Hacen reanimación cardiopulmonar (RCP), preparan galletas para la mañana, son gatos masajistas o, debido a que fueron una especie depredadora en el pasado, hoy en día tienen el sueño ligero y están en alerta: las explicaciones al característico comportamiento de amasado de los gatos son de lo más variadas.
Los usuarios amantes de los michis anotaron todas estas hipótesis (y más) en este tweet viral:
— cats with pawerful aura (@catswithaura) May 31, 2023
Casi todos los felinos empujan hacia adentro y hacia afuera con sus patas delanteras, alternando entre izquierda y derecha, sobre superficies blandas, como mantas, ropa o el regazo de una persona. Pero ¿a qué se debe realmente este comportamiento?
En principio, lamentablemente, no lo sabemos a ciencia cierta. De momento, la explicación más probable es que es un comportamiento remanente de la infancia, dado que durante la lactancia un gatito pisa rítmicamente sus patas sobre el cuerpo de la madre para estimular el flujo de leche, dijo a Live Science Susan Hazel, profesora de comportamiento animal, bienestar y ética en la Universidad de Adelaide (Australia).
"El comportamiento de amasar es muy similar al que usan los gatitos cuando maman. El proceso de mamar, y también las feromonas que se liberan alrededor de las glándulas mamarias, probablemente lo conviertan en una actividad muy placentera", indicó Hazel.
“Es como cuando los niños pequeños se chupan el dedo”, ilustró Monique Udell, directora del Laboratorio de Interacción Humano-Animal de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos) a The Washington Post.
Así todo, los michis pueden seguir amasando hasta la edad adulta, “sobre todo cuando están en presencia de alguien con quien se sienten seguros, o cuando se suben a un almohadón o manta especialmente mullido, porque asocian la conducta de pisar las patas con la comodidad que sentían cuando estaban enfermería", señaló a Live Science Laura Watson, enfermera veterinaria del International Cat Care en Wiltshire (Reino Unido).
Lo cierto es que si usan las garras para amasar o rascar, lo que el gato puede estar sintiendo es felicidad de que los objetos y lugares huelen familiar, lo que les resulta tranquilizador; o pueden estar queriendo compartir mensajes de olor con otros gatos, enumera un artículo en The Guardian.
Otra hipótesis sobre el amasado tiene que ver con el instinto de marcar territorio, ya que con el movimiento depositan su olor a través de las glándulas odoríferas que tienen las almohadillas de sus patas, sugirió Hazel.
Lo importante, destacó Watson, es no castigarlos cuando lo hacen. Si sacan las garras, la alternativa es entrenarlos mediante premios para que asocien no rasguñar a una recompensa. "Es un comportamiento normal, y el castigo podría provocar una ruptura en el vínculo entre el cuidador y el gato, ya que el gato no entiende que le está causando dolor", explicó.