En la actualidad de las redes sociales, las imágenes alteradas con efectos visuales están ocasionando críticas en todo el mundo por promover estándares de belleza inalcanzables. A raíz de esto, Francia busca ser pionero en el tema y aprobar una ley que regule la actividad de los influencers y las figuras públicas que promocionen cirugías estéticas y divulguen fotos con filtros.
El objetivo de los legisladores franceses es controlar la difusión de los contenidos con efectos de TikTok, Instagram y Facebook que promuevan una idea de belleza perfecta.
Además, se prohibirán las colaboraciones pagas de cirugías estéticas ya que, según el gobierno francés, ese tipo de contenidos perjudica psicológica y físicamente a las personas que buscan alcanzar esos parámetros sin importar los efectos que los tratamientos pueden ocasionar en su salud.
De esta manera, el documento indica que los contenidos “que hayan sido alterados mediante cualquier proceso de tratamiento de imágenes deberán ir acompañados de la mención: ‘Imágenes retocadas’. Este aviso debe ser visible en todos los formatos sobre el contenido modificado, ya sea foto o video, y durante todo el periodo de visualización”.
Por otro lado, la norma contempla que los influencers de otros países que publiciten su contenido en Francia también incluyan la etiqueta de “imagen retocada”. Este punto tendrá que evaluarse con los dueños de cada red social por el gobierno francés para hacerlo viable en todo el mundo.
Por otro lado, lo peculiar de esta ley es que se aplicarán sanciones de $300.000 euros y hasta seis meses de prisión para los influencers que la desacaten y sean denunciados.
Asimismo, la legislación buscará cuidar los efectos dañinos que se propagan en la sociedad bajo las colaboraciones pagas que los influencers hacen con marcas de productos fraudulentos como cremas, tratamientos faciales y corporales que pueden afectar la salud de los consumidores.
La cuenta de instagram @bellamente.org publicó la noticia en sus redes y los usuarios y usuarias celebraron la iniciativa. La idea de que la norma se replique en países como el nuestro significaría un gran avance ya que, por ejemplo, Argentina es el segundo país con más cantidad de casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA).