganó el Jack London Short Prize de 1985. En 1991 fue galardonada con el American Book Award por Homesick. Finalmente, falleció en 2004 el día de su cumpleaños. Por toda esta ajetreada vida, Alfaguara celebra el haber sacado de su injusto olvido al "secreto mejor guardado de la literatura estadounidense, una auténtica revolución literaria".