"Hay que lograr que la donación de sangre no sea solo para familias angustiadas, sino también una forma de festejar" - RED/ACCIÓN

"Hay que lograr que la donación de sangre no sea solo para familias angustiadas, sino también una forma de festejar"

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Laura González trabajó en áreas de Hematología de hospitales y es la actual Directora del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires, el ente regulador de las actividades relacionadas con la sangre (donación y tratamientos) en hospitales públicos y privados de la jurisdicción. En esta breve entrevista reflexiona sobre la necesidad de lograr un cambio cultural en relación a la donación.

"Hay que lograr que la donación de sangre no sea solo para familias angustiadas, sino también una forma de festejar"

Intervención: Marisol Echarri.

—¿Cómo empezaste a trabajar para movilizar la donación de sangre?
—Empecé como médica del Hospital El Cruce, en 2009. El hospital acababa de abrir y se iban a hacer procedimientos de complejidad, por lo que había que captar donantes. Así comenzamos de cero con un club de donantes. La hemoterapia fue mi tercera especialidad: cuando la encontré sentí que era mi lugar. Me gratificó tanto que hoy lo siento como como una misión y una vocación. Y que cada vez me da desafíos más grandes. Hoy manejo la hemoterapia en la provincia y tengo que tener presente que lo que hago es para el bien de muchas personas, incluida yo y mi familia: todos podemos llegar a necesitar sangre en algún momento. Tenemos que trabajar para que la sangre esté ya disponible cuando el paciente la requiere, no que tenga que esperarla.

—¿Pensaste o mediste alguna vez el impacto que tus acciones de promoción de la donación de sangre tienen?
—Nunca pienso en el impacto, solo en lograr la transformación en el lugar donde me toque estar, sin importar mi cargo o función. En cada lugar en el que estoy hablo de la importancia de que naturalicemos el acto de la donación y ayudemos a descartar mitos. Si logré movilizar a muchas personas, creo que eso es un síntoma de que voy por el camino correcto. Pero así hubieran sido solo dos o tres personas que se hayan convertido en donantes, habría valido la pena. Lo importante es generar un efecto dominó, transmitir a los demás que podemos ser donantes.

—¿Qué te motiva en tu tarea?
—Me tocó muy de cerca al ser médica, por estar con tantas personas necesitadas de sangre y plaquetas. Tengo mensajes de pacientes que me decían: “¿Hay plaquetas? Me están sangrando las encías”. Otro paciente pintaba autos y quedó con aplasia medular: los viernes me golpeaba la puerta del consultorio y me pedía una transfusión. Me movilizó mucho saber lo que necesitan los pacientes cuando lo pasan mal. A veces los servicios de hemoterapia solo existen en el hospital cuando faltan, si no se olvidan. Hay que instalar el tema de la donación como un tema para que se hable en todos lados. Que la donación no sea solo para familias angustiadas, sino que el que tiene el tiempo de festejar algo pueda donar sangre y festejar regalando vida (por ejemplo, festejar un cumpleaños). Son 15 minutos que te transforman como ser humano.

Hay que trabajar los valores como sociedad y con la donación se trabaja eso. Cuando la sociedad entienda que son necesarias esta empatía y solidaridad, que somos una fábrica que camina, que somos el medicamento para esas personas que lo necesitan, vamos a sumar más donantes. En general, quien pasó por la necesidad, se convierte en donante. Lo que tengo que lograr es que desde chiquitos, desde las escuelas, hagamos nuevos donantes, que las personas pierdan el miedo. Son 15 minutos, un pinchazo que ni sentís, por algo que puede cambiarle la vida a otro. Una paciente me dijo: “Siento que me inyectan vida cada vez que me trasfunden”. Eso fue suficiente para motivar mi tarea.

—¿Creés que avanzamos en algo en el último tiempo en cuanto a la conciencia sobre donación de sangre y a la erradicación de mitos?
—Aún hay que desmitificar mucho, pero cada vez se habla más de esto, estamos creciendo. Y para esto es importante que existan fechas como el Día Mundial del Donante, que se reconozca la tarea de los donantes.

—¿Cómo viven la experiencia quienes donan sangre por primera vez?
—Muchos vienen asustados. En hemoterapia los distraemos, siempre les remarco la importancia de lo que están haciendo, que puede ir para una persona embarazada o un bebé. A los nuevos donantes hay que estimularlos para que lo hagan habitualmente. Fidelizar a los donantes es lo más lindo, porque después son ellos los que van haciendo el trabajo y captando a más personas. Tengo donantes de más de 65 que me pidieron por favor seguir donando, porque estaban en condiciones pese a haber cumplido la edad considerada límite.


Esta entrevista fue publicad originalmente en una edición de la newsletter OXÍGENO en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre. Podés suscribirte a la newsletter que escribimos con Juan Carr cada semana acá.

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