En el último tiempo la salud mental y el bienestar integral fue tomando casi la misma importancia que el cuidado de la salud física. Este cambio comenzó durante la pandemia tras meses de encierro que perjudicaron la rutina diaria de millones de personas. Ahora, con la normalidad instalada en todo el mundo, quedaron ciertos aprendizajes de aquella experiencia: la búsqueda de la felicidad en el presente es una nueva forma de vida que muchos intentan consolidar.
La periodista María Fernández de Córdova, especialista en Salud y Bienestar del portal Telva, compartió tres buenas prácticas para lograr una mente despejada y el bienestar personal:
Entrenar la mente a diario
Para comenzar, Fernández de Córdova señala la importancia de prestar atención a las emociones y los pensamientos que se tienen diariamente. “La mayor causa de sufrimiento interno es nuestra mente parlante y nuestra mayor aliada es la mente experiencial: volver a los sentidos para restablecer la calma”, detalla.
Parar y escuchar los pensamientos que rodean al cerebro es indispensable para detectar cuáles son nocivos, cuáles rumiaciones y cuáles podrían estar indicando que necesitamos cambios en el estilo de vida. Para ello, la meditación o el mindfulness son prácticas que ayudan a conectar la mente de una manera armónica, presente y sin distracciones externas.
Hacerse un tiempo para hacer una actividad que te haga feliz
En general, debido a las responsabilidades cotidianas, como el trabajo, los estudios o el cuidado de otras personas, tomarse un rato al día para realizar una actividad que genere una satisfacción personal puede parecer algo complejo de realizar. Sin embargo, la periodista aclara que es importante organizar el día de acuerdo a las responsabilidades y las actividades que nos generan felicidad.
Para ello, es necesario “parar a reflexionar sobre el uso que hacemos de nuestro tiempo”, reducir el tiempo en redes sociales y utilizarlo para concretar momentos con el entorno u otras personas. Por ejemplo, disfrutar de una caminata por la naturaleza, leer un libro, juntarse con amigos o familiares, hacer ejercicio u otras actividades que puedan generar una desconexión de las obligaciones y la conectividad a través del celular.
Aprender a tolerar el malestar
Ser felices todo el tiempo y todos los días es una utopía, ya que en la vida existen circunstancias que se presentan instantáneamente y pueden producir cierto malestar, tristezas, incomodidad y una infinidad de sentimientos contradictorios a la felicidad.
Para esto, Fernández de Córdova propone “convivir con el malestar, tolerarlo y sentirlo para luego deshacerlo”. Aceptar las emociones para que después se vayan solas es la mejor opción para tener una mente saludable y aumentar la felicidad. En caso contrario, si se ignoran los sentimientos con distracciones o forzándose a no sentir, el malestar podría extenderse aún más.