Escapadas de primavera: cuatro paraísos de la Patagonia para conocer este finde largo - RED/ACCIÓN

Escapadas de primavera: cuatro paraísos de la Patagonia para conocer este finde largo

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Maravillas que te recomendamos: en Neuquén Manzano Amargo en el norte Caviahue en la cordillera, al centro oeste de la provincia. En Río Negro, Villa Llanquín a 40 km de Bariloche y San Antonio Oeste a 15 km de Las Grutas.

Escapadas de primavera: cuatro paraísos de la Patagonia para conocer este finde largo

Uno de los atardeceres mágicos de La Mar Grande en San Antonio Oeste. Archivo.

De las montañas a la costa, el norte de la Patagonia es una maravilla que ofrece todo su encanto para disfrutar de una escapada este fin de semana largo. Aquí te proponemos cuatro destinos que tienen todo para que pases cuatro días inolvidables.

San Antonio Oeste

San Antonio Oeste, ubicado a 15 km de Las Grutas, es un pueblo pesquero con todo el encanto del mar y las playas agrestes, digno de descubrir.

Tiene balnearios de arena densa y aguas tranquilas a lo largo de su costanera, que se extiende muy cerca del centro. Y también algunas playas un poco más escondidas, como La Mar Grande, que es de baja pendiente y es hábitat de flamencos y de una rica avifauna.

Delicias de mar en los puestos de la costa en San Antonio Oeste. Archivo.

Funciona en la zona céntrica el muelle ‘Heleno Arcángel’, que permite ver la actividad de los barcos pesqueros, y tomar contacto con la actividad que le marca el pulso al lugar.

Cerca de allí hay puestos de comidas, para saborear delicias marinas frescas, e incluso comprar artesanías hechas con caracoles.

Otra opción es el museo histórico municipal, y la casa del ingeniero Guido Jacobacci, una histórica vivienda que reúne muestras vinculados al pasado ferroviario del lugar, a los pueblos originarios y consigna detalles sobre el medio ambiente marino. Para agendar si el tiempo no acompaña.

Villa Llanquín

Villa Llanquín y su inconfundible balsa maroma. @_nelson_salazar/

A 40 km de Bariloche por la ruta nacional 237una balsa gratuita cruza a los turistas que atraviesan el Limay desde la margen de Neuquén a la de Río Negro en el kilómetro 1610. Y cada vez son más los que lo hacen, atraídos por ese rumor que corre de boca en boca: entre el río y el bosque, con las montañas en el horizonte, hay un paraíso que brilla en la estepa llamado Villa Llanquín.

Muchos descubren entones la feria del pueblo y sus productos caseros, las artesanías, los senderos para caminar o andar en bici, los recovecos del Limay para pescar la trucha soñada, el campo de lavandas que ofrece visitas guiadas, los sitios para escalar como Las Piedras Coloradas, los cinco campings, las cabañas, la hostería con restaurante.

Belleza pura. El Limay en todo su esplendor. @_nelson_salazar/

Los que se quedan a dormir vibran también con las estrellas que brillan en el cielo puro de la Patagonia en este destino que crece en cantidad de visitantes sin circuitos de turismo armados, tanto que hay que avisar a los visitantes que solo anden por los caminos, que no se manden por las tranqueras.

 En el kilómetro 1610 de la ruta nacional 237los conductores se detienen a pocos metros de la margen oeste del río Limay, a la espera de que la Balsa Maroma cruce los vehículos del otro lado. Los acompañantes no ocultan la fascinación al cruzar el puente peatonal. 

 La Balsa Maroma funciona de lunes a domingo de 7 a 21. Es gratuita. También se puede llegar a través de la ruta 23, hasta Pichi Leufú. Pero el camino es de ripio y no está en muy buen estado.

Durante los fines de semana, cuando muchos residentes de Bariloche, Neuquén y los valles rionegrinos aprovechan para hacerse alguna escapada.

Estepa pura. @_nelson_salazar/

Quienes van en bici o la llevan hasta ahí pueden disfrutar de un popular paseo de MTB, la Vuelta del Arroyo Chacay: son 60 kilómetros con recorrido por la parte alta o costeando el Limay.

