"La nada es algo que también se puede oír", aseveró el autor principal de un nuevo estudio que postula que, paradójicamente, podemos escuchar el silencio. Rui Zhe Goh es estudiante de posgrado en psicología y filosofía de la Universidad Johns Hopkins y, junto a otros científicos, está dando respuestas al misterio que ha ocupado a filósofos desde los tiempos de Aristóteles.
La investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) partió de la pregunta de si la ausencia de sonido es algo que realmente experimentamos o si es el silencio una especie de “falta de experiencia”. Es decir, se debatieron entre dos teorías: literalmente escuchamos el silencio o solo inferimos el silencio ante la ausencia de sonido.
Chaz Firestone, otro autor del estudio, señaló que el silencio "no es realmente un sonido y, sin embargo, resulta que podemos escucharlo. Entonces, evidentemente, escuchar es algo más que solo sonidos".
Esta incógnita llevó a Goh y Firestone a unirse con el filósofo Ian Phillips y postular la pregunta: “¿La mente trata el silencio de la misma manera que trata los sonidos?”. Para ello, usaron unas conocidas pruebas llamadas “ilusiones de silencio” que consisten en hacer creer al cerebro que, de dos sonidos iguales, uno es más corto, explica Science Alert.
Si querés probarlo por tu cuenta, en este video de Johns Hopkins explica cómo (sólo disponible en inglés).
Sumado a este, realizaron otros seis diferentes tests con un total de 1.000 participantes y en todos los casos, los silencios provocaron distorsiones temporales perfectamente análogas a sus contrapartes basadas en el sonido. Esto sugiere que el procesamiento auditivo trata los momentos de silencio de la misma manera que trata los sonidos, indica el abstract del paper. “El silencio es verdaderamente percibido, no meramente inferido”, postulan.
“En otras palabras, las personas reaccionan a los silencios de la misma manera que reaccionan a los sonidos, aunque no estén ‘escuchando’ nada en absoluto”, aclara The New York Times.
"Los tipos de ilusiones y efectos que parecen ser exclusivos del procesamiento auditivo de un sonido, también los obtenemos con silencios, lo que sugiere que realmente también escuchamos las ausencias de sonido", señaló Phillips.
Aunque los investigadores no estudiaron cómo los cerebros de las personas respondían al silencio a través de resonancias u otras tecnologías, sí planean seguir explorando hasta qué punto escuchamos el silencio, incluso si no están precedidos por un sonido. También planean investigar desapariciones visuales y otros ejemplos de cosas que las personas pueden percibir como ausentes.