Dos investigadoras de la Universidad Nacional de Quilmes y el Conicet, Yamila Santillán y Lorena Rojas, desarrollaron un método para descontaminar el agua y los alimentos que contienen pesticidas y glifosato. Lorena Rojas, Directora del proyecto, habló con Radio Universidad de La Plata para señalar la importancia del desarrollo de este producto y cómo impacta en la vida de las personas.
“Durante los últimos años hemos trabajado en el desarrollo del proyecto, ahora viene la etapa de producir y distribuir en distintas zonas de nuestro país”, aseguró la Directora de la Licenciatura en Biotecnología de la UNQ al medio universitario.
Se trata de la aplicación de un producto orgánico elaborado con sistemas enzimáticos a través de la técnica llamada “biorremediación” que genera que los pesticidas que existen en los cultivos se degraden de manera natural.
El producto aún no salió del laboratorio y las investigadoras esperan que a través de una asociación público-privada a nivel nacional para llegar a la mayor cantidad de productores y personas posible.
“Toda esta investigación fue desarrollada con el financiamiento de la Universidad Nacional de Quilmes junto a otros organismos públicos pero también hubo colaboración de algunos privados sobre todo en la puesta a punto y las pruebas de aplicación”, agregó Rojas en comunicación con Radio Universidad de la Plata.
El glifosato es el pesticida de mayor uso en nuestro país a pesar de que su uso incorrecto puede ser altamente nocivo para el ambiente y la sociedad. De hecho, Misiones aprobó recientemente una norma para prohibir el producto de la provincia para 2025 y centrarse en la aplicación de pesticidas orgánicos.
Por eso, la remediación biológica es un mecanismo que permite usar hongos, bacterias y plantas para convertir al pesticida en microorganismos que no son tóxicos para los alimentos diarios que consumen los argentinos ni para el suelo.