“Entendemos que no se puede lograr el completo desarrollo social sin ser responsables y cuidadosos con el medio que habitamos”, dice Nicolás Federico, director ejecutivo de la Fundación Reciduca. Con esa premisa, la organización desarrolla distintas acciones ambientales que, a la vez, sirven para brindar oportunidades de educación y empleo a jóvenes en situación de vulnerabilidad social del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Para Reciduca, la educación, el empleo y la sustentabilidad van de la mano. La fundación lleva adelante cuatro programas orientados al cuidado del ambiente, gracias a los cuales se obtienen los recursos necesarios para llevar a cabo programas de inclusión educativa y laboral destinados a los jóvenes.
Para Araceli Daniela Verna, una de las jóvenes que participó del programa educativo de la fundación, Reciduca “significa contención, amor y futuro”. Dice que las prácticas profesionales que hizo gracias a la organización le facilitaron buscar trabajo.
En 21 años de trabajo de la fundación, más de 4.500 jóvenes pasaron por sus programas educativos. De ellos, el 82 % lograron completar el secundario y más del 86 % de los egresados ingresaron al mercado laboral. Además, más del 59 % de los egresados continuó con estudios terciarios. Vos podés ayudar a que este impacto crezca.
Verna también dice que en los programas de Reciduca (como capacitaciones ambientales, reciclaje de plásticos o el trabajo en una huerta) aprendió sobre el cuidado del ambiente. “Me marcó mucho, nunca se me había pasado por la cabeza este tema. Ahora aprendí a comunicarme con las personas para contarles sobre el problema ambiental”, dice.
En esa línea, Federico señala: “Creemos que es necesario generar en la ciudadanía una toma de conciencia acerca de la importancia de desarrollar hábitos y estilos de vida sustentables en el tiempo. Es decir, hacernos responsables como ciudadanos, y en el rol que cada uno ocupa en la sociedad, del impacto que tienen nuestras acciones en el entorno”. Y agrega: “Desde esta visión buscamos que los jóvenes como futuros profesionales tomen en cuenta al desarrollo como desarrollo. Es decir que en su futuro laboral cuando planifiquen, desarrollen y ejecuten actividades productivas contemplen el impacto social y ambiental de las mismas”.
Programas
En materia de sustentabilidad, Reciduca lleva adelante los siguientes programas:
Programa de Reciclado. A través de este programa las empresas ponen a disposición su material de descarte y desde Reciduca coordinan su retiro y recepción. Luego, esos materiales son llevados a las recicladoras correspondientes para ser reutilizados y, a cambio, la organización recibe una donación que se utiliza para generar becas para los jóvenes del Programa Educativo. Entre 2004 y 2022 llevan recicladas 5.776 toneladas de papel y cartón y 1.430 de plástico.
Programa A.V.U. El programa Aceite Vegetal Usado (A.V.U) comenzó en 2009 y consiste en reciclar el aceite que usan comercios gastronómicos y comedores de empresas, colegios y residencias de la Ciudad de Buenos Aires y de los partidos de San Isidro, San Fernando, Tigre, Vicente López y Pilar. El aceite es recolectado y procesado por la empresa RBA Ambiental, que lo transporta como materia prima para producir biocombustible con certificación ISCC en Europa. El año pasado reciclaron 66.056 litros de aceite, lo que les permitió generar recursos para becar a 26 jóvenes que participan de los programas educativos. En total, llevan reciclados 791.280.000 litros de aceite.
Vivero hidropónico y huerta. Reciduca cuenta en su sede con un vivero y una huerta hidropónica. Allí se cultivan distintas variedades de hortalizas de hoja que luego se comercializan a distintos comercios gastronómicos de la zona. Además, es un espacio de aprendizaje para jóvenes. Durante 2022, 23 jóvenes de sexto año de distintos colegios con los que trabaja la fundación realizaron sus prácticas en el vivero, donde aprendieron sobre los cultivos hidropónicos y en tierra.
Proyecto C.A.S. (Creatividad. Aprendizaje y Sustentabilidad). Se trata de un programa que une los ejes ambiental y educativo de la fundación. Consiste en la elaboración y ejecución de un proyecto solidario y sustentable que llevan adelante los estudiantes y que está destinado a atender en forma acotada y eficaz necesidades concretas de la comunidad/escuela (trabajando en conjunto con ella).
Estos proyectos ayudan a sustentar los programas de educación y empleo. En el eje de educación, la fundación trabaja para acompañar a jóvenes para que puedan terminar el secundario y construir un proyecto para su futuro. Mediante alianzas con 24 escuelas del AMBA, los tutores de la fundación asisten de forma personalizada a los estudiantes durante un programa de seis meses. Como parte de este programa, se realizan capacitaciones para concientizar a los jóvenes sobre el cuidado del ambiente. Por otro lado, se les brinda una beca económica sujeta a asistencia al programa.
Una vez que los jóvenes finalizan el Programa Educativo, la fundación los acompaña con un Programa de Egresados & Empleo. A través de este programa apuntan a fomentar la inserción laboral de los jóvenes, a través de capacitaciones, talleres y alianzas con empresas que busquen incorporar personal.
Cómo impulsar el trabajo de la fundación
Si sos una empresa, tenés muchas formas de ayudar: apoyar económicamente apadrinando a un estudiante o una escuela completa, ofreciendo un espacio de práctica educativa, con voluntarios para capacitaciones en temas de inserción laboral o contratando a jóvenes mediante el Servicio de Empleo.
Una forma de ayudar a que más jóvenes puedan completar sus estudios secundarios y a la vez promover el cuidado del planeta es sumándote como voluntario. Podés colaborar con tu tiempo y tus habilidades para desempeñar distintas tareas en la fundación.
Por otro lado, tu donación ayuda a impulsar los programas de la fundación. Podés apadrinar a algún estudiante para acompañar su trayectoria educativa o colaborar con el importe que desees.