La Corte Suprema de los Estados Unidos declaró inconstitucional que las universidades y colegios del país consideren a la raza como criterio de admisión. Los jueces del máximo Tribunal avalaron así la petición del grupo Students for Fairs Admissions (Estudiantes por admisiones justas), el presidente y becarios de Harvard, y la Universidad de Carolina del Norte. Así, puso fin a décadas de “discriminación positiva” que se llevaban adelante en casas de estudio del país.
¿Qué es la “discriminación positiva” (affirmative action)?
Se trata de políticas que buscan favorecer a minorías que históricamente han sido relegadas en busca de promover la diversidad. Ha sido aplicada en ámbitos laborales y también académicos.
¿Por qué es histórica la resolución de la Corte?
Desde un fallo del Tribunal de 1978, las universidades de los Estados Unidos llevaban adelante la “discriminación positiva” como una forma de dejar atrás desigualdades raciales de décadas anteriores (el período segregacionista). Estas políticas de admisión han sido centrales para instituciones como la Universidad de Carolina del Norte (la universidad pública más antigua del país) y Harvard.
¿Qué argumentaron los jueces que votaron contra la discriminación positiva?
El juez John Roberts, presidente de la Corte, dijo que “por mucho tiempo, muchas universidades concluyeron de manera errónea que el punto de referencia de la identidad de un individuo no son los retos superados, las habilidades que se han construido o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel”. Y especificó que “los procesos de admisión de Harvard se basan en ese estereotipo pernicioso que ‘un estudiante negro normalmente puede traer algo que una persona blanca no puede ofrecer’”.
¿Cómo impactó esto en comunidades como las latinas o las afroamericanas?
Lógicamente, las políticas de discriminación positiva abrieron muchas puertas a estudiantes de ascendencia latina o afroamericana. Entre este último grupo se encuentra el expresidente Barack Obama, quien ayer tuiteó que, si bien no se trataba de una “solución completa”, la discriminación positiva “permitió a generaciones de estudiantes, como yo y como Michelle, demostrar que pertenecíamos”. Del otro lado, muchos grupos conservadores históricamente se resistieron a las políticas de “discriminación positiva” porque consideraban que restaban lugares para personas más calificadas en pos de cumplir con cupos.
¿Cómo impactará el fallo?
Si bien las universidades no podrán contar con programas de admisión que prioricen a una persona en función de su raza (como en los casos de la Universidad de Carolina del Norte o Harvard), la Corte aclaró sí se podrá considerar la injerencia que la raza haya tenido en la trayectoria de una persona, siempre que esté "vinculada concretamente" a una "cualidad de carácter o capacidad única". "En otras palabras, el estudiante debe ser evaluado en función de sus experiencias como individuo, no en función de su raza", afirmó Roberts.
¿Qué reacción generó la decisión de la Corte Suprema en la Casa Blanca?
El presidente Joe Biden manifestó su “firme desacuerdo” con la resolución de la Corte Suprema. "No podemos dejar que esta decisión sea la última palabra", agregó. De todos modos, es poco lo que puede hacer ante la decisión de los magistrados. En paralelo, la Casa Blanca dijo que ofrecerá acompañamiento a las universidades que busquen incrementar la diversidad de sus estudiantes sin tener en cuenta su raza.