Practicar un deporte en el club es un derecho de cualquier niño o niña o joven, y un hábito que los ayuda a crecer saludables, física y emocionalmente. Sin embargo, para los chicos y chicas con discapacidad, ese derecho no suele estar al alcance: existen muchas barreras, arquitectónicas y actitudinales, que hoy les impiden jugar con amigos en el club de su barrio. Por ello, la Fundación Comparlante creó un manual de accesibilidad para los clubes y realiza charlas en todo el país en busca de eliminar las barreras señaladas.
Diagnóstico
La Fundación Comparlante desempeña distintos programas en América Latina para promover la accesibilidad y la inclusión de personas con discapacidad. En el 2021 realizó 40 entrevistas a deportistas con discapacidad, entrenadores y referentes del deporte adaptado en la región. En dichas entrevistas alertaron que muchos niños y niñas con discapacidad no practican deportes y, en el caso de hacerlo, comienzan más tarde que sus pares sin discapacidad (entre los 10 y los 12 años).
“Siempre decimos que la principal barrera a la que se enfrentan las personas con discapacidad todos los días es la actitudinal. Los estereotipos negativos y la falta de información generan discriminación, exclusión y no permiten que las personas con discapacidad se desarrollen plenamente. No es culpa de los clubes, de los dirigentes o de los entrenadores, el desconocimiento sobre discapacidad es algo que nos ocurre como sociedad”, advierte Lorena Julio, presidenta de la Fundación Comparlante.
De todos modos, Julio aclara que “también hay falencias en infraestructura: la cadena de accesiblidad está rota desde el momento mismo que la persona con discapacidad sale de su casa y las calles están rotas o el transporte no es accesible. Pero en el caso de los clubes queremos que esas barreras de a poco se vayan derribando”.
En síntesis, las barreras de accesibilidad que hay en los clubes pueden ir desde no contar con rampas o puertas suficientemente anchas para que circulen personas en sillas de ruedas o la falta de cartelería accesible hasta errores en la comunicación con personas con discapacidad visual o auditiva. Además, la mayoría de los clubes no incluyen, en su oferta de actividades, con deportes adaptados.
En este contexto, Julio advierte que “desde la Agencia Nacional de Discapacidad se brindan subsidios a clubes que quieran hacer ajustes en accesiblidad para personas con discapacidad y es una gran oportunidad”. Por su parte, Comparlante busca colaborar con la difusión de un manual gratuito (que podés descargar acá), que consta de tres secciones: la primera explica nociones básicas sobre discapacidad y cómo relacionarse con personas con discapacidad; la segunda explica los distintos ajustes en infraestructura que pueden hacerse para una mayor accesibilidad; y la tercera informa sobre las distintas disciplinas del deporte adaptado.
—¿Cómo confeccionaron el manual? —le pregunto a Julio.
—Este manual es un texto vivo, activo, dinámico que desarrollamos con el apoyo de muchas organizaciones de la sociedad civil y deportistas, y tiene como objetivo seguir nutriéndose y expandirse. Para lograr comunidades con más equidad necesitamos del compromiso de todos, sólo juntos vamos a poder cambiar esta realidad para los niños con discapacidad.
—¿Por qué es importante que los clubes cuenten con accesibilidad para personas con discapacidad?
—Sabemos que ser parte de un club representa mucho más que la práctica deportiva. Es ponerse la camiseta, pertenecer, hacer amigos, es comunidad, “mi club”. Todo esto, sumado a la actividad física o de rehabilitación, mejora la autoestima, la independencia y autonomía de las personas con discapacidad. Por eso, queremos trabajar con clubes de barrios, para que vos puedas ir al mismo club al que van tus hermanos, al que fue tu viejo o del que es hincha tu abuelo. Sumado a ello, las barreras en la cadena de accesibilidad muchas veces en las grandes ciudades impiden que la persona con discapacidad pueda desplazarse de manera autónoma y por ello es tan importante poder tener las puertas abiertas de ese club que queda cerca de casa.
—Comparlante presenta el manual con charlas en distintas ciudades del país. ¿Qué disposición ven en los clubes a hacer ajustes en pro de la accesibilidad?
—Afortunadamente, la recepción es muy buena. En cuestiones de infraestructura dos clubes que se encontraban en obras nos agradecieron mucho la información. En uno de los casos nos expresaban que con los fondos que contaban solo les hubiera alcanzado para contratar al arquitecto para que diseñe los baños, pero el manual al ser tan completo y detallado les sirve para poder avanzar en la construcción de los baños accesibles. Por otro lado, han valorado mucho que ofrecemos información sobre cómo relacionarnos con personas con discapacidad. Afirman que muchas veces no saben qué hacer cuando se encuentran con una persona ciega y que este material los orienta. Los clubes entienden que no llegamos con esta campaña a señalarlos por lo que no tienen, sino a acompañarlos en el proceso de mejorar para que todos y todas puedan disfrutar en equidad.
Si querés contactarte con la Fundación Comparlante, podés escribirles a [email protected].
