Nació con la idea de generar inclusión para las personas con discapacidad intelectual en el nivel universitario, y desde 2008 forma parte de la oferta académica de la Universidad Católica Argentina (UCA). El Curso de Formación para el Empleo funciona como una carrera corta con un plan de estudios de dos años: el primero con educación teórica y el segundo con prácticas profesionales.
Su directora, Mariana Altamirano, hace hincapié en la importancia de brindar un apoyo personalizado a cada alumno: “el objetivo es formar a las personas en todas las competencias necesarias para el mundo laboral y para la vida adulta”. A través de un proceso de orientación vocacional, donde se identifican intereses, fortalezas y debilidades, se eligen prácticas laborales orientadas a las preferencias del alumno.
El 66% de los alumnos egresados hoy se encuentra trabajando. Adrián Mitidieri es graduado del curso e hizo sus prácticas laborales en la radio de la UCA. “Tengo el privilegio de trabajar de lo que sé hacer y me gusta mucho mi trabajo”, cuenta. Milagros Ruarte, también egresada del curso, explica que: “en primer año me costó adaptarme porque en cada materia sentía que me enseñaban cosas que de chica no había aprendido”. Ambos resaltan la cursada de materias sobre ética y valores, donde aprendieron sobre la confianza en sí mismo y el respeto hacia los demás.
En el proceso se trabaja con estrategias de autoconocimiento para que los alumnos puedan tomar decisiones, trabajar en equipo, entender los tiempos y las ideas de los demás. Asimismo, una de las competencias más importantes a desarrollar es la autodeterminación.
Existen algunas propuestas para expandir el curso. No solo por una cuestión de crecimiento institucional, sino para que una persona con discapacidad intelectual tenga la posibilidad de elegir entre distintas instituciones para formarse. De esta manera, se promovió que el curso se replique en las demás sedes que la UCA tiene en Rosario, Paraná y Mendoza. Y se asesoró a universidades en Tucumán y Córdoba.
“El mundo es para todos. Yo trabajo por eso”, confiesa Altamirano. Hace 15 años el curso nació con 10 alumnos y este año fueron 103 las personas inscriptas. Si querés saber más sobre el curso, podés visitar su Instagram.