Hoy, 21 de junio, comienza el invierno en el hemisferio sur y en Argentina muchos hogares ya tienen la calefacción prendida desde hace varios días. Poder vivir y dormir bajo un techo tibio es fundamental para la salud, pero si tenemos artefactos que funcionan a gas tenemos que estar atentos al monóxido de carbono. Una mala combustión puede suceder sin que nos demos cuenta y, en nuestro país, este tipo de accidentes se lleva 200 vidas por año.
Lo que sucede cuando hay intoxicaciones no es un “escape“ como suele decirse, sino una filtración, porque el monóxido de carbono se produce fuera de los caños. Cuando en un ambiente hay mala ventilación y el oxígeno se agota, un artefacto con una llama encendida puede provocar una mala combustión y así generar el monóxido de carbono. Por eso, la mejor manera de prevenir muertes e intoxicaciones es abrir las ventanas.
La campaña en la que trabaja desde hace años Red Solidaria está enfocada en este consejo: dejar siempre abierta una ventana al menos cinco centímetros. El peligro del monóxido de carbono es que cuando se genera, no lo podemos ver ni oler. Esta es su diferencia principal con el gas metano, que sí puede escaparse de las cañerías pero tiene agregado un olor para ser reconocido.
La mayoría de las muertes por monóxido de carbono se producen durante la noche, cuando las personas están dormidas y no pueden percibir los síntomas que genera la intoxicación. Si estamos despiertos e identificamos síntomas, lo primero que hay que hacer es abrir las ventanas o directamente salir al aire libre. Las fuentes más habituales de accidentes son las hornallas, el horno y principalmente los calefones, que están todo el día encendidos en modo piloto.
Artefactos que generan monóxido de carbono.
- Estufas (todas)
- Cocinas
- Calefones
- Termotanques
- Calderas
- Salamandras
- Hogares a leña
- Caños de escape
- Braseros
- Generadores de electricidad
Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono.
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Náuseas
- Vómitos
- Cansancio
- Pérdida de conocimiento
Consejos para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
- En baños o dormitorios, no usar artefactos que no tengan salida al exterior.
- Evitar las estufas a querosén. Si no hay otra opción, apagarlas y sacarlas del ambiente antes de dormir.
- No usar las hornallas de la cocina como forma de calefacción.
- Controlar que la llama de los artefactos sea de color azul. Si es amarilla o anaranjada, es signo de mala combustión.
- Ventilar todo el hogar al menos una vez al día.
- Hacer revistar los artefactos a gas una vez al año por un gasista matriculado.
- Chequear que las ventilaciones no estén tapadas.
- Colocar en el hogar un detector de monóxido de carbono.
- Y lo más importante: dejar siempre abierta una ventana al menos 5 centímetros.