El avance de la inteligencia artificial en las grandes industrias tecnológicas genera una gran preocupación en los Gobiernos del mundo debido a la falta de regulación y las consecuencias que puede generar en las manos equivocadas. En este contexto, el presidente de los Estados Unidos elaboró un plan para evitar el daño en ese país.
Joe Biden firmó una orden ejecutiva el pasado lunes 30 de octubre para "el desarrollo y uso seguro y confiable de la inteligencia artificial" con impacto en toda la nación. 27 países y la Unión Europea celebraron el compromiso de los Estados Unidos y se adhirieron a la firma de un acuerdo para desarrollar la IA de manera responsable a nivel global.
Se trata de un documento que establece una administración coordinada a nivel nacional para que la IA crezca de manera responsable con el fin de velar por la justicia, seguridad y la economía para todos los norteamericanos. Para ello, Biden estableció ocho principios (a los que deben adherir los estados y empresas).
- La inteligencia artificial debe ser segura y protegida: las empresas y estados deberán velar por evaluaciones "sólidas, confiables, repetibles y estandarizadas de los sistemas de IA, así como políticas, instituciones y, según corresponda, otros mecanismos para probar, comprender y mitigar los riesgos de estos sistemas antes de ponerlos en uso".
- Promover la innovación, la competencia y la colaboración responsables: invertir en "educación capacitación, desarrollo, investigación y capacidad relacionados con la IA, y al mismo tiempo abordar nuevas cuestiones de propiedad intelectual (PI) y otros problemas para proteger a los inventores y creadores".
- Desarrollo profesional: generar conversaciones con organismos y empresas para adaptar la capacitación y la educación laboral hacía el respaldo de "una fuerza laboral diversa y ayudar a brindar acceso a las oportunidades que crea la IA". Esta iniciativa busca que se creen puestos de trabajos relacionados a la inteligencia artificial y que se respeten los derechos de los trabajadores.
- Promoción de la equidad y los derechos de los civiles: según Biden, las políticas de inteligencia artificial deben adecuarse a la administración de su gobierno para que exista una igualdad de oportunidades laborales y la inclusión social.
- Protección de los intereses de los usuarios: este punto busca cuidar a la personas a través de las leyes de protección al consumidor para evitar fraudes, prejuicios involuntarios, la discriminación, el robo de datos, entre otros daños causados por la IA en la salud, educación, vivienda, derecho, transporte y los servicios financieros.
- Protección de la privacidad: el Gobierno de Biden garantizará que "la recopilación, el uso y la retención de datos sean legales, seguros y mitiguen los riesgos de privacidad y confidencialidad". Para ello, las agencias deberán usar herramientas tecnológicas disponibles cuando corresponda, para proteger la privacidad y combatir los riesgos legales y sociales de uso inadecuado de datos.
- Gestión de riesgos: el gobierno actual promete tomar "medidas para atraer, retener y desarrollar profesionales de IA orientados al servicio público, incluidos los de comunidades desatendidas, en todas las disciplinas (incluidos los campos tecnológico, político, administrativo, de adquisiciones, regulatorio, ético, de gobernanza y legal) y facilitará el trabajo de los profesionales de la IA".
- Colaboración Internacional: colaborar con aliados y socios internacionales en el desarrollo de un documento y plan de acción "para gestionar los riesgos de la IA, desbloquear el potencial positivo de la IA y promover enfoques comunes para los desafíos compartidos".