Una médica que concientiza sobre donación de sangre: ya se sumaron 90.000 donantes - RED/ACCIÓN
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Una médica que concientiza sobre donación de sangre: ya se sumaron 90.000 donantes

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA
Una médica que concientiza sobre donación de sangre: ya se sumaron 90.000 donantes

Intervención: Marisol Echarri.

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¡Buenos días! Este 14 de junio es el Día Mundial del Donante de Sangre. Celebramos a cada persona que realiza este acto tan solidario. Pero, además, hoy queremos homenajear a Laura González, una hematóloga que busca generar un efecto contagio para que haya cada vez más donantes.

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Intervención: Marisol Echarri.

Hay un tema, una asignatura, una campaña, una problemática (aunque no es un problema), una sensibilidad particular que tiene que ver con la donación de sangre, los eternos pedidos de donación de sangre.

La donación de sangre es un mundo que a veces nos parece ajeno en nuestro día a día, pero que a la vez está muy presente, muy integrado en la sociedad. Muchos de nosotros durante nuestra vida o recibimos o vamos a recibir una unidad de sangre de alguien a quien no conocemos o que no conoceremos nunca.

Algunos dicen que en una vida de 70 u 80 años, 7 de cada 10 personas van a necesitar una donación de sangre.

Y cuando hablamos de la donación de sangre hay motivos para celebrar. En un año regular, un país como la Argentina (47 millones de personas, 22 millones de adultos) 1,1 millón de vecinos y vecinas donan sangre. Es una multitud maravillosa, fantástica, generosísima.

Es una cantidad de personas tal que podrían hacer una cola imaginaria, si se pusieran uno tras otro, de 1.100 km. Uno suele escuchar que se necesita tal o cual tipo de sangre para tal paciente. Escuchamos pedidos todo el tiempo, pero el resultado final es maravilloso: hay muchos pedidos, pero también gente que elige donar.

La segunda celebración es que en las grandes ciudades de nuestro país (como Rosario, Mendoza, Salta, Córdoba, Buenos Aires, La Plata) está prácticamente garantizada la cantidad de sangre. Es una especie de autoabastecimiento: trabajando en red, hospitales públicos y centros privados tienen la sangre que necesitan para sus pacientes. Como las cirugías y tratamientos más importantes se hacen en grandes centros de grandes ciudades, estamos muy bienprovistos. Y esto también es para celebrar.

Pero pasemos por un momento al debe, a lo que falta: la mayoría de estas personas donantes son familiares, o conocidos de quien necesita sangre. Lo que se busca es un voluntariado anónimo permanente. Que en mi condición de ciudadano yo —una, dos o tres veces al año— vaya a donar para cualquiera que lo necesite, para alguien a quien seguramente no voy a conocer.

En este modelo, seguramente el principal ejemplo sea el Hospital Garrahan. Con su altura moral, ética, y con la credibilidad que se ha ganado, tienen garantizado 30 a 60 dadores diarios todo el año. Un proceso arduo que ahora les permite contar con la sangre que necesitan. La mayoría de los donantes en el Garrahan no sabe para quién va la sangre. Es lo que buscamos como país y como sueño.

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Pero tenemos una tercera celebración. Queremos decirla, gritarla. Es cierto que hay muchas personas donantes a quienes aplaudir. Y que algunas cuentan con récords que emocionan: un dador que ha donado 140 veces sangre; otro, 110; otro ha donado ininterrumpidamente una vez por año entre los 18 y los 65 años. Y hay muchos más testimonios llenos de ternura, que emocionan por las vidas que han salvado.

Sin embargo, más allá de estos casos, también queremos destacara quienes provocan estos récords, quienes provocan que todos tengan dadores. Por ejemplo. La doctora Laura González es una joven doctora, especialista en hemoterapia, en esta temática de la sangre. De lunes a viernes tiene su trabajo en hospitales. Y sábados y domingos es voluntaria: organiza en plazas, circos, clubes, centros de jubilados eventos para promover la donación. Va los fines de semana a todas partes para armar espacior para recibir dadores de sangre.

Y muchas personas recibieron sangre gracias a ella. Los números son conmovedores. Creemos que calculando en forma conservadora, gracias al trabajo de Laura, 90.000 pacientes, que es más que el estadio más grande de la argentina repleto, han recibido sangre. Muchos han mejorado su calidad de vida y muchos han salvado su vida.

Es posible que un dador sea útil para dos, tres o hasta cuatro personas a quienes dona. Pero imaginen este impacto: un estadio lleno de personas que vuelven a sus casas, a sus trabajos, que está ahí viviendo, andando, respirando, sonriendo, porque recibieron dadores de sangre de una mujer récord, poco conocida.

Laura sigue necesitando que la acompañemos, y concientizando sobre la necesidad de dar sangre. Mientras tanto, hoy queremos darle un homenaje, un aplauso.


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5 preguntas Laura González [Por David Flier]. Ella trabajó en áreas de Hematología de hospitales y es la actual Directora del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires, el ente regulador de las actividades relacionadas con la sangre (donación y tratamientos) en hospitales públicos y privados de la jurisdicción.

—¿Cómo empezaste a trabajar para movilizar la donación de sangre?

—Empecé como médica del Hospital El Cruce, en 2009. El hospital acababa de abrir y se iban a hacer procedimientos de complejidad, por lo que había que captar donantes. Así comenzamos de cero con un club de donantes. La hemoterapia fue mi tercera especialidad: cuando la encontré sentí que era mi lugar. Me gratificó tanto que hoy lo siento como como una misión y una vocación. Y que cada vez me da desafíos más grandes. Hoy manejo la hemoterapia en la provincia, y tengo que tener presente que lo que hago es para el bien de muchas personas, incluida yo y mi familia: todos podemos llegar a necesitar sangre en algún momento. Tenemos que trabajar para que la sangre esté ya disponible cuando el paciente la requiere, no que tenga que esperarla.

