Samuel Altman –más conocido como “Sam”– es, posiblemente, una de las personas más influyentes del mundo hoy. Es el CEO de la empresa OpenIA, la famosa organización que ha creado ChatGPT y ha revolucionado casi todas nuestras estructuras en los últimos meses.
Debido a la sensación de incertidumbre que se fue cultivando en todo el mundo, Altman emprendió una gira por diferentes países con el objetivo de debatir sobre la regulación necesaria de la IA. En segundo lugar, su misión fue “tranquilizar” el alarmismo en torno a la tecnología.
Para esto, el CEO decidió reunirse con las figuras más importantes del mundo, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente de España, Pedro Sánchez; el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak; entre otras personalidades influyentes. En paralelo, dio charlas y conferencias en espacios públicos, como en la University College of London, con el fin de acercar su perspectiva.
Me he reunido con Sam Altman @sama, cofundador de @OpenAI, con quien he compartido que la Inteligencia Artificial es una enorme oportunidad para modernizar nuestras sociedades.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 22, 2023
Pero es imprescindible que su desarrollo respete los derechos y los valores democráticos. pic.twitter.com/o2jBlNMYRt
Done safely and securely, AI has the potential to be transformational and grow the economy.
— Rishi Sunak (@RishiSunak) May 24, 2023
This evening I met with @sama, @demishassabis and @AnthropicAI's Dario Amodei to discuss how the UK can provide international leadership on AI. pic.twitter.com/8x8NfCbCbG
Según una nota de Time, entre charlas y discusiones, Altman declaró en una entrevista que la mejor manera de abordar la cuestión de la regulación sería combinando tanto el enfoque tradicional europeo –con normas más estrictas– con el enfoque tradicional estadounidense –más abierto–.
Sin embargo, los líderes europeos no parecen querer moldearse a ese pedido. El experto en tech explicó que hay varios de los requerimientos de las posibles regulaciones europeas que perjudican el desarrollo tecnológico. “Si podemos cumplirla, lo haremos, y si no podemos, dejaremos de operar... lo intentaremos. Pero hay límites técnicos a lo que es posible", profundizó Altman en un panel.
Con respecto a esta declaración, Natasha Lamos, periodista especializada en tecnología, opinó en una nota para Tech Chruch: “Los grandes CEO de tecnología adoran decir que ellos apoyan las regulaciones pero las únicas reglas que aceptan y que quieren tomar son las que ellos proponen”.
Otra de las grandes preguntas que Altman buscó responder –o intentarlo– es el futuro de la sociedad de la mano del boom tecnológico (del cual él es, en parte, responsable). “Me entusiasma la idea de que esta tecnología pueda recuperar las mejoras de productividad que se han perdido en las últimas décadas”, declaró ante un auditorio según una nota de Wired.
Además, para atender a las preocupaciones sobre un posible “reemplazo” del ser humano, Altman aclaró que su visión es fundamentalmente ver a la inteligencia artificial como una herramienta que potencia al ser humano y no que lo sustituya. De hecho, afirmó que posiblemente haya muchos más puestos de trabajo después de la revolución tecnológica.
Pero hay riesgos de los cuáles no puede escapar. Uno de ellos, la desinformación. El CEO no tardó en admitir su preocupación por este tema y afirmó que las herramientas de OpenIA podrían usarse para solucionarlo. “Los humanos ya son buenos desinformando y quizá los modelos GPT lo hagan más fácil”, reflexionó en un panel en Londres.
El líder aclaró que están trabajando para disminuir estos efectos con mecanismos para que ChatGPT no difunda información falsa. Pero en la medida en que la tecnología siga avanzando a este ritmo, la lucha es cada vez más difícil. Si no lo limitan ellos, ¿quién lo hará?