La inflación de marzo fue del 7,7% llevando el porcentaje interanual a un 104%. Esta suba se siente en los bolsillos de los argentinos y en las góndolas de los supermercados que varían de precio a diario.
Frente a este contexto, muchas personas se ven obligadas a mejorar sus hábitos de consumo para llegar a fin de mes y ganarle a la inflación con las compras de la canasta básica.
Estás son algunas recomendaciones generales para ahorrar en tu próxima compra:
+ Revisar lo que hay en la alacena antes de comprar para evitar gastar dinero extra en los productos que no son necesarios.
+ Armar una lista con tres columnas:
a. Productos necesarios;
b. Potenciales comidas a preparar por día;
c. Dinero aproximado a gastar.
Muchas veces se compra por inercia al ver un producto en promoción que no se necesita o, simplemente, porque nos llama la atención. Por esa razón, es importante armar una lista de los productos esenciales que se necesitan para completar las cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
¿Te pasó alguna vez de ir al supermercado y a la hora de cocinar te faltaban ingredientes?. Eso sucede cuando se piensa en comprar productos independientes y no alimentos que completen la preparación de comidas.
+ Reconocer los gastos variables e incluirlos a la lista: estos son los famosos tentempiés que se tienen entre comidas y que, por lo general, se terminan comprando fuera del super a un precio más caro. Si se incluyen los snacks en la compra general se ahorrará por default.
+ Comprar los días con descuentos. Algunas líneas de supermercados cuentan con descuentos de hasta el 20% con algunos bancos. Consultar esa información en tu comercio de cercanía y esperar hasta ese día para comprar puede hacer un ahorro significativo en el total.
En el caso de que no cuentes con el banco de beneficio, se puede aprovechar los descuentos de los propios supermercados. La mejor manera de hacerlo es visitando las tiendas online de cada super para chequear esa información antes de ir al lugar.
+ Comprar alimentos enlatados o productos que puedan congelarse y reservarse por varias semanas.
La mayoría de las verduras, frutas y carnes pueden congelarse y durar de dos a cuatro meses. Este punto es muy importante, porque al reservar los alimentos se puede ganarle a la inflación ya que, no se tendrá que comprar el producto en cuestión a un precio mayor en unas semanas.
+ Comprar por precio y no por marca. La costumbre de comprar un producto que tiene las mismas propiedades que otro más caro solo por la marca encarece el changuito. Existen alimentos igual de buenos que las primeras marcas a un precio menor, es importante leer las diferencias de cada uno antes de elegir e ir probando la calidad de los mismos.
+ Tener cuidado con los 3x1. Antes de comprar preguntate si es un producto que consumís a diario y hacé las cuentas para ver de cuánto es el ahorro. Muchas veces sucede que se gasta menos llevando la misma cantidad de productos, pero de segunda marca.
+ Ir a diferentes supermercados. Una buena opción de ahorro es ir a diferentes comercios para aprovechar las ofertas de cada uno y evitar, de esta manera, pagar más caro un producto.
+ Hacer las compras con tiempo. Esto es imprescindible para el ahorro, si no se tiene tiempo para recorrer distintos comercios será un poco más complejo. Tomarse de dos a tres horas para hacer las compras semanales o mensuales puede ayudar a no comprar por apuro y gastar de más.
+ Cocinar un día para toda la semana. Este tip es de la genia de Paulina Cocina. Preparar los “preps” o distintos contenedores de plástico con comida para no cocinar durante la semana y, de esta manera, evitar pedir delivery o comprar sobre el momento.