La actividad ha crecido mucho especialmente en los últimos cinco años, de la mano del turismo rural. Los pescadores siempre lo tuvieron en su radar, pero el pueblo empezó a hacerse conocido como un lugar de descanso con paisajes inolvidables y una onda tranquila.

Manzano Amargo

Los maravillosos paisajes que visitarán los turistas en el norte neuquino por la ruta 54. Foto: Alejandro Carnevale

Sobran los motivos para descubrir esta joya del norte neuquino, a 528 km y unas siete horas de auto de la capital provincial. Vas por la hermosa ruta 54, sobrevuelan los cóndores, estás al pie de la Cordillera de Los Andes y esos vallecitos y esas cumbres parecen de película y todo es tan real como cuando mirás al cielo a la noche y ves cómo brillan las estrellas en este paraíso sin contaminación lumínica. Y a la hora de planificar las salidas durante el día, hay un dato clave: no se pueden creer las cascadas. Eso sí: Es una zona de arrieros y hay que manejar despacio.

Arreo a orillas del río Neuquén. Foto: Alejandro Carnevale.

La Fragua es la cascada más conocida. Está a 4 km de Manzano Amargo. El arroyo La Fragua, que nace en las surgientes del bosque de los Llao Llao unos 5 km más arriba, le da vida a este salto de agua de unos 40 metros.

Cascada La Fragua. Foto: Gachy Cabrera.

La cascada Escondida está a 2 km de La Fragua por el camino que va a los Llao Llao. Al costado de la ruta hay un cartel y un sendero guiado. Desde que se amplió el acceso que conduce hasta el Bosque los Llao Llao pueden circular dos vehículos a la vez por ese empinado camino. Y aunque aun falta para que quede bien nivelado, con cuidado se puede transitar.

La espectacular cascada Escondida, a unos 4,5 km de Manzano Amargo en el norte neuquino. Foto: Martín Muñoz.

Para llegar, si doblás a la izquierda unos metros antes de La Fragua por el acceso que lleva al bosque Los Llao Llao, además de disfrutar de otra perspectiva del salto de agua, dos km más adelante, entre ñires achaparrados y de cordillera está la cascada «chica». Una maravilla que vale la pena conocer. No te sorprendás si te cruzás con chinchillones, zorros, liebres y conejos, entre otras especies que se refugian en las bardas.

Cascadas Las Tapaderas a 12 km de Manzano Amargo, norte neuquino. Foto: Brian Muñoz.

La cascada Las Tapaderas está a unas dos horas 40 minutos de caminara desde Manzano Amargo y es una de la joyas ocultas del norte neuquino.

En el estacionamiento de la cascada La Fragua hay un cartel de madera que indica al Bosque de Llao Llao, hay que subir por esa ruta unos 3 km y dirigirse hasta el cartel que indica: arroyo Quebrada Honda, que está justo en la bifurcación a la Laguna Navarrete, para donde hay que ir. Son unos cinco km más de geografía difícil los que siguen hasta la cascada Las Tapaderas.

Son unas dos horas y 12 kilómetros de caminata al este de Manzano Amargo hasta una de las maravillas escondidas del norte neuquinola cascada Pichi Ñire en una zona de crianceros trashumantes.

Cascada Pichi Ñire.

Es una cascada pequeña y hermosa a la altura de la belleza natural que la rodea, que se disfruta a cada paso en el trekking de unas dos horas. Es rumbo a Varvarco, casi frente a Los Bolillos

Lo recomendable es buscar asesoramiento de baqueanos de la zona para llegar y consultar en Turismo de Manzano Amargo.

«El camino presenta una dificultad media, ya que su desnivel no supera los 700 metros. Desde su punto más alto se puede observar la localidad de Manzano Amargo con panorámicas increíbles cerca de los 1500 metros aproximadamente», describe el fotógrafo Brian Muñoz.

«Es uno de los tantos lugares mágicos que tiene el norte neuquino. No es fácil llegar a la cascada, se necesita de alguien que conozca debido a que no es un atractivo turístico que esté habilitado con su ubicación, pero se llega con algún guía baqueano o algún conocedor de la zona«, agrega.

Está cascada además se encuentra a pasitos del primer cementerio de la zona.

