Una mujer de 27 años con problemas cardíacos enseñó a su hija a pedir ayuda ante una emergencia de salud mediante el asistente virtual Alexa. Gracias a esta tecnología, la pequeña salvó dos veces la vida de su madre.
Emma Anderson es oriunda de Glasgow (Escocia) y fue diagnosticada a los 15 años con miocardiopatía hipertrófica, problema a raíz del cual fue trasplantada el año pasado y que le ha generado numerosos episodios de salud complejos. Desde que Darcey, su hija, era pequeña, le contó que tenía un “corazón delicado”, según narró al Daily Record.
Pero Darcey no sólo estaba al tanto de la enfermedad de su madre, sino que sabía qué hacer ante una descompensación. “Configuré Alexa para que, si me desmayaba o no me sentía bien, todo lo que tuviera que hacer era decir: 'Alexa, pide ayuda', y contactaría a mi madre, que vive a la vuelta de la esquina", contó la mujer.
Alexa es el asistente de voz creado por Amazon y funciona con los dispositivos de esta empresa.
Emma dijo que su hija debió seguir ese procedimiento en dos oportunidades. Y que, incluso, en una ocasión en la que su madre no se sentía bien, llamó por su cuenta a una ambulancia. "Estoy muy orgullosa de ella, es una pequeña superestrella", comentó al programa Good Morning Scotland (Buenos días Escocia) de BBC Radio Scotland.
Un trasplante, una nueva maternidad
Claro que la historia de Emma no sólo es un reflejo de cómo la tecnología puede ayudar a salvar vidas, sino también es un testimonio sobre la importancia de donar órganos.
Ella describió su enfermedad así: “Es como si mi corazón, en lugar de latir contra un cojín estuviera latiendo contra una pared de ladrillos, por lo que cada vez se dañaba más y más". Por mucho tiempo, se trató con medicamentos, pero en un chequeo de rutina le dijeron que necesitaba un trasplante en forma inminente para seguir viviendo.
El año pasado, en abril, recibió el nuevo corazón. “Ahora tengo una vida totalmente nueva”, contó. Además, en julio se casó con su pareja, Conner.
"Puedo caminar a la escuela y recoger a Darcey y caminar de regreso, algo que nunca había podido”, contó Emma. También dijo que durante la última Pascua, pudo “llevar a Darcey a nadar, al parque y a una granja. Cosas simples que no podía hacer antes, las puedo hacer ahora. Ahora puedo ser una mamá de verdad", aseveró.