Bocalán Argentina, una asociación civil especializada en el entrenamiento de perros de asistencia, desarrolló un programa para que menores de edad puedan ser asistidos por perros entrenados que brindan acompañamiento durante la toma de testimonios en cámara Gesell, habitualmente utilizada en delitos sexuales. Bajo estándares internacionales, los menores pueden sobrellevar de manera distinta y más amigable el proceso judicial.
Javier Sánchez Sarmiento, titular interino del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional n° 23, ordenó la presencia de un perro de asistencial judicial para las entrevistas de dos niñas (11 y 14 años) en cámara Gesell. La elegida fue Aretha, una perra de diez años y raza labrador, y la experiencia se llevó a cabo el 11 de octubre en la sede del juzgado. Este procedimiento puede ser aplicado en distintos espacios del país para que sirva de herramienta a todas las víctimas de menos de edad de un delito.
Carolina Wathelet, secretaria del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional n° 23 (Secretaría n° 158), fue la impulsora del proyecto. El proyecto fue presentado a la Oficina Pericial del Centro de Asistencia Judicial Federal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para ser estudiado. Propone que se lleve a cabo de forma gratuita durante un año para que los magistrado de la justicia nacional, del fuero criminal y correccional y profesionales del cuerpo médico forense puedan evaluar la implementación. Los perros acompañan a los chicos antes, durante y después de prestar declaración con el objetivo de brindarles mayor tranquilidad, reducir la angustia y el miedo.
El trabajo fue el resultado de una alianza estratégica con Courthouse Dog Foundation, una organización que forma profesionales del sistema judicial sobre cómo los perros asistencia de Assistance Dogs International pueden ayudar en los procesos judicial y en su investigación. Su trabajo se extiende por Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa.