Paul Joynson-Hicks es fotógrafo de la naturaleza y lleva 30 años viviendo en África Oriental. Un día, mientras revisaba sus fotos, se empezó a reír en voz alta con la imagen de un águila que lo miraba entre sus patas traseras. Entonces, tuvo una idea: como los mensajes de conservación de vida silvestre y sustentabilidad tienden a ser deprimentes o apelar a las emociones negativas, quizás la risa y la empatía serían más efectivas para involucrar a las personas con la causa.
Así nació la Comedy Wildlife Photo Awards, un evento que ahora está en el calendario de muchos fotógrafos aspirantes o consagrados. Su misión es ampliar el compromiso con un mundo sostenible y la conservación de la vida silvestre en particular, para la preservación de la biodiversidad y la salud, y enriquecimiento de todos en la Tierra (además de sacarte una sonrisa).
Tal como explica su página web, "una foto divertida de un animal es increíblemente efectiva porque no hay barreras para la comprensión ni tabúes que deban sortearse. Se basa en el impulso del antropomorfismo, uno de los desencadenantes más poderosos de la empatía humana. Para comprender realmente a los animales y los problemas que los afectan, hay que empatizar con ellos como compañeros habitantes del mismo planeta".
Así que, si la mayoría de imágenes de animales y hábitats en peligro son difíciles de digerir y te hacen apartar la mirada, podes reconocer el valor de la naturaleza y disfrutarla con éstas imágenes un poco más simpáticas:
Los ganadores de cada categoría y las menciones especiales se anuncian el 23 de noviembre en su sitio web.