—¿Pensaste o mediste alguna vez el impacto que tus acciones de promoción de la donación de sangre tienen?

—Nunca pienso en el impacto, solo en lograr la transformación en el lugar donde me toque estar, sin importar mi cargo o función. En cada lugar en el que estoy hablo de la importancia de que naturalicemos el acto de la donación y ayudemos a descartar mitos. Si logré movilizar a muchas personas, creo que eso es un síntoma de que voy por el camino correcto. Pero así hubieran sido solo 2 o 3 personas que se hayan convertido en donantes, habría valido la pena. Lo importante es generar un efecto dominó, transmitir a los demás que podemos ser donantes.

—¿Qué te motiva en tu tarea?

—Me tocó muy de cerca al ser médica, por estar con tantas personas necesitadas de sangre y plaquetas. Tengo mensajes de pacientes que me decían: “¿Hay plaquetas? Me están sangrando las encías”. Otro paciente pintaba autos y quedó con aplasia medular: los viernes me golpeaba la puerta del consultorio y me pedía una transfusión. Me movilizó mucho saber lo que necesitan los pacientes cuando lo pasan mal. A veces los servicios de hemoterapia solo existen en el hospital cuando faltan, si no se olvidan. Hay que instalar el tema de la donación como un tema para que se hable en todos lados. Que la donación no sea solo para familias angustiadas, sino que el que tiene el tiempo de festejar algo pueda donar sangre y festejar regalando vida (por ejemplo, festejar un cumpleaños). Son 15 minutos que te transforman como ser humano.

Hay que trabajar los valores como sociedad, y con la donación se trabajan los valores. Cuando la sociedad entienda que son necesarias esta empatía y solidaridad, que somos una fábrica que camina, que somos el medicamento para esas personas que lo necesitan, vamos a sumar más donantes. En general, quien pasó por la necesidad, se convierte en donante. Lo que tengo que lograr es que desde chiquitos, desde las escuelas, hagamos nuevos donantes, que las personas pierdan el miedo. Son 15 minutos, un pinchazo que ni sentís, por algo que puede cambiarle la vida a otro. Una paciente me dijo: “siento que me inyectan vida cada vez que me trasfunden”. Eso fue suficiente para motivar mi tarea.

—¿Creés que avanzamos en algo en el último tiempo en cuanto a la conciencia sobre donación de sangre y a la erradicación de mitos?
—Aún hay que desmitificar mucho, pero cada vez se habla más de esto, estamos creciendo. Y para esto es importante que existan fechas como el Día Mundial del Donante, que se reconozca la tarea de los donantes.

 —¿Cómo viven la experiencia quienes donan sangre por primera vez?
—Muchos vienen asustados. En hemoterapia los distraemos, siempre les remarco la importancia de lo que están haciendo, que puede ir para una persona embarazada o un bebé. A los nuevos donantes hay que estimularlos para que lo hagan habitualmente. Fidelizar a los donantes es lo más lindo, porque después son ellos los que van haciendo el trabajo y captando a más personas. Tengo donantes de más de 65 que me pidieron por favor seguir donando, porque estaban en condiciones pese a haber cumplido la edad considerada límite.

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Aunque no necesitamos excusa, esta edición de OXÍGENO sobre el tema viene a cuento de que el 14 de junio de cada año es el Día Mundial de la Donación de Sangre. En relación con esto, la Organización Panamericana de la Salud enfatiza que “la necesidad de sangre es universal; el acceso a la sangre, no” y que “la escasez de sangre es más acuciante en los países de ingresos bajos y medianos”. “Cada donación de sangre o plasma es un regalo precioso que salva vidas; la donación periódica es la clave para disponer de un suministro seguro y sostenible”, agrega el organismo regional.

Algunos de los principales requisitos para donar son:

  • Tener entre 16 a 65 años. 
  • Pesar 50 kilos o más.
  • Sentirse bien el día de la donación.
  • Gozar de buena salud.
  • No presentar enfermedad cardiaca, renal, respiratoria, gastrointestinal, no padecer anemia o infecciones, etc.
  • No haber sufrido en los últimos 12 meses procedimientos quirúrgicos complejos, transfusiones de sangre, tatuajes, piercing, o exposición accidental a sangre u otras secreciones.

En esta página del Ministerio de Salud podés consultar más detalles de la donación se sangre y acceder a un mapa con lugares de todo el país en donde podés donar.

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Hablamos mucho en RED/ACCION sobre la donación de sangre. Como decíamos, es necesario generar conciencia. Y por eso te dejamos a mano un par de notas que no pierden vigencia, que nos ayudan a entender hacia dónde debemos ir como sociedad a la hora de ejercer este acto altruista.

En esta nota contamos por qué es importante que la donación sea anónima para lograr el autoabastecimiento. En esta otra, profundizamos en el ejemplo del Hospital Garrahan.

Si nunca donaste y tenés dudas, te sugerimos esta breve entrevista a Silvia Arreghini, de la Asociación Civil Dale Vida, que dice que “si te dan información, contención y confianza, donar sangre voluntariamente es la experiencia más hermosa".

Y a propósito de estar informados sobre el tema, acá desterramos algunos mitos sobre la donación de sangre (un procedimiento que es sumamente seguro).

Ya que hablamos de notas, este miércoles 14 de junio, en RED/ACCIÓN, sale otra nota sobre cómo la tecnología puede ser una aliada para la donación de sangre.


Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.

Juan y David