Al frente se puede observar Los Bolillos y de fondo el volcán Domuyo. Es un lugar con mucha historia», señala.

¿Cómo llegar a Manzano Amargo? Si tomamos como referencia Neuquén capital, hay que ir por la ruta nacional 22 hasta Zapala, empalmar con la mítica ruta nacional 40 hasta Chos Malal (podés cargar combustible) y ahí tomar la espectacular ruta provincial 43, pasar por Andacollo (también podés cargar combustible), Villa Nahueve y Las Ovejas, donde termina el asfalto. Seguís por el ripio y unos 18 km más adelante, cuando la 43 dobla a la derecha hacia Varvarco, nace la también espectacular Ruta 54. Son 21 km más hasta Manzano Amargo.

Unos 5 km después de esa bifurcación cruzás un puente sobre un arroyo (buen lugar para hacer unas fotos del volcán Domuyo) y desde ahí vas bordeando el río en un camino encajonado entre paredones y rocas, donde están las condoreras. Es tan lindo que te va a dar ganas de parar a cara rato a contemplar el paisaje en silencio y sorprendente con el vuelo de los cóndores. También es el hábitat de otras aves de monte y las acuáticas. Este tramo es uno de los lugares preferidos de los pescadores durante la temporada.

En Manzano Amargo vas a encontrar cuatro despensas abiertas, wifi, señal de celular y cabañas.

Más informaciónTurismo de Manzano Amargo: +54 9 2942 68-1061

Caviahue

Vista de Caviahue desde el mirador.

Está a 360 km de Neuquén Capital, todo por asfalto y ya el último tramo del camino anuncia que algo distinto te espera cuando vas por la ruta 26 y atravesás el Cajón de Hualcupen. Tras esos 17 km, ya cerca de la aldea de montaña, hay una recta que conduce a un lago azul profundo, a la izquierda ves la primera línea de cabañas y hosterías de frente al agua que espeja las cumbres nevadas cuando no sopla el viento.

Y detrás, una mole blanca que tiene una laguna en el cráter y una fumarola que se recorta sobre el cielo celeste y puro de la Patagonia cuando está despejado y que recuerda que la vida allí transcurre al pie de un volcán activo, el Copahue.

Primera parada: llegaste al pueblo neuquino más lindo, podés estacionar de cara al lago y disfrutar de esa panorámica.

Una de esas maravillas cercanas es la villa termal de Copahue. Son 18 km por la ruta 26 que queda inhabilitada en el invierno por el manto blanco que la seplta.

En línea recta son unos 8 km y hay diversas propuestas de los prestadores para llegar hasta ahí en vehículos oruga, esquíes de travesía y motos de nieve. Pero entre los mil habitantes de Caviahue y los turistas, también hay quienes tienen cómo llegar, por eso la zona donde estacionan parece una concesionaria de medios de transporte invernales. Ahora, ya entrada la primavera, hay buena cantidad de nieve todavía.

El punto de reunión es el refugio El Montañés, que este año alquilaron Adrián y Fernanda de Caviahue Aventura y entonces podés tomar algo al solcito con el volcán y su fumarola atrás y las lagunas termales y su vapor adelante.

El refugio El Montañés, en Copahue. Foto: Gentileza Adrián Sepúlveda.

El lugar es el eje de las excursiones. Por ejemplo, la que ofrecen en 4×4 adaptadas con orugas que parte desde Caviahue. En el ascenso se puede observar el antiguo complejo de Clínica Militar, las lagunas Las Mellizas congeladas y cubiertas por el manto blanco. En los últimos dos 2 km se alcanza la parte más alta del recorrido (2100 msnm) para divisar el volcán Domuyo.

Una vez en la villa termal, se puede recorrer la zona con raquetas de nieve, jugar con los trineos y disfrutar del aire puro y los paisajes increíbles de la cordillera.

En esta zona, por la similitud de condiciones extremas hacen la campaña preantártica los militares que luego viajarán al continente blanco.

Por la cantidad de nieve, desde Turismo de Caviahue recomiendan hacer las excursiones con guías y prestadores habilitados. Más información: @turismocaviahuecopahue / www.caviahue-copahue.gob.ar / +54 9 2942 66-8790

Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.