¡Hola! ¿Cómo empezaste el domingo? Hoy es un gran día para descansar y leer algo divertido que ayude a distender. Por eso, te doy la bienvenida a Otro Mundo, una columna en la que vamos a contarte historias, datos y curiosidades que ocurren en el planeta. Así que prepará los mates, poné los fideos o encendé el fuego que, mientras todo eso sucede, vamos a descubrir un rincón distinto de la Tierra todas las semanas.
¡Comencemos! Al otro lado del océano Atlántico se encuentra un pequeño pueblo turco llamado Kuşköy (pueblo de las aves, en español) en el que viven un poco más de 319 habitantes que se sostienen gracias a la producción de avellanas y el cultivo de té. Esta pequeña aldea cercana al mar Negro es conocida por una particularidad ancestral: los pobladores se comunican a través del ”lenguaje de los pajaros” (kuş dili en turco) hace más de 500 años.
Pero ¿cómo es posible? Según cuentan los ciudadanos, hace muchos años no existía la tecnología digital, los teléfonos, las computadoras ni internet. Entonces, los pobladores de esta región rodeada de sierras, árboles y en el que las distancias entre casa y casa son de varios kilómetros, decidieron diseñar un lenguaje propio para comunicarse desde cualquier punto.
Los lugareños observaron a su alrededor y notaron que el sonido de los pájaros se escuchaba en todos los rincones del pueblo gracias al eco que generaban las sierras. No se sabe con exactitud quién fue el primer aldeano en desarrollar la técnica o si fueron varias personas, pero lo que sí cuentan los turcos es que esta práctica se aprende desde niños y se traslada de padres, madres o abuelos a los más pequeños.
Ahora, Kuşköy cuenta con internet y teléfonos, pero los pobladores continúan con esta costumbre que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2017. Además, al vivir de la pesca y la agricultura, comunicarse a través de silbidos les resulta más efectivo que enviar un mensaje de texto o llamar a alguien para ayudar en la cosecha o realizar alguna consulta.
Asimismo, debido a la poca cantidad de personas que viven en el lugar, es muy común que los vecinos se conozcan entre sí y se inviten a tomar el té (una costumbre muy común en Turquía).
En este video, el youtuber Ruhi Çenet explica cómo se genera una conversación entre una mujer turca que llama su vecina con esta técnica. “Resmiye, ven aquí”, dice desde una punta y a varios metros de distancia la destinataria le responde “no puedo ir ahora” en el mismo lenguaje de aves.
Luego, cuando están cerca unos de otros, los pobladores hablan en el idioma de su país, el turco.
En este otro video se puede ver cómo una mujer dice a través del lenguaje de las aves que “los sacos se han acabado” y un hombre, en otro lugar del campo, responde “bien, ahora los llevo”. También se ve a una señora desde su casa que dice “ven a nuestra casa esta noche, beberemos té” y su vecina responde “bien, iré”.
Bueno, hasta acá llegamos. ¡Espero que te haya gustado este dato curioso! Si es así, podés enviarme un email con sugerencias u otras historias para compartir a [email protected].