El CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) publicó un documento de investigación en el que propone un conjunto de recomendaciones para el diseño de una política nacional de aprendizajes a gran escala. El objetivo es que sirva como una herramienta eficiente para mejorar la calidad educativa argentina.
Los investigadores Esteban Torre, Juan Cruz Perusia y Juan Xanthopoulos destacaron la necesidad de planificar las evaluaciones a gran escala, es decir, a 10 años. Para que las evaluaciones sean una herramienta de mejora es necesario definir su propósito general, aseguran, así como precisar quiénes serán los usuarios de la evaluación, los productos que se derivarán de sus resultados y lo que se espera de cada uno de ellos.
La política nacional propuesta consiste en:
- Implementar evaluaciones censales quinquenales para elaborar un mapa nacional de aprendizajes y trayectorias educativas a nivel de escuela.
- Continuar las evaluaciones de diagnóstico sobre las áreas fundamentales de Matemática y Lengua, con operativos muestrales bienales al final de la primaria y la secundaria.
- Iniciar la evaluación de habilidades socioemocionales también en los niveles primario y secundario.
- Fortalecer los esquemas de coordinación entre Nación y las jurisdicciones para evitar superposiciones de evaluaciones.
- Promover procesos de evaluación formativa en el aula de manera de reforzar el uso y calidad de este dispositivo pedagógico por parte de los y las docentes.
En Argentina, las evaluaciones internacionales y nacionales evidencian un déficit en habilidades fundamentales en Lengua y Matemática. En secundario, el último dato disponible surge de las pruebas Aprender 2022, que muestran que 4 de cada 10 y 8 de cada 10 adolescentes escolarizados en el último año del nivel mencionado no alcanzan un nivel satisfactorio en Lengua y Matemática, respectivamente.
Perusia destacó en La Parada, un programa que se emite por Tiempo FM 97.5: “Si vemos lo que los chicos aprenden, uno nota que los resultados no son alentadores. Hay un fenómeno mundial en países de desarrollo con una crisis educativa: solo 2 de cada 10 chicos alcanzan resultados satisfactorios en Matemática. Nuestro objetivo es saber en qué medida estas evaluaciones sirven para cambiar la realidad”.