Los incendios forestales, agravados por la sequía, que desde hace días afectan a varias localidades bolivianas generaron este viernes un manto de humo que dejó prácticamente en tinieblas a la ciudad de Santa Cruz, distrito en el que desde el lunes pasado se encuentran suspendidas las clases a consecuencia de la densidad del aire.
Desde principios de la semana se registraron unos 16 focos de incendios en los departamentos de Santa Cruz, La Paz, El Beni y Cochabamba, que se suman a las altas temperaturas que rondan los 38 grados y el déficit hídrico que registra parte de ese país, cuadro que dificulta las tareas de las brigadas que combaten del fuego.
Como consecuencia de la contaminación por las humaredas, el gobierno suspendió esta semana las actividades educativas en varias ciudades de Bolivia y la medida podría extenderse a los siguientes días
Cientos de bomberos, con la ayuda de helicópteros cisterna, continúan las tareas para aplacar el fuego que devora el verde que circunda a la capital económica del país que, con una extensión de 325,6 kilómetros cuadrados y 1,9 millones de habitantes, parece desfigurada por el calor, las llamas y el humo.
Este año "la quema (de bosques) se está haciendo muy indiscriminadamente", señaló Mauricio Montero, un jubilado de 57 años, citado por la agencia AFP, que sentenció que están "sin árboles y sin lluvia".
Pese a estar prohibidas por la ley, la quema de bosque y pastizales con fines agrícolas es una práctica extendida en Bolivia en esta época del año ya que los campesinos preparan de esa forma la tierra para la siembra.
La intensa sequía, que castiga a siete de los nueve departamentos bolivianos, algunos de ellos en estado de emergencia, empeoró la situación.
"Esta semana hemos tenido temperaturas altas, la máxima que se alcanzó fue de 40,2 grados en Santa Cruz", apuntó la meteoróloga Cristina Chirinos y detalló que “los últimos días” fueron “los más calurosos de este siglo, superando incluso el récord de 38 grados de 2004”.
Como consecuencia de la contaminación por las humaredas, el gobierno suspendió esta semana las actividades educativas en varias ciudades de Bolivia y la medida podría extenderse a los siguientes días.
En total son "3.650 unidades educativas que están siendo afectadas" o que suspendieron las clases por la contaminación, dijo en conferencia de prensa el ministro de Educación, Edgar Pary, la mayoría en Santa Cruz y destacó que esta cifra representa el 15% de las escuelas de todo el país.
Tuvimos que parar las clases "para precautelar la salud de los estudiantes" y la nuestra "como autoridades", señala Danny Ardaya, directora de la unidad educativa Lucas Casaert.
Más de un millar de bomberos combaten el fuego en varios puntos del país, según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, asimismo las autoridades bolivianas aseguraron que cuatro helicópteros de las Fuerzas Armadas, con el sistema "Bambi Bucket", apoyan las labores de los brigadistas en Santa Cruz y el norte de La Paz.
Este año se quemaron 2.012.252 hectáreas en Bolivia, un 23% de bosque y el resto pastizales y sabanas, una cifra que según las autoridades está por debajo de registros pasados
En Cochabamba, uno de los departamentos más afectados por la sequía, los militares llegaron incluso a habilitar un avión Hércules C-130 para disparar un compuesto de yoduro de plata, con el fin de incentivar las lluvias, y el presidente Luis Arce aseguró que: "Se realizó con éxito la estimulación de nubes con el lanzamiento de cartuchos de yoduro de plata", señaló el presidente Luis Arce.
Este año se quemaron 2.012.252 hectáreas en Bolivia, un 23% de bosque y el resto pastizales y sabanas, una cifra que según las autoridades está por debajo de registros pasados.